La legislación española está muy avanzada en comparación con la de otros países de la Unión Europea
Madres solteras, parejas lesbianas o futuros padres que desean un programa de donación de óvulos o semen seguro y anónimo
Los motivos por los que miles de pacientes de todo el mundo viajan a España para realizar sus tratamientos de fertilidad son múltiples. La medicina reproductiva en España es una de las más valoradas del mundo. Este dato lo constatan las 13.588 mujeres que en 2020 viajaron del extranjero para someterse a técnicas de fertilidad, según los últimos datos del registro de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), que recoge anualmente la información de las clínicas españolas, y que va en aumento. El elevado nivel de nuestros profesionales médicos y las avanzadas técnicas diagnósticas y clínicas marcan la diferencia, como así reconocen los comités científicos de los congresos más relevantes del mundo sobre reproducción humana, donde los científicos españoles destacan año tras año.
Por otro lado, la actual ley española 14/2006, supone un avance científico y técnico respecto al resto de legislaciones de nuestro entorno, y hoy sigue siendo referente, tanto por las técnicas que regula, como por los usuarios o destinatarios de las mismas. En concreto, muchos de los pacientes que llegan a las clínicas de Instituto Bernabeu, lo hacen porque en sus países no pueden acceder a determinados tratamientos para tener un bebé o realizar algunas pruebas diagnósticas. Es el caso, por ejemplo, de madres solteras, parejas de mujeres lesbianas o futuros padres que desean acceder a un programa de donación de óvulos o semen seguro y anónimo; o que buscan respuestas genéticas a las que no pueden acceder en sus países de origen.
El destino, sin duda, suma como factor a la hora de elegir una clínica. España, además de las virtudes conocidas como el clima, la cultura, la gastronomía, etc., cuenta con excelentes conexiones aéreas, que aumentan en época estival, y que han impulsado, incluso, el incremento de pacientes de países como Estados Unidos, quienes, además, suman el factor económico en su lista de pros a la hora de someterse a un tratamiento de fertilidad en España. “Cada vez son más los pacientes estadounidenses que nos visitan, la conexión directa con Palma de Mallorca o Madrid motiva que vengan a nuestras clínicas para todo tipo de tratamientos que en sus estados de origen han sido infructuosos o inaccesibles económicamente”, explica la codirectora médica de Grupo Instituto Bernabeu, la doctora Andrea Bernabeu, donde atienden a miles de pacientes internacionales desde hace años. “Es habitual escuchar a nuestras pacientes decir que aquí perciben el alto grado de dedicación y compromiso que les ofrecemos, que les encanta nuestro clima y las posibilidades de nuestro entorno”, añade.
Una legislación muy avanzada
Como referente mundial en medicina reproductiva, España dispone de una legislación muy avanzada y específica que la regula. Se realizan tratamientos a mujeres sin pareja, algo que no es posible, por ejemplo, en Italia, y técnicas para que parejas de dos mujeres sean madres, que está vetado en el país transalpino, hasta 2021 estaba prohibido en Francia y Noruega aprobó los tratamientos a lesbianas en 2020.
La ley permite realizar técnicas de diagnóstico genético preimplantacional para conocer si un embrión es sano antes de implantarlo a la futura madre, algo que en países como Alemania no está permitido. En nuestro país hay una rigurosa regulación para la donación de gametos que, por ley es anónima y altruista, por el contrario, no existe anonimato en otros países como Reino Unido, Suiza, Irlanda, Holanda, Noruega, Alemania o Dinamarca, y por eso es posible realizar técnicas que incluyen la ovodonación o la adopción de embriones.
Victoria Ross y Amanda Elizabeth Masson no se conocen, ni siquiera viven en el mismo país, pero tienen mucho en común. Ambas son las mamás de dos bebés que han nacido tras un tratamiento de fertilidad en España. Las dos eligieron Instituto Bernabeu para lograr quedar embarazadas tras un largo historial de infructuosos intentos en sus países de origen y han regresado a España porque desean repetir la experiencia y ampliar sus familias. Además, han vuelto a nuestro país para realizar parte de sus tratamientos este verano.
Según datos del Grupo Instituto Bernabeu, actualmente, más del 55% de las personas que atienden son de origen extranjero. A sus 8 clínicas nacionales, dos de ellas en Madrid, en Palma de Mallorca, Alicante, Albacete, Cartagena, Elche y Benidorm, llegan mujeres de 140 países, algunos tan remotos como Nepal, las Islas Caimán, Bahamas, Namibia o Tailandia.
“Hemos notado un incremento de los pacientes internacionales, principalmente de Europa, pero también de otros países”, indica la doctora Andrea Bernabeu, que reconoce que el verano es un momento idóneo para muchas pacientes porque hacen coincidir su tratamiento con sus vacaciones y les permite conciliar más fácilmente. La experta añade que, entre las motivaciones principales para viajar a España se encuentran “las altas tasas de éxito, el marco legal vigente y el destino”.
Fracasos en sus países de origen
El perfil del paciente es heterogéneo y el nexo en común de la mayoría “es el tiempo que llevan buscando el embarazo, porque muchos ya han realizado tratamientos en sus países, pero han sido infructuosos, y vienen con una gran carga de sufrimiento emocional. Son personas que debemos tratar aún con más cariño si cabe”, resalta la doctora Bernabeu.
Y añade que “nuestras pacientes también valoran la calidad del destino, la seguridad y las opciones que el entorno les ofrece para estar relajados y poder centrarse en sus tratamientos”. Actualmente, los tratamientos más demandados por las pacientes extranjeras son la donación de óvulos y semen; la maternidad sin pareja; los tratamientos que requieren pruebas genéticas muy específicas y los tratamientos para parejas de mujeres. La doctora es muy clara en cuanto al denominado “turismo reproductivo” para hablar de las extranjeras que recurren a la medicina reproductiva en España. “Hablar de turismo reproductivo, es un término frívolo e impropio, porque, aunque muchos viajen en verano, estamos hablando de tratamientos médicos a personas que vienen con una importante carga emocional y no de vacaciones”.
Más pacientes desde la pandemia
Un dato llamativo es que, a partir de la pandemia, el número de mujeres extranjeras que se someten a un tratamiento de fertilidad en las clínicas del Instituto Bernabeu ha sido exponencial y, desde 2019, se ha duplicado. “Atendemos cada año a varios miles de nuevas pacientes que buscan en nosotros profesionalidad, investigación y calidad médica. Destacan la calidez humana con las que se les atiende. Para nosotros es muy importante que, además de hablarles en su idioma, sepan que les vamos a tratar con honestidad, sin dar falsas expectativas”, detalla la doctora Bernabeu.
“Les diría a otras que no tengan miedo de venir a España”
Amanda Elizabeth Masson destaca precisamente el programa de donación de óvulos que le ha permitido la maternidad. Ahora repite la vivencia porque tiene aún dos embriones criopreservados en Alicante. Sus palabras resumen la que podría ser la experiencia más representativa de muchos pacientes extranjeros. “En Glasgow fueron eficientes y amables, pero sentíamos que aquí iba a ser mejor porque en España los tratamientos están más avanzados, hay mucho más conocimiento, el programa de donación de óvulos es muy bueno y funcionó y estoy convencida de que es por las manos expertas y la calidad de los test que han hecho”, enumera. “A otras parejas les diría que no tengan miedo a viajar, que la experiencia es definitivamente distinta y positiva.. El idioma no es una barrera y el trato en España es fantástico”.
Victoria Ross, de Reino Unido, comenta que respecto a su país es como hablar “del día y la noche” en cuanto a calidad médica y asistencial. Ahora recomienda a sus amigos que no pierdan el tiempo y que vengan a España si están buscando un bebé. “Hemos recibido un trato muy profesional, con un equipo que honestamente está preocupado porque logres tu objetivo. Y eso es lo que nos ha ocurrido y aquí está”, dice mientras acaricia a su bebé, una niña rubia de intensos ojos azules llamada Harriet.