Loro Parque Fundación, ONG que ha salvado a doce especies de la extinción, trabaja para promover el cuidado del planeta a través de la sensibilización. Loro Parque Fundación lidera la labor contra la destrucción de la biodiversidad con acciones educativas sobre la conservación y la protección de la naturaleza, que creen conciencia temprana de la necesidad de implicación en este campo.
Actualmente el planeta se enfrenta a la sexta extinción masiva, la cual está provocada fundamentalmente por la acción humana. Según datos de WWF (World Wildlife Fund), la tasa de extinción de especies se estima entre 1,000 y 10,000 veces más alta que las tasas de extinción natural.
Imagen: Loro Parque
Aprender sobre el impacto negativo del ser humano en la naturaleza y cómo podemos reducirlo es fundamental para garantizar un futuro sostenible. Esta es la premisa desde la que Loro Parque Fundación desarrolla sus acciones educativas. Un trabajo en el que instituciones educativas y gubernamentales son fundamentales para garantizar el alcance y la eficiencia de estos propósitos.
“La sensibilización es una fórmula necesaria para implicar a las nuevas generaciones en la protección de la vida silvestre. Sólo con la educación y la concienciación lograremos un cambio social que nos permita afrontar la grave crisis ambiental y el impacto negativo de la superpoblación”, remarca Christoph Kiessling, presidente de Loro Parque Fundación.
En este sentido, subraya el papel fundamental que desempeñan los zoológicos y acuarios modernos para explicar a los más pequeños los problemas que enfrentan los animales en la naturaleza. “Los jóvenes son un agente primordial en la adopción de prácticas respetuosas con el medio ambiente; vemos que cada vez tienen más conciencia social. En ellos está el poder de avanzar hacia un mundo sostenible”, añade Kiessling.
La sexta extinción masiva amenaza la existencia de un millón de especies
Actualmente el planeta se enfrenta a la sexta extinción masiva, que amenaza el equilibrio del planeta y pone en serio riesgo el bienestar de las generaciones futuras. Se trata de la primera extinción masiva provocada fundamentalmente por la acción humana.
Según un informe elaborado por la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) un millón de especies podrían estar en riesgo de extinguirse.
“Muchas de estas especies están en peligro debido a acciones humanas como la deforestación, la sobrepesca, la caza furtiva y la contaminación. Desde 1972, la primera cumbre de la Tierra identificó a la educación ambiental como la herramienta esencial para resolver la crisis ambiental.
Desafortunadamente, tras más de 50 años todavía no hemos sido capaces de transformar la sociedad, pero debemos seguir intentándolo, porque la alternativa es terrible”, subraya el doctor Javier Almunia, director de Loro Parque Fundación.
Las embajadas animales, un agente de cambio en la sociedad
En Loro Parque, los animales actúan como verdaderos embajadores de su especie, fomentando la conexión y el respeto hacia la biodiversidad, motivando a las personas a involucrarse en su conservación y protección. Visitar Loro Parque es una inmersión en el respeto y el amor a la naturaleza en un viaje a través de la realidad de las diferentes especies, su importancia y la necesidad de su protección.
La embajada animal busca alcanzar un mayor respeto y empatía por parte de los visitantes hacia las especies y sus hábitats. “De esta manera, intentamos que las personas se comprometan a vivir de una manera más respetuosa con la naturaleza mientras predicamos con el ejemplo. El mensaje de conservación de un zoológico no será eficaz si no se lanza desde una organización sostenible, con la menor huella ecológica posible.”, concluye Almunia.
El compromiso de Loro Parque con el cuidado de nuestro planeta se transfiere a todas las áreas de la compañía. Sin ir más lejos, hace escasas dos semanas, Loro Parque recibió un reconocimiento por parte del Gobierno de Canarias por convertirse en el primer zoológico del mundo en obtener una huella de carbono negativa, lo que implica que sus visitantes absorben más gases de efecto invernadero de la atmósfera de los que emiten cuando van a este zoo.