La reproducción asistida impulsa los nuevos modelos de familia en España

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La reproducción asistida impulsa los nuevos modelos de familia en España

Los avances tecnológicos facilitan la maternidad en madres solteras, parejas homosexuales y hombres trans 

España está considerado el tercer país del mundo con población LGTBI, lo que refleja el futuro de estos métodos

España se afianza como referente en el desarrollo de los diferentes modelos de familia. Nuestro país está considerado el tercero del mundo con más población LGTBI según una encuesta de Ipsos y, concretamente, con un 5% de ciudadanos que se reconoce homosexual. Tanto este hecho, como el aumento de la independencia de la mujer, está desembocando en una modificación de los modelos de familia.

Además del cambio social, también destaca el avance médico y técnico. La inversión, investigación y las nuevas tecnologías aplicadas al ámbito sanitario han potenciado los mecanismos de reproducción asistida. Un respaldo necesario para que mujeres solteras, lesbianas y transexuales puedan tener un hijo.

La tendencia de estos modelos de familia espera seguir creciendo, pues hay datos del Instituto de la Mujer que reflejan que casi el 19% de las chicas jóvenes se consideran bisexuales. Por ello, el sector prevé seguir avanzando en mecanismos que faciliten la reproducción tal y como sostiene la legalidad vigente en España. Pero ¿cuáles son esos nuevos modelos de familia?

El más habitual y que lleva normalizado en España varios años es el de la madre sola por elección. La sociedad ha evolucionado otorgando más libertad a las mujeres. Es una evidencia desde hace años el retraso en la edad para tener el primer hijo, que ha pasado de 25,6 años de 1980 a los 32 de media de la actualidad. Una tardanza que tiene implicación en la fertilidad puesto que en torno a los 35 años comienza la caída de la reserva ovárica.

Para hacer frente a este escenario, los expertos han detectado que cada vez son más las mujeres que optan por criopreservar sus ovocitos. Pero, en cualquier caso, los avances médicos han posibilitado varias formas para que la maternidad sea cada vez más posible en mujeres solteras.

“La principal clave que hay que tener en cuenta es la seguridad de las mujeres a la hora de recibir donaciones de semen. En nuestro caso es necesario pasar hasta cuatro fases de control diferentes, incluyendo exámenes psicológicos y genéticos, así como el análisis del historial clínico personal y familiar del donante”, indica la doctora Belén Lledó, directora científica del laboratorio de genética IBbiotech de Instituto Bernabeu, especializado en la investigación en medicina reproductiva. “Esta rigurosidad clínica a la hora de elegir los mejores donantes rebajan el porcentaje de candidatos que son aptos a sólo el 9%”.

Una vez lograda la donación de semen, la mujer soltera puede optar por diferentes opciones de tratamiento. Una es la inseminación artificial, una técnica sencilla que se sigue el método más natural posible introduciendo el esperma donado en el útero con una estimulación ovárica controlada. Pasados los 15 días, ya se puede realizar una prueba de embarazo para confirmar el inicio de la gestación.

El tratamiento más habitual es la fecundación in vitro (FIV), por la cual se fertilizan los óvulos en el laboratorio con el esperma donado. Se realiza una estimulación ovárica para posteriormente extraer los óvulos. Se fecundan y se selecciona al embrión más fructífero para ser transferido a la madre.

“Es muy importante tener en cuenta que en este punto se puede realizar lo que conocemos como DGP, una prueba para conocer la dotación cromosómica del embrión, que nos permite reducir al máximo cualquier posibilidad de transferir embriones con afecciones genéticas que puedan derivar en enfermedades graves”, añade la doctora Lledó.

También se utilizan otras dos vías. La FIV de doble donación es una técnica con más porcentaje de éxito. Se trata de unir la donación de ovocitos y semen, lo que posibilita mejorar la selección de los gametos, para transferir a la madre receptora, finalmente, el embrión en fase de blastocisto. Por último, destaca la adopción de embriones, que suele proceder de un ciclo previo de doble donación y se caracteriza por ser la técnica más económica de las cuatro.

Maternidad LGTBI

Las técnicas de reproducción asistida han supuesto un aumento exponencial de las posibilidades del colectivo LGTBI para introducirse en la maternidad. Especialmente en el caso de parejas de mujeres homosexuales, donde la llegada del método ROPA (Recepción de Ovocitos de la Pareja),  abre un camino para la maternidad compartida. Gracias al método ROPA una de las mujeres es la madre genética y la otra la madre gestante.. El proceso se realiza a través de la fecundación in vitro y sigue el procedimiento habitual en estos casos.

Primero se realiza una estimulación ovárica de la madre que aporta sus óvulos. De esta manera se busca obtener el mayor número de ovocitos, y por tanto embriones, aptos para un embarazo de éxito. A la vez, se realiza una preparación del endometrio de la madre gestante. Como es habitual en la FIV, se realiza la extracción de óvulos, se fecundan con el semen donado y al quinto día se produce la transferencia con el embrión en estado de blastocisto.

Cabe destacar que el método ROPA, según estudios de la epigenética, vincula a ambas madres con la gestación. Incluso la madre gestante, que es la que recibe los óvulos y el semen donados, acaba marcando las expresiones del bebé debido a su estilo de vida.

“Recibimos a cientos de parejas de mujeres de todo el mundo y madres solteras que vienen a nuestras clínicas en España para poder ser madres. En ocasiones la legislación de su país, como en el caso de Italia, no permite que puedan llevar a cabo allí su deseo de tener un bebé”, explica el doctor Paolo Cirillo, ginecólogo en Instituto Bernabeu Alicante.

En el caso de personas transexuales, todo depende de cada situación. Las mujeres trans solteras sólo podrían recurrir a la gestación subrogada fuera de España, ya que es ilegal en nuestro país. En el caso de que la pareja sea mujer cis (se siente identificada con su sexo anatómico), la mujer trans puede obtener semen interrumpiendo el tratamiento estrogénico de 3 a 24 meses. Incluso recuperarlo si realizó una preservación espermática previamente. Si la pareja es mujer cis, podrían lograr el embarazo mediante coito natural o, como se recomienda, con la estimulación ovárica y posterior microinyección de semen (ICSI). Si la pareja es del sexo masculino, tampoco hay opción legal de tratamiento en España.

Si se trata de un hombre trans es posible la obtención de ovocitos tras un lavado de testosterona que dura entre 3 y 6 meses o utilizando ovocitos criopreservados previamente. Si es soltero se recomienda la FIV con donación de semen. Si su pareja es mujer cis, la gestación se puede producir mediante el método ROPA. Si la pareja es hombre cis, es posible tanto por coito natural como por ICSI, es decir, la microinyección del semen en los ovocitos.

“La nueva Ley Trans permite que el colectivo LGTBI pueda tener acceso a las técnicas de reproducción asistida con los mismos derechos que el resto de las personas y, además, introduce la novedad de que parejas de mujeres no unidas por matrimonio podrán filiar a su hijo en igualdad de condiciones al resto de parejas”, declara la doctora Alicia Herencia, especialista en ginecología y medicina reproductiva trans de Instituto Bernabeu Madrid.

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