El cuento narra la historia de dos hermanos gemelos que vivían en una casa muy bonita junto al mar. Aunque eran gemelos, tenían un carácter muy diferente. Uno de ellos era un niño feliz, todo le parecía bien, siempre se levantaba por las mañanas contento y alegre y disfrutaba de todo. Sin embargo, su hermano tenía un carácter difícil. Con frecuencia se despertaba de mal humor y se irritaba por cualquier cosa: si había tarta de postre, protestaba porque pensaba que su trozo era más pequeño que el de su hermano; si sorteaban un regalo y no le tocaba a él, se enojaba por su mala suerte; y si perdía jugando al fútbol, se disgustaba tanto que no se le pasaba el enfado hasta el día siguiente.

Un día los dos hermanos encuentran en una playa salvaje una caracola mágica con un genio dentro que les concederá un deseo, pero por una desdicha del destino, el genio hará desaparecer al gemelo alegre. Profundamente afligido, su hermano comenzará a reflexionar sobre su negativa actitud ante la vida, convirtiéndose poco a poco en mejor persona mientras busca a su gemelo desaparecido.

El relato, con final feliz, ayudará al lector:

a aprender a valorar lo importante y ver el lado positivo de las cosas.

a reparar en que la vida te regala lo que tú le das: “si haces cosas buenas te sucederán cosas buenas”.

a dominar los enfados y a aprender que “más se logra con una sonrisa que con la punta de una espada” (William Shakespeare).

“El mejor deseo del mundo” es un relato edificante y muy entretenido que mantendrá el interés del lector hasta el final. Es un cuento infantil para niños a partir de los 6 años, pero de lectura recomendada también para preadolescentes.