Hoy miércoles 26 de abril se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido. La contaminación acústica se ha convertido en uno de los principales problemas de nuestra sociedad, que afecta a un gran número de personas y que amenaza a nuestro bienestar y a nuestra salud. Para hacernos una idea de la gravedad de esta amenaza hay que decir que, según los datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente, la exposición al ruido causa 12.000 muertes prematuras cada año en Europa y contribuye a 48.000 nuevos casos de cardiopatía isquémica, entre otros efectos nocivos.
Acabar con el problema de la contaminación acústica no es fácil y necesita de una acción decidida por parte de las Administraciones Públicas en la puesta en marcha de políticas de reducción del ruido y en la vigilancia de su cumplimiento por parte de los emisores acústicos que, principalmente, son las infraestructuras de transporte (vías de tráfico rodado, vías férreas, aeropuertos y puertos) y las actividades industriales.
No obstante, no hay que pasar por alto el hecho de que una parte no pequeña de los problemas de ruido que afectan a la población se debe a comportamientos indebidos de las personas, y que, por lo tanto, serían evitables con una adecuada sensibilización y concienciación de quien produce dichos comportamientos. De acuerdo con los datos recabados de algunos de los ayuntamientos más importantes de España, hasta un 30 % de las denuncias por ruido son propiciadas por actitudes inadecuadas de quien, de forma consciente o inconsciente, vulnera el derecho de todos a vivir en un entorno acústico saludable.
Todos podemos poner nuestro granito de arena en la lucha contra la contaminación acústica. El comportamiento cívico en el exterior y en el interior de las edificaciones, sobre todo en las horas de descanso, el control del volumen de los aparatos de televisión y de reproducción musical, la utilización de los electrodomésticos ruidosos en horas apropiadas, la utilización del transporte público en detrimento del coche particular, el uso razonable del claxon, la conducción suave y el respeto de los límites de velocidad o la consideración de la baja emisión de ruido como criterio de elección a la hora de adquirir nuevos productos o servicios, son algunos de los muchos detalles que contribuirían a reducir las molestias por ruido y a mejorar nuestra salud.
Pero para ello es fundamental concienciar a la sociedad de que la contaminación acústica es un grave problema de salud pública, y de que su solución está en las manos de todos, de las administraciones y de los ciudadanos. Este es uno de los objetivos de la Sociedad Española de Acústica, que desde hace más de 50 años promueve iniciativas de concienciación sobre el ruido ambiental destinadas a niños y mayores. Nuestra campaña para el Día Internacional de la Concienciación sobre el Ruido 2023, con el lema “Contra el ruido, mejor no generarlo”, se alinea con el objetivo de sembrar, entre los más pequeños, la semilla que, estamos convencidos, fructificará en un futuro más silencioso y saludable.