En plena transición hacia las Zonas de Bajas Emisiones y con los diésel y gasolina en el disparadero, para muchos españoles comprar un electrificado sigue siendo algo prohibitivo, incluso si es usado. En concreto, para un VO debe desembolsar 34.075 euros de media, cuando hace seis meses la cuantía era un 4,8% inferior (32.500 euros), según Autoscout24 a partir de los datos del Green Car Monitor VO de autobiz.

No obstante, quien pueda permitirse comprarse uno, sí tendrá dónde elegir. En concreto, actualmente el stock disponible, tras ‘tocar fondo’ en septiembre del año pasado con 16.775 vehículos electrificados en oferta, no ha parado de aumentar desde entonces hasta alcanzar las 23.443 unidades actuales, es decir, prácticamente un 40% más en apenas medio año.

No es de extrañar, por tanto, que los electrificados usados necesiten más tiempo para encontrar comprador. De hecho, tarda cerca de dos meses y medio (74 días) hasta encontrar conductor, cuando a comienzos del verano pasado requería solo dos meses, en un momento en el que la inflación no estaba tan en boca de todos.

Diésel y gasolina usados: se contienen los precios 

En el otro lado de la moneda se encuentran los vehículos de combustión. El precio de los automóviles tradicionales se ha mantenido prácticamente lineal en los últimos meses, en torno a los 21.000 euros, si bien sigue siendo superior a los importes del año pasado, cuando oscilaban en torno a los 19.000-20.000 euros.

No obstante, la ‘fotografía’ de los usados refleja que el mercado todavía sigue en un estado de incertidumbre. De hecho, en enero y febrero se ha llegado a los 105 días de tiempo desde que un coche entra en un concesionario hasta que sale con nuevo dueño. 

Según Ignacio García Rojí, portavoz de Autoscout24, “cuando suben los precios y la oferta disponible es reducida, es habitual que los consumidores se frenen a la espera de mejores tiempos. Pero en realidad es un buen momento el actual, porque el paulatino aumento que estamos viendo en las operaciones en automoción normalmente implican una permuta, se da un coche para comprarse otro, esto agiliza y dinamiza el mercado. De este modo, el precio de venta de esos vehículos se hace más atractivo y ofrece la posibilidad de hacerte con otro a mejor precio sin tener que renunciar al componente aspiracional”.