Corresponden a los siniestros registrados en las zonas productoras tempranas, cuya evaluación de daños comenzó de manera generalizada a finales de mayo.
La estimación total de indemnizaciones se sitúa por encima de los 400 millones de euros, con diferencia el siniestro más importante de la historia.
Agroseguro abona hoy 112,6 millones de euros a productores asegurados de cultivos herbáceos de secano (cereal de invierno, leguminosas y colza) por los siniestros registrados durante la última campaña, principalmente a causa de la sequía.
Es la cuantía más elevada abonada en un único día a los productores de herbáceos en los 43 años de historia del seguro agrario en España, ya que nunca se había alcanzado una cantidad tan elevada en las fases de pago semanales que realiza Agroseguro. Hasta ahora, ese máximo histórico se situaba en los 104 millones de euros abonados en 2017, año también de grave sequía.
Las indemnizaciones que se abonan este jueves, día 6 de julio, corresponden a siniestros en zonas productoras tempranas, donde la evaluación de daños comenzó de manera generalizada a finales de mayo: Andalucía, Castilla-La Mancha (a excepción de Guadalajara, cuya producción es más tardía), Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura y Madrid. De esta forma, Agroseguro continúa cumpliendo con el plazo medio de pago de los últimos años, situado en 30 días tras la tasación definitiva del siniestro.
Tras este primer pago, Agroseguro abonará semana a semana, y sin solución de continuidad, el resto de siniestros registrados en los cultivos herbáceos de secano, una vez la evaluación de daños avanza a la máxima velocidad posible, teniendo en cuenta que la superficie siniestrada se puede situar por encima de 1,9 millones de hectáreas en total. Actualmente, más de 300 técnicos evalúan explotaciones siniestradas en toda España.
La estimación total de indemnizaciones en cereal de invierno, leguminosas y colza (cultivos de secano con cobertura del seguro agrario frente a sequía y cuya evaluación de daños se realiza en esta época del año) se sitúa ya por encima de los 400 millones de euros, superando la previsión inicial de 300 millones fijada a comienzos de la primavera. A estos siniestros provocados por la falta de precipitaciones hay que añadir los daños causados por las fuertes tormentas de pedrisco sufridas de manera constante durante mayo y junio.