SATSE subraya que, tras la pandemia del Covid-19 y pese a los compromisos adquiridos, las administraciones autonómicas no están destinando los recursos y medios necesarios en sus respectivos servicios de salud, por lo que se siguen sufriendo importantes problemas, como el incremento de las listas de espera o la sobrecarga y saturación en hospitales y centros de salud.

El incremento de la financiación pública, medidas contra las listas de espera, mejorar la atención en los centros de salud y en los sociosanitarios, implantar la enfermera escolar o acabar con la temporalidad y el déficit de plantillas en los servicios de salud, entre las principales propuestas del Sindicato de Enfermería.

El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha elaborado un decálogo con las principales actuaciones que deben priorizar los gobiernos autonómicos, tras las elecciones que se producirán el próximo 28 de mayo, para mejorar la atención sanitaria y cuidados que reciben pacientes y ciudadanos, así como las condiciones profesionales y laborales del personal sanitario.

SATSE subraya que, tras la pandemia del Covid-19 y pese a los compromisos adquiridos, el conjunto de administraciones autonómicas no está destinando los recursos y medios necesarios en sus respectivos servicios de salud, por lo que se siguen sufriendo importantes problemas, como el incremento de las listas de espera, la sobrecarga y saturación en hospitales y centros de salud, o la precariedad laboral que sufren sus profesionales, especialmente las enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas.

Por ello, y ante la cita electoral del 28 de mayo, SATSE propone, tanto a las autonomías que renovarán sus ejecutivos como al resto, que prioricen la salud y bienestar integral de sus ciudadanos y apuesten de manera real y decidida por mejorar la atención sanitaria y cuidados que reciben en los hospitales, centros de salud y otros centros sanitarios y sociosanitarios.

SATSE destaca la necesidad, en primer lugar, de incrementar las partidas destinadas a sanidad y servicios sociales dentro de los próximos presupuestos autonómicos, así como aumentar las plantillas existentes de enfermeras y fisioterapeutas, a través de nuevas ofertas públicas de empleo, y acabar con las altas tasas de temporalidad que sufren estos profesionales sanitarios.

Asimismo, el Sindicato de Enfermería urge a las administraciones autonómicas a implementar las medidas necesarias para reducir las listas de espera para ser visto en una consulta externa, ser sometido a una prueba diagnóstica o ser intervenido quirúrgicamente, y a priorizar la mejora de los centros de salud, los cuales sufren un preocupante déficit de recursos y medios.

Otras demandas son mejorar las condiciones de los centros sociosanitarios de titularidad pública, así como garantizar que en los de carácter privado se cumplen unos requisitos óptimos de calidad en la atención a nuestros mayores y otros residentes, y que se posibilite, de una vez por todas, el traspaso de la sanidad penitenciaria para mejorar la atención que reciben las personas privadas de libertad y las condiciones de su personal sanitario.

De otro lado, y con el objetivo principal de reforzar la atención sanitaria pública que todo ciudadano tiene derecho a recibir, SATSE reitera que incrementar los recursos destinados a la sanidad privada, vía conciertos, no es la solución a los problemas existentes e insiste en la urgente necesidad de aumentar los recursos y medios en los centros y servicios sanitarios y sociosanitarios de carácter público.

Otra gran "asignatura pendiente" de los gobiernos autonómicos, según SATSE, es posibilitar la implantación generalizada de la enfermera escolar en todos los centros educativos al resultar fundamental para, no solo garantizar la salud y bienestar del alumnado, sino posibilitar la promoción de hábitos de vida saludables y educar en salud, evitando así problemas y enfermedades a corto, medio y largo plazo.

Por último, la organización sindical plantea la urgente necesidad de acabar con las agresiones, ya sean físicas o verbales, a los profesionales sanitarios, y plantea la conveniencia de aprobar una norma que garantice la puesta en marcha de las medidas preventivas, informativas y de actuación necesarias para acabar con esta grave lacra que afecta especialmente a las enfermeras y enfermeros por su cercanía y estrecha relación con pacientes y familiares.