Alcanzar los cien años por parte de una empresa, entidad o institución no es una cuestión menor. Implica que en esa organización ha habido grandes ilusiones de sus protagonistas, muchas personas comprometidas, interminables horas de trabajo, aciertos y errores, distintos puntos de inflexión y varias etapas dignas de ser señaladas. “Es indudable que no todas las empresas o entidades llegan a celebrar su centenario, porque tienen que converger muchos factores para que esa circunstancia sea posible”, afirma el periodista y escritor Toni Traveria (Vic, 1970).
Desde 2009, Traveria está especializado en la elaboración de libros de empresas y entidades centenarias, para poner en valor su legado y preservar su historia. Así, ha elaborado libros de empresas centenarias de varios sectores, desde automoción hasta lavandería. “Todo aquello que no queda escrito corre el riesgo cierto de perderse o, cuando menos, de ser confuso o abstracto" -explica-. "Por tanto, cuando un potencial cliente se pone en contacto conmigo para encargarme la escritura de un libro que repase con detalle los cien años de historia de la empresa o entidad a la que representa siento una doble satisfacción. Por un lado, vislumbro unos meses de trabajo arduo e intenso, pero sumamente gratificante porque voy a contribuir a mantener vivo el espíritu y el ADN de esa compañía u organización. Por otra parte, me alegro de que esa misma empresa o entidad decida dar un paso al frente para poner en valor su legado, porque eso implica que da importancia a su trayectoria y sabe reconocerla debidamente”.
La forma de trabajar del autor
Traveria afirma que cada empresa es única, de modo que, a la hora de plantear el enfoque del libro para conmemorar el respectivo centenario, lo que vale para una compañía no necesariamente va a ser válido para otra. En este sentido, el periodista y escritor asegura que “de lo que se trata es de hacer un traje a medida del cliente, para satisfacer la voluntad y las expectativas de cada organización”.
En cualquier caso, avalado por su condición de periodista, Traveria aboga por el tono humano y cercano en su redacción, aspecto que consigue con el testimonio de varios interlocutores, a cada uno de los cuales dedica todo el tiempo necesario para obtener la mayor y la mejor información. “Cada persona con la que hablo me ofrece detalles distintos y su propio punto de vista. Además, me permite ir tirando del hilo para -de algún modo- recuperar y poner en valor la historia centenaria de esa empresa, entidad o institución”, concluye.