Cada vez son más las familias que deciden instalar un sistema fotovoltaico en el tejado de su vivienda, porque a pesar de la difícil situación económica, política y medioambiental que caracteriza el presente, los beneficios y las ventajas de las placas solares son muchos
Actualmente, los fabricantes trabajan para que sólo se ofrezcan productos de calidad, duraderos y con la mejor tecnología desarrollada hasta la fecha. Pero a pesar de ello, todavía son muchos los errores de los que se tienen noticia, a veces provocados por la inexperiencia de los instaladores o por instalaciones mal ejecutadas en las que no se han tenido en cuenta correctamente diversos aspectos fundamentales.
Adratek, la mejor empresa de instalación de placas solares Madrid, en este artículo ofrece conocer los 7 errores que causan mayores problemas a largo plazo y cómo remediarlos de la forma más eficaz.
¿Cómo está compuesto un sistema fotovoltaico?
Un sistema fotovoltaico se compone de una serie de elementos fundamentales, en primer lugar: las placas solares, auténticos generadores de energía, y el inversor, el sistema de conversión de la corriente.
Un sistema también puede combinarse con un acumulador de energía, las denominadas baterías fotovoltaicas. Se trata de componentes que permiten almacenar la energía generada y no consumida inmediatamente.
Por último, existe un sistema de monitorización, útil para vigilar la salud de todo el sistema gracias a la información sobre los paneles, el inversor, el estado de la red eléctrica y la capacidad de producción en su conjunto.
Dada la esencialidad de cada elemento, siempre es necesario vigilar que cada uno de ellos se encuentre en buen estado y funcione correctamente.
A continuación, algunos errores que no se deben cometer:
1- Instalar los módulos orientados al norte
Una regla fundamental a la hora de instalar un sistema fotovoltaico es tener cuidado de no instalarlo orientado al norte, ya que su productividad podría reducirse a la mitad. Siempre hay que optar por el sur, ya que los módulos solares son más productivos cuando los rayos del sol inciden sobre ellos perpendicularmente a la superficie.
En el caso de una instalación orientada al norte, la única solución sería optar por una inclinación no superior a 10°, con los módulos colocados casi horizontalmente (en este caso, la diferencia de productividad con respecto a una instalación orientada al sur sería de aproximadamente un 20%).
Si es imposible, en lugar de colocar una instalación orientada al norte, es mejor optar por una instalación este-oeste, es decir, dividida en dos parcelas: el 50% de los módulos instalados en la parcela orientada al este y el 50% restante en la parcela orientada al oeste.
2- Evita instalar el inversor en lugares sin ventilación
El inversor es el corazón de una instalación fotovoltaica, el elemento que convierte la corriente continua producida por los módulos en corriente alterna y la inyecta en la red eléctrica doméstica.
Durante este proceso de conversión, el inversor desprende calor, que debe disiparse de la forma más correcta posible, ya que de lo contrario el aparato se sobrecalentará.
Se desaconseja encarecidamente instalar el inversor en un lugar sin ventilación, como un ático. De hecho, su dispositivo de control interno es capaz de medir constantemente la temperatura ambiente y tomar contramedidas para evitar que se queme. Si ésta supera determinados umbrales, el inversor, para protegerse, disminuye la producción de energía y, por tanto, la productividad del sistema.
Por tanto, hay que optar siempre por un lugar aireado, como un garaje o un sótano.
3- Ocultar el inversor
Para muchos, el inversor podría verse como un estorbo, algo que hay que mantener lo más oculto posible. Pero éste es uno de los mayores errores que se pueden cometer.
Un inversor oculto a menudo hace que se pierda la capacidad de controlar el sistema, ya que puede hacer que los propietarios no se den cuenta de que hay una luz apagada o un interruptor desconectado.
El lugar ideal para colocar el inversor podría ser en el garaje, donde puede ser visible y fácil de ver. También es importante elegir un inversor equipado con un sistema de monitorización que informe en tiempo real del funcionamiento de toda la instalación y permita realizar estadísticas o ver gráficas diarias, semanales o anuales de su productividad.
4- Utilizar cables muy largos
Un error que suele cometer es instalar las placas solares lo más cerca posible del antiguo contador de la casa, una elección que en realidad no está justificada por ningún tipo de restricción normativa.
Por lo general, el inversor se conecta al cuadro eléctrico principal de la casa. Por lo tanto, utilizar decenas de metros de cables para conectar la instalación al contador no tiene sentido y, de hecho, se corre el riesgo de provocar pérdidas debido a las caídas de tensión provocadas por la longitud del cable desde la instalación fotovoltaica hasta el contador.
5- Tener diferentes orientaciones e inclinaciones entre módulos
Otro error que hay que evitar es tener módulos instalados con orientaciones diferentes, aunque estén conectados a la misma cadena. De hecho, un elemento fundamental para el buen funcionamiento de un sistema es instalar los módulos de una cadena de forma que todos capten el sol exactamente de la misma manera.
Si unos están orientados de una manera y otros de otra, el resultado es que el módulo peor expuesto frenará la productividad global.
En estos casos, la solución consiste en dividir la instalación en dos secciones, es decir, dos cadenas, cada una de las cuales debe conectarse a una entrada independiente del inversor.
6- Utilizar agua para lavar los módulos
La limpieza de los paneles no la puede hacer todo el mundo, pero sobre todo no es algo que se pueda hacer con las herramientas de lavado clásicas, como una fregona y una manguera de jardín. Lavar los módulos de forma incorrecta puede hacer más daño del que se piensa, sobre todo si se hace repetidamente.
Al estar expuestos al sol, los paneles solares hacen que el agua se seque tan rápidamente que queda cal en el cristal, lo que reduce la eficacia del sistema.
Por eso, siempre es necesario contar con una empresa especializada para el mantenimiento y limpieza de un sistema, ya que, además de mano de obra cualificada, lo que se garantiza es el uso de productos adecuados para la desmineralización y desincrustación del agua, que no causan daños permanentes.
7- Utilizar aparatos eléctricos por la noche
La mayoría de las personas, aprovechando las tarifas eléctricas más baratas, enciende los electrodomésticos que consumen más energía durante la noche. Entre ellos destacan el lavavajillas, el aire acondicionado en verano y la lavadora.
Con un sistema fotovoltaico, habría que cambiar este hábito, concentrando el uso de los electrodomésticos durante las horas de sol, es decir, cuando el sistema está funcionando y produciendo energía.
¿Y si no se está en casa durante el día?
En este caso bastaría con aprovechar la función de temporizador de los electrodomésticos, programando la hora antes de salir.
Como se ha visto, hay una serie de precauciones que pueden influir negativa o positivamente en un sistema y su funcionamiento, por lo que conocerlas y ser consciente de las consecuencias puede marcar la diferencia.