Además de la riqueza natural, también se monitoriza el consumo de recursos para detectar cualquier error en la distribución del agua, por ejemplo
Este tipo de sistemas de control consiguen potenciar la eficiencia de los servicios que ofrece cada administración
La expansión de tecnologías de gestión IT están ayudando a sacar rendimiento a los datos que se obtienen casi en tiempo real
Este verano 2023 España pondrá fin a la crisis del sector turístico que comenzó con la pandemia del coronavirus y se extendió hasta el 2022 con la inflación provocada por la guerra de Ucrania. Las previsiones oficiales sitúan en más de 85 millones de personas las que visiten el país a lo largo del año y el primer tramo del verano ha sido todo un éxito para sectores como la hostelería. Una oleada de visitantes cuyo paso por España sería complicado de afrontar sin la tecnología, según destacan los expertos.
Los desarrollos tecnológicos y las inversiones procedentes de los fondos europeos, tanto para empresas como para la administración pública, están implicando una digitalización de todos los sectores. El turismo y el medioambiente, muy unidos especialmente en verano, son el ejemplo. Profesionales de las TIC reconocen que cada vez es más habitual que los ayuntamientos incorporen sistemas de gestión IT que monitoricen los datos obtenidos, permitiendo un mayor control del impacto medioambiental y una eficiencia más alta en los servicios públicos.
¿Qué es lo que se hace? En resumidas cuentas, monitorizar una situación. Se monitorizan playas y se monitorizan flujos turísticos. Es decir, por medio de un mismo sistema se analizan los datos que se obtienen en tiempo real, logrando conclusiones como puede ser la erosión turística en una playa o el consumo de agua en una ciudad.
Qué supone monitorizar playas
De esta manera, se logra tener un acceso mucho más sencillo e inmediato a toda la información recogida y se mejora la capacidad de reacción ante cualquier anomalía detectada. Estas técnicas ya se utilizan popularmente en las empresas, pero ahora son los ayuntamientos quienes aplican esta tecnología en la gestión de sus playas.
Los ayuntamientos de zonas turísticas muy concurridas tienen especial interés en conocer el estado de los puntos con más afluencia y ponen su foco sobre las playas, donde ya se están implementando sistemas para monitorizar el estado de cada arenal y controlar el aforo. Así, además de medir cuánta cantidad de turistas visitan un lugar en una franja horaria determinada, se consigue minimizar el impacto medioambiental en el territorio estableciendo medias precisas para mejorar la protección ambiental de las playas así como de la fauna y flora que las habitan.
“La monitorización es una realidad que está presente en el sector privado, y cada vez más instaurado en el público, con la que se mejora el control de puntos turísticos con grandes masas de personas. Con estos sistemas se puede calcular qué cantidad de gente hay en cada playa en un momento determinado. Y, así, se puede mejorar la eficiencia de servicios sanitarios, de seguridad o simplemente restringir el aforo de alguna de estas zonas si el daño medioambiental que se está ocasionando es alarmante”, explica Sancho Lerena, CEO de la empresa española Pandora FMS, que monitoriza sistemas de gigantes como Rakuten, además de administraciones públicas como Madrid Digital u hospitales nacionales.
Estos sistemas de monitorización están siendo instalados en diversos puntos del país. En playas de Mallorca, por ejemplo, se ha empleado en el Sistema de Observación y Predicción Costero de Baleares. Con este mecanismo, la administración permitirá que los turistas compartan fotografías tomadas desde un mismo punto de la playa, permitiendo ver la evolución del paisaje para controlar su contaminación y dejando constancia del aforo que hay a cada hora en la playa.
Este mismo experimento basado en monitorización ya ha funcionado también en puntos de Galicia, concretamente en Vigo, o en playas de Valencia. Los dos objetivos principales en todos los casos son controlar el impacto medioambiental y saber el aforo aproximado que hay en cada playa en distintas franjas horarias para poder gestionar los servicios públicos de la forma más eficiente.
Gran Canaria, igualmente, ya invirtió 500.000 euros el año pasado en un sistema para monitorear playas muy concurridas como la de Las Canteras, Alcaravanera y La Baja. Por su parte, Barcelona ha optado por el uso drones, tras invertir casi 170.000 euros en 2022, para medir el aforo de cada playa sin necesidad de identificar a la población. En ambas situaciones, la monitorización será fundamental para recopilar todos los datos y permitir actuar a las autoridades según convenga.
“Los procesos de monitorización están en nuestro día a día, es normal que las administraciones y empresas turísticas se adhieran a este tipo de sistemas”, reconoce el CEO de Pandora FMS. “La monitorización permite acceder a la información por un solo medio. En este caso, un ordenador donde se concentran todos los datos que se van generando al segundo y que, si no existiera el sistema de monitorización, habría que ir recopilando de cada consola específica. Así, si en una zona hay alguna alerta, se puede actuar desde la consola central y se puede advertir al resto de áreas”, indica Lerena.
Importancia de monitorizar servicios
Ya hay casos en diferentes pueblos de la Comunidad Valenciana, de Galicia o de Andalucía. En algunos casos se obtienen los datos a partir de las señales móviles, donde se comprueba qué cantidad de ciudadanos locales y de fuera hay en la zona. También qué zonas se transitan y hacia dónde se mueve los flujos. En otras partes, se monitoriza la entrada de coches a cada área, permitiendo hacer una estimación. En cualquier situación, la información obtenida permite ver los movimientos turísticos y la preparación que debe haber para poder cumplir con la prestación de servicios básicos.
También, a lo largo de todo el año, se ha venido aplicando la monitorización de los canales de cada ciudad. De esta manera, en más de un municipio se podrá detectar cualquier fuga de agua o un consumo excesivo. Algo clave de cara al futuro, más todavía después de las últimas crisis vinculadas con la sequía.
Oleada turística
El verano del 2022 se planteó como el del regreso a la plena normalidad, también en el ámbito económico. Sin embargo, es este 2023 cuando se va a lograr recuperar la máxima normalidad e incluso mejorar los datos. Se espera un récord turístico y muestra de ello es que el FMI ya ha adelantado un crecimiento del 2,5% del PIB gracias a la mejora turística..
Ello aumenta la importancia de la digitalización de todo el sector. España, cabe recordar, cuenta con una Estrategia Sostenible España 2030, donde se plantea la importancia de la tecnologización del turismo para impulsar la digitalización y la sostenibilidad, así como la mejora de la conectividad.