El 2023 se perfila como un año complejo para el mercado inmobiliario, cuyo escenario plantea una caída de los inmuebles comerciales. Según las previsiones, en este sector se anticipa un futuro escenario de recesión, debido a factores como la desaceleración de las economías y la subida de los tipos de interés.
En este escenario, los análisis estiman un ajuste de precios paulatino y moderado durante 2023, junto con un incremento en la tasa de esfuerzo hipotecario. También se prevé una contracción de aproximadamente un 25 % en la compraventa de inmuebles, así como un aumento en los precios de los alquileres.
Un año que perfila un marcado descenso en el mercado inmobiliario
El 2022 fue un año bastante favorable para el sector inmobiliario, ya que registró sus mejores resultados en los últimos 15 años. Sin embargo, los estudios reflejan que una importante porción de esas operaciones de compraventa fue resultado de un adelanto estratégico, en busca de acceder a una hipoteca con un tipo de interés fijo más favorable, ante la previsión del inminente aumento de las tasas de interés. Ahora, tras el incremento de estas tarifas, el escenario para el sector es diferente, y se prevé una caída de entre el 25 % y 26 % de compraventas, aunque se calcula que el total de operaciones seguirá siendo mayor a la media histórica.
En este escenario, se prevé un ajuste moderado en el precio de la vivienda durante los próximos meses, sin caídas bruscas en el sector. Sin embargo, la subida en los tipos de interés ha tenido varias consecuencias en el mercado. Por una parte, ha impulsado un incremento del esfuerzo hipotecario, que podría llegar al 38 % en el primer semestre del año, una cifra que no se ha visto desde 2011. Esto dificulta la posibilidad de financiar una vivienda propia, lo que genera paulatinamente un crecimiento en la demanda de alquileres. Esto ha derivado en un aumento de los precios de alquiler, las cuales han generado un nivel récord de rentas durante los primeros meses de 2023, y se prevé un mayor incremento a lo largo del año.
La incidencia de la caída de inmuebles comerciales en la economía
Todos estos factores en el ámbito inmobiliario no solo determinan una posible contracción de este mercado, sino que también tienen varias posibles consecuencias sobre otros sectores. Entre estos, están las industrias asociadas a la construcción de viviendas, cuyas rentas e ingresos podrían verse afectados por la desaceleración de este mercado. Ante los niveles altos de inflación y la caída de los inmuebles comerciales, es posible que varias promotoras inmobiliarias recorten progresivamente su oferta en nueva vivienda o disminuyan sus costes de producción en estas construcciones, lo que afecta negativamente a proveedores y fabricantes de diversos materiales.
Otro de los ámbitos que puede verse afectado es el alquiler de oficinas. En las circunstancias actuales, la mayor demanda de alquiler inmobiliario radica en las viviendas, mientras que las oficinas experimentan una posible contracción debido al incremento del teletrabajo, así como la desaceleración económica actual, que incrementa las tasas de desocupación. Todo esto puede generar un efecto cíclico, que ralentiza la dinámica de la economía en general.
Por suerte, según los expertos, el mercado inmobiliario afronta de forma saneada los retos de 2023, por lo que no se prevén grandes shocks que puedan afectar masivamente al sector, y se mantiene la confianza en que el ciclo de caídas tendrá una duración relativamente corta.