Los materiales naturales junto al contraste de colores marcarán las tendencias de decoración de la primavera
Con el año entrante cambian los estilos, la materia y los colores. Algunas tendencias se afianzan y llegan otras nuevas para dar paso a los buenos propósitos en el hogar.
Una de esas tendencias que se renuevan en 2023 es el mobiliario en madera, el material por excelencia para crear ambientes acogedores que transmiten bienestar y conexión con la naturaleza. Poco a poco, las maderas claras que predominaron en años anteriores, de estilo nórdico, abren paso a gamas más oscuras que aportan un toque sobrio y sofisticado en el interior del hogar como son las maderas de nogal, olmo gris o roble.
Las piedras naturales son otro must de la temporada, y salen de su espacio tradicional para inundar salones y estancias, un elemento que ofrece una gran versatilidad al ser combinado con madera aportando a las piezas gran robustez y belleza. Ambos elementos están presentes en la colección Riga de Menamobel, en chapa de nogal y antracita.
El juego de contrastes
La conexión con la naturaleza lleva, unos años más, a optar por los colores más cálidos y terrosos, los tonos que siguen en tendencia en auge, pero este año cobra fuerza el contraste dinámico con otros vivos como el rojo, el morado lavanda, el azul o el amarillo más brillante. Esta gama cromática, antes reservada a estilos más clásicos o rústicos, ahora inunda todo tipo de estancias para transmitir una sensación envolvente de calma y bienestar que se puede sazonar con toques de color que aporten una nota fresca y juvenil.
Y no solo en la paleta de tonos suaves como blancos, beige, nude y arena; se vuelven a llevar los tonos ahumados, caldera, pimentón, estos en combinación con oscuros como el azul índigo, el granate o el gris, que permiten crear ambientes con mucha elegancia.
Minimalismo cálido
El minimalismo cálido vuelve a ser tendencia en 2023, una corriente surgida tras la pandemia para devolver esa sensación de confortabilidad al hogar, convirtiéndolo en un sitio para disfrutar de cada estancia. Se llevan los espacios despejados, habitaciones limpias con muebles de líneas depuradas donde prime el orden, la sencillez y la funcionalidad frente al ajetreo del día a día. Esta corriente surge, en forma, como fusión del estilo nórdico con la estética japonesa y los cálidos ambientes mediterráneos para construir una nueva atmósfera del mundo decorativo.
En esta sintonía, los muebles accesorios cobran especial protagonismo ya que brindan un espacio de almacenamiento extra siempre necesario con soluciones a medida 100% personalizables en Menamobel, como las consolas convertibles, que sirven tanto de almacenaje como de elemento ornamental, o el armario zapatero para no tener que renunciar a un solo milímetro de espacio en casa, ya sea bien en la entrada o en el dormitorio. Y en este lugar, la falta de espacio recurrente se puede resolver con las camas abatibles polifuncionales que permiten aprovechar la estancia del dormitorio para realizar otras actividades durante el día como lugar de estudio, cuarto de plancha, salón de juegos o incluso un gimnasio improvisado.
La tendencia bold de líneas redondeadas y orgánicas vuelve a estar presente en mesas y asientos que ayudan a delimitar estancias y crear entornos más protegidos, favoreciendo la circulación de los espacios, consiguiendo que parezcan más grandes y suavizando las estancias aportando sensación de seguridad; el valor de la curva ya reivindicado por el feng shui que se aleja del minimalismo más clásico imperante años atrás. Sin embargo, este año vuelven como novedad las formas geométricas en lámparas, espejos y en piezas de mobiliario al estilo de la Colección Nora. Un toque distintivo para hacer del nuevo año un comienzo diferente.