Las novelas románticas son las más vendidas en todo el mundo. Es una realidad. A pesar de ello, sigue habiendo prejuicios, pero lejos queda ese dicho de que era una pseudoliteratura solo apta para mujeres desesperadas. Términos como «literatura pornomamá» hicieron mucho daño al género con la llegada de 50 sombras de Grey y sus sucedáneos.
Hoy en día, se ha demostrado que hay mucho más allá de la historia de un hombre, millonario o no, que enseña a una mujer las hieles y las mieles del sexo, sea un amo dominante o solo un macho con la testosterona por las nubes. Las cosas están cambiando.
Han pasado los años y se ha demostrado que hay más posibilidades y más tramas que estimulan a más lectores y que es cierto que tienen un alto grado de amor y erotismo, pero no son el eje central de la historia.
Parte de culpa de esta evolución viene abanderada en la figura de muchas escritoras, pero hay que destacar por su proliferación y su creatividad, que una de las que ofrece un abanico más amplio y lleno de posibilidades y aventuras literarias, es la badalonense Lena Valenti, best seller y una de las autoras referentes en literatura romántica adulta erótica, del subgénero que sea.
En su bibliografía hay títulos de todo tipo, novelas muy dispares y distintas unas de otras. Sorprende que provenga todo de una misma cabeza, ya que los escritores suelen encasillarse en un solo género o subgénero y se especializan en eso. Sorprende, además, su velocidad para crear historias y también su alta productividad. Tal vez sea por esa razón por la que hablen de Valenti como un unicornio literario, dado que lo que ella hace no es nada común. Dicen entre susurros que lo suyo no son solo libros, sino que escribe libros especiales, mágicos, que tocan el alma y remueven al lector de un modo muy especial.
Con más de 63 libros publicados a sus espaldas, la escritora española es una auténtica especialista en crear sagas, series de género romántico adulto, más allá de sus trilogías, pentalogías, etc. Y cada vez son más los lectores que se están enganchando a sus historias. Su trilogía del Fuego Sagrado publicada con Grijalbo sigue la estela de otras sagas de su autoría y está cosechando todo tipo de elogios literarios, con una historia que mezcla el romance y el erotismo con el thriller y los toques paranormales. Los lectores no salen de su asombro al encontrarse con lo que leen en sus páginas, reconociendo que la historia «rompe esquemas» y es distinta a todo lo que hay en la actualidad.
«Creo que el Fuego Sagrado puede llegar a todos los lectores, y puede ser atractivo incluso para los que vengan de otros géneros, siempre y cuando se quiten los prejuicios de encima», afirma.
De las autoras más vendidas en romántica en lengua castellana, es también la que más lectores masculinos atrae. Y, ante esa excepcionalidad, dice: «Nunca creí que escribiese solo para mujeres, aunque me dedicase a la romántica adulta. Nunca he escrito pensando en que mis libros solo los van a leer mujeres, porque el pensamiento en sí es un poco discriminatorio, y a mí no me gusta cortarme las alas. Y estoy segura de que ninguna de las excelentes escritoras que hay en la actualidad piensan en solo femenino. Yo no creo que este género sea solo de mujeres, es demasiado sexista decir eso. Porque a todos nos gusta el amor. Creo que escribo novelas para ellas y también para ellos, se sientan como se sientan. Cuento las historias que me apetece contar, que me agitan por dentro, más allá de lo que sea políticamente correcto. No todos los hombres van a leer novela romántica adulta, porque no todas las mujeres las leen. No a todos nos puede gustar lo mismo, es normal. Pero siempre he creído que debe haber un cartel romántico para el lector masculino, ya que no les valen todos los romances. Y los entiendo, porque a mí, en mi faceta de lectora, tampoco me gustan todas las novelas románticas. Esto no creo que se trate de género, sino de gustos literarios. Ellos tienen que tener la oferta romántica adecuada y la posibilidad de encontrar lo que les enganche y les anime a seguir leyendo. Tienen que sentirse identificados, tienen que empatizar y dar con la novela romántica que verdaderamente les estimule y les apetezca leer. Pero, para eso, tienen que ser abiertamente curiosos y atreverse. No pasa nada por acercarte a una mesa de novela romántica. Eso sí, que vaya a ser un lector del género para toda la vida, vendrá determinado del libro que elija para desvirgarse literariamente, por eso tiene que elegir bien», asegura Lena Valenti.
Desde hace tiempo, Valenti pelea porque no haya sexismo ni prejuicios a la hora de leer novela romántica, y cada vez son más los hombres que la leen y se dejan llevar por sus mundos en los que, aunque la base de la historia está repleta de amor, emotividad y de sexo explícito, ofrece unas tramas muy documentadas y repletas de giros donde la acción, la aventura, la violencia y la venganza, sin edulcorar, atrae también al lector masculino, que encuentra en esta autora la posibilidad de disfrutar de una historia de amor literaria también para ellos. Para todos.
«Amos y Mazmorras, la Saga Vanir, La Orden de Caín, Sirens... Las leen ellos y las disfrutan. Y es genial saberlo. También son historias que, si te fijas, están escritas en tercera persona del omnisciente, no en primera persona del femenino y a lo mejor eso les ayuda más a identificarse y a empatizar más con ellos y ellas», admite. «Pero también leen La Mediadora y El Fuego Sagrado, y también les gusta».
«Tengo muchas lectoras que están compartiendo la lectura de mis libros con sus maridos, ellos son ahora quienes compran mis libros, pero no para sus mujeres, sino para consumo propio».
Sin vergüenza ni reparo, su pluma es explosiva. Puede que sea esa autenticidad y esa visceralidad espontánea la que resulte tan atractiva para todos los que la leen, que buscan una lectura más desafiante, en cuanto a argumentos y giros, y con emociones que puedan reconocer y les puedan remover.
El Lenaverso espera a curiosos, hombres y mujeres que crean en las historias de amor con erotismo, pero que acepten también más elementos de otros géneros.
Mientras tanto, su Fuego Sagrado se expande por Latinoamérica y lo hará en otros países y en otras lenguas. Lena Valenti da un giro de tuerca y acerca la novela romántica erótica y todos sus subgéneros a todo el mundo.