El Sindicato de Enfermería traslada al nuevo ministro de Sanidad y a los consejeros autonómicos un decálogo con las principales necesidades de los más de 60.000 fisioterapeutas que hay en el país para poder prestar una mejor atención al conjunto de la sociedad.
Aumentar las plantillas en los servicios de salud, especialmente en Atención Primaria; la inclusión en el Grupo A, sin subgrupos; la prescripción de medicamentos; la asistencia domiciliaria y en las UCIs de los hospitales o el 'solape de jornada', entre las principales demandas de SATSE.
El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha trasladado al nuevo ministro de Sanidad, José Manuel Miñones, y a los consejeros autonómicos, entre ellos el de Murcia, un decálogo con las principales necesidades de los más de 60.000 fisioterapeutas que hay en nuestro país para poder prestar una mejor atención al conjunto de la sociedad.
SATSE destaca, en primer lugar, la urgente necesidad de que todos los servicios de salud cuenten con las plantillas necesarias de estos profesionales sanitarios, ya que, en la actualidad, ninguna de ellas se acerca "ni de lejos" a la ratio establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de un fisioterapeuta por 1.000 personas. En España, la media es de un profesional por 10.000 personas. En la Región, la plantillade estos profesionalesesde unos 300 fisioterapeutas,repartidos entre Sanidad, IMAS y Educación,contando,por tanto, con solo un fisioterapeuta para atender a 4.900 personas de media.
Según SATSE, el déficit crónico y estructural de plantillas de estos profesionales en los distintos servicios de salud ha provocado que, de los más de 60.000 fisioterapeutas existentes en nuestro país, nueve de cada diez trabajen en el sector privado. También en la Región. "Se está incentivando la privatización de un servicio asistencial sanitario esencial que para la mayoría de la población ya es 'previo pago' si quiere acceder a él", alertan desde el Sindicato.
Asimismo, SATSE subraya que el caso de los centros de salud es especialmente grave, ya que no hay prácticamente profesionales de Fisioterapia en este nivel asistencial, por lo que reclama que haya uno, al menos, por cada centro de salud. Un número que ha de incrementarse en función de la población asignada al centro de salud a razón de un profesional más por cada 1.000 personas.
Otra demanda al ministro de Sanidad es que impulse los cambios normativos necesarios para que los fisioterapeutas puedan indicar, usar y autorizar, de forma autónoma, la dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica mediante la aplicación de protocolos y guías de práctica clínica y asistencial, como ocurre en el caso de las enfermeras y enfermeros.
El Sindicato de Enfermería subraya que los fisioterapeutas llevan años reclamando que se posibilite este importante avance para su profesión que resulta justo en base a la formación y conocimientos acreditados que poseen tras cursar sus estudios universitarios de Grado, y recuerda que el Real Decreto1/2015, de 24 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios, ya contempla esta posibilidad.
De otro lado, el Sindicato denuncia que la clasificación profesional de los fisioterapeutas en el subgrupo A2 es arbitraria e injusta, por lo que reclama a José Manuel Miñones que el Gobierno realice la modificación normativa necesaria para posibilitar su inclusión en un único Grupo A, sin subgrupos, y, de esta forma, acabar con esta discriminatoria realidad que perjudica y dificulta el desarrollo profesional de este colectivo sanitario.
También considera muy necesario que se impulse el desarrollo profesional de los fisioterapeutas en el conjunto del Estado con medidas, como propiciar su asistencia en los domicilios en Atención Primaria, o que, de manera normalizada, haya profesionales de Fisioterapia en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs) de los hospitales, Neumología, Neurología, etc…
Por último, la organización sindical demanda un mayor reconocimiento retributivo, dentro del complemento específico, y que las distintas administraciones autonómicas reconozcan el "solape de jornada" que realizan estos profesionales, entre los turnos de mañana y tarde, como tiempo efectivo de trabajo, al igual que se ha reclamado con las enfermeras y enfermeros, y ya se ha conseguido en once comunidades autónomas.