Cuanto mayor sea la reforma de una vivienda en venta mayor beneficio se le conseguirá obtener. Sin embargo pequeñas mejoras harán que se venda por mayor precio. Los desperfectos más visibles son los que más perjudicarán al precio final de la vivienda
Según datos de La Casa Agency la red de inmobiliarias a nivel nacional, el casi el 22% de las viviendas que se ponen a la venta en España tienen algún tipo de desperfecto que provoca que su valor se reduzca. Algo que podría evitarse con una pequeña obra o reforma de muy poca inversión.
Cuando se trata de vender una vivienda, es importante tener en cuenta que ciertos desperfectos pueden disminuir su valor y dificultar el proceso de venta. A continuación, se presentan los cinco tipos de desperfectos más comunes que pueden afectar el valor de una propiedad, así como consejos sobre cómo evitarlos.
1.- Problemas estructurales y de cimentación: Los problemas estructurales, como grietas en las paredes o cimientos dañados, son una preocupación importante para los compradores potenciales de un inmueble. Estos desperfectos pueden indicar un deterioro estructural significativo y pueden generar preocupaciones sobre la seguridad de la vivienda. Para evitarlos, es fundamental realizar inspecciones regulares y abordar cualquier problema estructural de inmediato. Contratar a un ingeniero estructural puede ser una buena opción para evaluar la situación y ofrecer soluciones adecuadas.
2.- Daños en el sistema de plomería y electricidad: Los problemas en los sistemas de plomería y electricidad son otro factor que puede reducir el valor de una vivienda. Las tuberías dañadas, las fugas de agua, los problemas de drenaje y los sistemas eléctricos obsoletos son señales de mantenimiento deficiente y pueden generar preocupaciones en los compradores. Para evitar estos desperfectos, es esencial realizar inspecciones periódicas, reparar cualquier daño y asegurarse de que el sistema de plomería y electricidad esté actualizado y cumpla con los códigos y normas actuales.
3.- Falta de mantenimiento y actualización: Una vivienda descuidada y desactualizada puede perder valor rápidamente. La falta de mantenimiento, como techos en mal estado, pintura descascarada, pisos dañados o jardines descuidados, puede dar una impresión negativa a los compradores y hacer que ofrezcan un precio más bajo. Para evitarlo, es importante realizar un mantenimiento regular y estar al tanto de las actualizaciones necesarias. Pequeñas mejoras, como una capa de pintura fresca, reparaciones menores y un paisajismo atractivo, pueden marcar una gran diferencia en la percepción del valor de la vivienda.
4.- Ubicación y entorno desfavorables: La ubicación y el entorno en el que se encuentra una vivienda también pueden influir en su valor. Factores como la falta de servicios cercanos, el ruido excesivo, la proximidad a áreas industriales o la inseguridad en el vecindario pueden desanimar a los compradores y hacer que el valor de la propiedad disminuya. Aunque no se puede cambiar la ubicación de la vivienda, es posible resaltar los aspectos positivos, como la cercanía a parques, escuelas o centros comerciales, para contrarrestar los elementos desfavorables. Además, mantener una buena relación con los vecinos y promover un entorno seguro puede ser beneficioso para la imagen de la propiedad.
5.- Ausencia de mejoras y comodidades modernas: Una vivienda que carece de mejoras y comodidades modernas puede tener un valor inferior en comparación con otras propiedades similares. Todos los compradores comparan y buscan características como cocinas y baños actualizados, sistemas de climatización eficientes, sistemas de seguridad y tecnología domótica. Para aumentar el valor de una vivienda, se debe considerar realizar mejoras que sean atractivas para los compradores modernos. Estas mejoras pueden incluir la instalación de electrodomésticos de alta gama, la incorporación de sistemas de energía renovable o la integración de dispositivos inteligentes.
Consejos para aumentar el valor de una vivienda
Desde La Casa, y basándose en la experiencia de las ventas realizadas, son varios los consejos que se ofrecen a los propietarios que quieren vender sus inmuebles. De hecho con una inversión mínima se pueden conseguir altas revalorizaciones.
Cuanto mayor sea la reforma, mayor será la revalorización, sin embargo es posible conseguir precios de venta altos con pequeños ajustes en la vivienda.
Se aconseja realizar mejoras estéticas y funcionales: Invertir en renovaciones que mejoren tanto la apariencia como la funcionalidad de la vivienda. Actualiza la cocina y los baños, reemplaza pisos y pintura, y considera la posibilidad de agregar características adicionales, como una terraza o una piscina.
Aumentar la eficiencia energética siempre es una apuesta ganadora: Los compradores valoran cada vez más las viviendas energéticamente eficientes. Se debe considerar la posibilidad de instalar ventanas de doble acristalamiento, mejorar el aislamiento, utilizar sistemas de iluminación LED y agregar paneles solares.
Mejorar el espacio exterior: Un patio o jardín bien cuidado puede aumentar considerablemente el atractivo de una vivienda. Invertir en paisajismo, crear áreas de entretenimiento al aire libre y asegurarse de mantener el espacio ordenado y atractivo son consejos que hace que una vivienda se venda mejor, más rápido y por más precio.