Dentro de las opciones que existen para reemplazar el dinero en efectivo, el uso de un anillo inteligente es una de las más recomendadas, debido a la comodidad y versatilidad que brinda al momento de realizar una compra.

Rikki es una empresa fintech, con sede en Barcelona, que fabrica anillos de cerámica hipoalergénica que funcionan como método de pago, combinando aspectos como la tecnología, el diseño y la seguridad. Esta iniciativa busca reducir la dependencia hacia el móvil y evitar la acumulación de tarjetas bancarias, por lo que es posible vincularlo con cualquier banco español. 

¿Cómo funciona el anillo inteligente Rikki?

El anillo inteligente Rikki brinda la posibilidad de utilizar cualquier tarjeta de crédito o débito emitida por una institución bancaria, sin necesidad de realizar un traspaso de dinero a un monedero electrónico. De igual manera, el dispositivo funciona con una tarjeta puente de Curve, que redirige el gasto hacia la tarjeta del banco tradicional del cliente.

Para llevar a cabo una compra, los usuarios del anillo inteligente pueden seleccionar a qué tarjeta desean dirigir el gasto, con la opción de revisar su historial de pagos en la app en cualquier momento. Por esta razón, Rikki utiliza una pasarela con seguridad SSL, con el objetivo de garantizar la seguridad de la cuenta durante el proceso de compra.

Otra de las características del anillo es que funciona con un chip NFC que habilita su detección a muy poca distancia, motivo por el que las personas deben acercarlo al lector con suavidad. Una vez que escuchen el pitido, los clientes pueden retirar la mano y esperar a que se imprima el recibo, lo que representa una ventaja para evitar las largas filas. 

El anillo inteligente Rikki está disponible en diferentes colores que se ajustan al estilo de cada persona

Entre los colores disponibles del anillo inteligente para pagar Rikki se encuentran el negro metalizado, el blanco perlado, el azul azure, el rosa suave y el negro yellow dot. Cada anillo tiene un valor de 150 € y viene acompañado de un joyero elaborado artesanalmente con madera de olivo, un material característico de la costa mediterránea.

Para asegurar la satisfacción del cliente, el anillo inteligente tiene 1 año de garantía, por lo que es posible reemplazarlo por un modelo nuevo siempre y cuando el cliente lo mantenga en buen estado. De igual manera, la empresa ofrece un cambio gratuito para las personas que eligen la talla incorrecta, ya que se trata de un problema muy común.

La funcionalidad del anillo inteligente Rikki lo ha convertido en una herramienta ideal para mejorar los procesos de pago, además de que su diseño minimalista y original otorga un toque de elegancia a su portador. En caso de requerir asistencia para identificar la talla de su dedo, la empresa dispone de un medidor que puede ser incluido en el precio final.