"Este problema de salud puede agravarse durante el verano, con los cambios de dieta y además por el calor que genera un efecto dilatador en las venas", recuerda el doctor Julio Maset, médico de Cinfa
El estreñimiento es la causa más frecuente de esta enfermedad, más común en adultos de entre 25 y 60 años y en hombres que en mujeres
Pamplona, 22 de mayo de 2023- Aproximadamente, el 50% de la población occidental padece hemorroides en algún momento de su vida, según datos de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN). Sin embargo, esta dolencia suele provocar un pudor que impide a gran parte de las personas afectadas hablar abiertamente sobre ella. Como explica Julio Maset, médico de Cinfa, "en lugar de acudir al médico, los pacientes con molestias leves tienden a ocultar esta enfermedad o a tratarla por su cuenta sin un diagnóstico adecuado, con medidas que muchas veces no son efectivas o solo pretenden controlar el dolor".
Las hemorroides, conocidas coloquialmente como almorranas, son estructuras venosas situadas en el canal anal y que, por diferentes causas, se dilatan e inflaman. Internas o externas y de tamaño variable, son más comunes en adultos de entre 25 y 60 años y en hombres que en mujeres.
Los síntomas varían en función del nivel de gravedad de la enfermedad y de la localización. Las internas suelen asociarse picor y a pequeños sangrados asociados a la defecación (manchar ligeramente de rojo el papel higiénico). Las externas generan molestias más o menos leves como picor, inflamación de la piel, ardor, dolor y tienen más tendencia a trombosarse (aparición de coágulos en esos vasos que constituyen la hemorroide) lo que suele causar bastante dolor. Las hemorroides internas pueden prolapsar (salen al exterior) y llegan a permanecer fuera del esfínter la mayor parte del día, lo que aumento la posibilidad de que se trombosen lo que puede resultar muy doloroso. Como recuerda el experto de Cinfa, "estos síntomas suelen agravarse durante el verano, ya que los cambios en la dieta y el mayor consumo de alcohol, cambian los hábitos intestinales. También el calor genera un efecto dilatador en las venas que aumenta la inflamación de las hemorroides".
Estreñimiento, sedentarismo y malos hábitos alimentarios
La causa más frecuente de esta enfermedad es el estreñimiento, debido a que el esfuerzo realizado durante la defecación incrementa la presión sobre las hemorroides. No obstante, la herencia genética, el esfuerzo sobreabdominal causado por el embarazo, el sobrepeso y la edad avanzada pueden influir en su aparición.
Así mismo, el sedentarismo especialmente, y los hábitos alimentarios incorrectos como el abuso de especias, grasas y picantes o el consumo de alcohol constituyen factores de riesgo de este problema de salud. Por tanto, aunque las cremas y supositorios de alivio sintomático ayudan a reducir la inflamación o el picor, la prevención juega un papel fundamental a la hora de aliviar las distintas molestias y evitar el progreso de la dolencia, que podría acabar requiriendo una cirugía.
Para evitar el estreñimiento, es fundamentalmente practicar ejercicio físico de forma regular, una dieta equilibrada y rica en fibra, e ingerir líquidos. De este modo, se asegura un mejor tránsito intestinal y la rutina en las deposiciones se vuelve más regular y suave.
También el uso de compuestos venotónicos, que mejoran el tono venoso y aumentan la resistencia capilar, pueden ser útiles. Y si el dolor persiste o es muy agudo, debe consultarse con un profesional médico para que evalúe otras opciones, como la cirugía o la ligadura.
"En realidad, solo con adoptar hábitos dietéticos e higiénicos adecuados, las personas que sufren esta enfermedad conseguirán mejorar su calidad de vida, sobre todo, ahora que nos encontramos a las puertas del verano y en un año en que las temperaturas están siendo especialmente elevadas", añade el doctor Julio Maset.
Diez consejos para prevenir y tratar las hemorroides:
Pierde la vergüenza. Las personas afectadas deben consultar al médico cuanto antes, para que realice un diagnóstico exacto de su dolencia y determine el tratamiento adecuado.
Sin prisa, pero sin pausa. Con el objetivo de evitar los sobreesfuerzos, es importante adoptar hábitos saludables en el cuarto de baño como evitar reprimir el deseo de defecar o permanecer demasiado tiempo en el retrete.
La fibra, una gran aliada. Puesto que el objetivo para evitar el estreñimiento y el endurecimiento de las heces es realizar al menos una deposición al día, las personas proclives a padecer hemorroides deben aumentar la cantidad diaria de fibra que ingieren añadiendo a su dieta diaria productos integrales, frutas frescas (a ser posible, con la piel) y verduras.
Recuerda la lista de productos 'prohibidos'. Intenta evitar los picantes, grasas y especias, así como aquellos alimentos que puedan producir gases, como las legumbres. Y, siempre con el objetivo de luchar contra el estreñimiento, debe moderarse el consumo de arroz, azúcares, caramelos y quesos curados, que endurecen las heces dificultando su expulsión.
Ingiere líquidos en abundancia. Toma al menos dos litros diarios, ya que una hidratación correcta favorece las digestiones y la evacuación. Agua, infusiones, zumos, caldos de verduras…, todos son bienvenidos.
Combate el sedentarismo. Incorporar a tu rutina diaria un poco de ejercicio físico resulta también muy efectivo para agilizar el tránsito intestinal. Caminar, correr o nadar constituyen excelentes opciones, pero busca siempre la actividad que mejor se adapte a tus gustos, necesidades y circunstancias.
En el trabajo, acolcha el asiento y camina durante las pausas. En el caso de que tu actividad laboral te obligue a permanecer mucho tiempo sentado, puedes cubrir tu silla con un pequeño cojín o almohada para aliviar la presión sobre la zona. Asimismo, tu organismo agradecerá que, de vez en cuando, descanses de esta posición dedicando unos minutos cada hora a caminar.
Cuida tu higiene anal. Evita rascar las hemorroides y, tras ir al baño, limpia la zona con agua fría o tibia y un jabón neutro, pero sin excederte, ya que el exceso de lavado puede hacer desaparecer el manto graso natural de la piel de esa zona,.
Valora el uso de tratamientos específicos. Las personas que sufren a la hora de evacuar pueden encontrar alivio en el uso de pomadas antihemorroidales y supositorios desinflamantes. Recuerda que, aunque estos se venden sin receta, no deberías usarlos sin un diagnóstico médico de hemorroides. En cualquier caso, no se recomienda su uso más de una semana, ya que a menudo contienen corticoides. Existen también productos venotónicos orales que pueden ser muy útiles. Puedes consultar a tu farmacéutico al respecto.
Recurre a los anestésicos naturales. Si el dolor es muy intenso, intenta aliviarlo con secuencias de calor-frío: aplica hielo o compresas frías y altérnalos luego con baños de asiento calientes. También las compresas con manzanilla pueden ayudarte a paliar los síntomas.