Según el Plan de Acción para la digitalización del sistema energético presentado por la Comisión Europea con el fin de mejorar la eficiencia del sector y la integración de las energías renovables, Europa necesita una inversión de 584.000 millones de euros para modernizar la red eléctrica de aquí a 2030, de los cuales 400.000 millones se destinarían a la red de distribución y otros 170.000 millones a la digitalización, incluidas las llamadas "Smart grids".

Un reciente estudio de Getac, en colaboración con Statista, estima que, desde ahora hasta 2026, las energías renovables representarán aproximadamente el 95% del aumento de la capacidad eléctrica mundial. Por ello, países como Alemania, Francia, Países Bajos, España y Portugal, han lanzado este año diversos planes energéticos para generar su propia electricidad. Eso les permitirá afrontar los retos geopolíticos que se avecinan, reducindo su fuerte dependencia de los combustibles fósiles a mediano plazo.

REPowerEU es el plan presentado por la Comisión Europea en respuesta a las dificultades energéticas de la región. Sus tres ejes principales se basan en la diversificación de los proveedores de energía alternativa, el ahorro energético en todos los niveles de la sociedad y la aceleración de las energías renovables para reducir las necesidades de importación. Para movilizar la financiación privada y apoyar las inversiones que contribuyan a su aplicación, la Comisión ha creado el programa InvestEU para acelerar los préstamos, la financiación combinada y los productos de asesoramiento para las energías renovables, la eficiencia energética y las redes eléctricas.

En esta misma línea, el subprograma LIFE "Transición hacia Energías Limpias", cuenta con un presupuesto de casi 1.000 millones de euros para el periiodo 2021-2027. Su objetivo es facilitar la transición hacia una economía energéticamente eficiente, basada en las energías renovables, neutra para el clima y resiliente, financiando acciones de coordinación y apoyo (subvenciones para otras actividades) en toda Europa.

En España, el Consejo de Ministros ha aprobado el Plan + Seguridad Energética (+SE), compuesto por 73 medidas divididas en seis grandes bloques. Su principal objetivo es garantizar una estrategia eficaz hacia la transición energética que proteja a los hogares y a las empresas y que esté en consonancia con los demás miembros europeos.

En Europa, los edificios son responsables del 40% de la energía consumida y del 36% de las emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía. Minimizar su impacto en el medio ambiente es uno de los factores más decisivos para cumplir los objetivos propuestos por los distintos gobiernos y organizaciones de la región.

Gestionar y reducir el consumo es la clave

Ser capaz de generar electricidad es imprescindible por razones sociales, económicas y geopolíticas, pero controlar su consumo en tiempo real para optimizar su uso sin desaprovechamientos es clave para que los gobiernos y las empresas del sector sean capaces de mejorar su productividad y reducir costes.

Los avances tecnológicos y de infraestructura resuelven los problemas de conectividad y proporcionan a las industrias modernas, redes más robustas y fiables para implementar soluciones digitales en sus operaciones diarias. Al adoptar la digitalización, estas empresas pueden beneficiarse de un aumento adicional de 1,9 millones de euros en sus ingresos, un incremento de la producción de alrededor del 5% y una reducción de costes del 30%.

Entre estos avances, el IoT desempeña un papel decisivo en la transformación digital de las organizaciones, beneficiando además a la automatización, la gestión de redes, los sistemas distribuidos y las soluciones residenciales. El 83% de las organizaciones atribuyen hoy en día el aumento de la eficiencia global a la introducción de la tecnología IoT en las operaciones cotidianas.

La electricidad del futuro es inteligente

La red inteligente es sinónimo de energías renovables y juega un papel estratégico en la transición energética, siendo su principal ventaja su sistema bidireccional. Este sistema permite que tanto las grandes empresas como los pequeños consumidores se conviertan en productores de electricidad gracias a la comunicación en dos direcciones. Además, es posible un seguimiento continuo y en tiempo real gracias a un sistema informático que responde a las fluctuaciones de la energía y la demanda, lo que permite un control más eficiente del consumo para reducir los costes en la factura.

Dispositivos rugerizados, protagonista de la energía verde

Prepararse para un futuro más automatizado es uno de los retos que deben afrontar las empresas del sector de las renovables para garantizar su competitividad, tanto a corto como a largo plazo, y contribuir así a cumplir los objetivos marcados por la Comisión Europea en sus diferentes programas. Adaptarse a los cambios que sugiere la digitalización requerirá que las organizaciones adquieran nuevas herramientas tecnológicas y formen a sus equipos de manera continua, lo que supondrá un importante crecimiento para la empresa en muchos sentidos.

La movilidad de los trabajadores en el campo y la comunicación segura e ininterrumpida entre los mismos y los centros de control, son factores clave para el mantenimiento y la supervisión de infraestructuras, como parques eólicos y solares. Para optimizar estas tareas, Getac ha creado el Sistema de Monitorización de Dispositivos de Getac (GDMS), una solucion de Software diseñada para detectar posibles problemas antes de que afecten al personal de campo, como el rendimiento de la batería, el almacenamiento, los datos móviles, la ubicación del dispositivo, etc.

Además, la tecnología LiFi, liderada por Getac en el mercado de la informática rugerizada, ayuda a convertir la vieja infraestructura en IoT, apoyando la transformación en áreas con preocupaciones sobre los equipos basados en RF que interfieren con las operaciones críticas de seguridad.

No cabe duda de que la automatización en el sector beneficiará a las empresas y a los trabajadores de las energías renovables, aumentando la calidad de su trabajo gracias a tecnologías y herramientas innovadoras que contribuyen a que la red sea más eficiente, más fiable, más segura y, sobre todo, más sostenible.