Galletas, cacao en polvo, yogures azucarados y postres lácteos, principales fuentes de azúcares en la infancia. Los refrescos, los que menos azúcar aportan.
Los niños españoles consumen al día más del doble de azúcares añadidos de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS):55,7 gramos/día, muy por encima del máximo de 25 gramos/día que recomiendan las autoridades sanitarias. Así se desprende del estudio observacional "Consumo de azúcar añadido en niños españoles de 7 a 12 años" realizado por investigadores del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos 'José Mataix Verdú', de la Universidad de Granada, dirigido por el catedrático de Fisiología Juan F. Rodríguez Huertas y publicado en el último número de la revista norteamericanaNutrients.
Este estudio concluye en la necesidad de revisar la dieta de los menores para promover la presencia de alimentos con mayor densidad nutricional y menor aporte de azúcares añadidos. En total se ha estudiado la dieta de 1.775 menores de esta franja de edad. Según este estudio las principales fuentes de azúcares en la infancia por su frecuencia de consumo son: galletas (13,3%), cacao en polvo (11,1%), yogures azucarados (9,9%), postres lácteos (8,6%).
Esta investigación confirma que las bebidas refrescantes no son una fuente de azúcares en la infancia. Concretamente, en el ranking de alimentos que contribuyen a la ingesta de azúcares, los refrescos azucarados ocupan la última posición, avalando así que los niños españoles consumen menos de una porción de refrescos azucarados a la semana.
Las cifras de obesidad infantil siguen aumentado año tras año a nivel mundial, con una prevalencia de sobrepeso y obesidad en población infantil del 23,3% y el 17% respectivamente. Una alimentación rica en azúcares libres está asociada con un mayor riesgo de obesidad, síndrome metabólico y enfermedades cardiovasculares. No hay que olvidar que la obesidad es el trastorno metabólico más frecuente en los países desarrollados. Sus consecuencias son la expansión también epidémica de las enfermedades crónicas del siglo: diabetes, cáncer, hipertensión, dislipemia y enfermedad vascular.
Los autores construyeron un índice para evaluar el valor nutricional de los alimentos objeto del estudio, reflejando la densidad de nutrientes presente en cada porción de cada alimento (NDIS), y un índice de ingesta diaria de nutrientes (DNII), calculado en función de la cantidad diaria consumida de cada alimento.