El onubense congrega a 140.000 personas en las dos primeras fechas de su Tour Corazón y Flecha
“Sevilla es una noche sí, pero fueron mil…” con esas palabras arrancaba Manuel Carrasco su primera noche en Sevilla, la primera de un fin de semana que arrancaba el viernes con cierta incertidumbre, debido a la lluvia que cayo al comienzo cuando apareció en el escenario para unirse a la celebración de este inicio de gira y mojarse con las 70.000 personas que esperaban expectantes el comienzo del show..
Manuel Carrasco realizó una entrada a escena apoteósica que hizo vibrar a la audiencia y consiguió disipar las nubes abriendo paso a una celebración por todo lo alto. La noche se transformó en una fiesta y canciones como “Hay que vivir el Momento”, “No dejes de Soñar” o “Qué bonito es querer” fueron coreadas al unísono una y otra vez por uno de los públicos más entregados de lo que hayamos visto. Si siempre se ha caracterizado al ser humano por crecerse ante la adversidad, en este caso no fue sólo el caso del artista onubense.. 140.000 personas que estaban dispuestas a todo con tal de disfrutar de las canciones en directo del nuevo disco de Manuel Carrasco el público, que bailó, cantó y saltó más que nunca en dos noches de celebración inolvidables.
Mas de 1.000 personas han trabajado en esta gran producción que se transporta en 14 camiones de gran tonelaje durante estos dos días. Cerca de 370 metros cuadrados de pantalla de led, 560 aparatos de iluminación y más de 1.600.000 vatios de potencia solo son parte de un montaje audiovisual sin precedentes. Una de las grandes sorpresas de la noche y la gira es el novedoso sistema de neones patentado que se utilizó durante el espectáculo y que sirve para arropar a un gran corazón atravesado por una flecha que preside el escenario, dando lugar a una puesta en escena única. Además, este sistemas luminotécnico permite ya no sólo una serie importante de efectos especiales para el público, sino convierte en un concepto innovador y nunca visto esta gira.
Dos noches en las que no faltaron, como no podía ser de otra manera, los homenajes a Sevilla y una especial y emotiva dedicatoria a su gran amiga Elena Hueva.
Dos horas y media de sentimiento y entrega de un visible Manuel emocionado ante la magnitud a la que se enfrentaba, junto al cariño recibido por una audiencia totalmente dedicada a él. “Es el concierto más épico en el que he participado nunca” confesaba al día siguiente en directo.
Sin duda estamos ante uno de los espectáculos más potentes y espectaculares del momento.