La Fundación lleva más de dos décadas luchando por la conservación de especies en peligro. Además del lince ibérico trabajan desde sus inicios con la foca monje del Mediterráneo, el águila imperial ibérica y el buitre negro, que actúan como especies paraguas beneficiando indirectamente a todo el ecosistema del monte mediterráneo CBD-HÁBITAT O SU PASIÓN POR CONSERVAR LA BIODIVERSIDAD

La Fundación BBVA acaba de premiarles por su reconocido trabajo en la conservación de algunas de las especies más emblemáticas del monte mediterráneo: el lince ibérico, el águila imperial ibérica y el buitre negro.

Más de dos décadas de duro trabajo en proyectos de conservación avalan a la Fundación CBD-Hábitat que acaba de ser reconocida en los Premios de la Fundación BBVA por su labor en la conservación de la biodiversidad y sus actuaciones en España. Unos premios que han reivindicado la necesidad de unir esfuerzos a escala global para evitar la crisis ambiental que pone en riesgo el futuro de la vida en el planeta.

De eso sabe mucho CBD-Hábitat con su trabajo en la conservación de una de las especies emblemáticas del monte mediterráneo: el lince ibérico. Esta fundación ha conseguido, en colaboración con otras organizaciones y también gracias a la colaboración de propietarios de fincas privadas, pasar de una situación extrema donde el número de ejemplares de lince no llegaba a 100 ejemplares a conseguir en estas dos décadas de trabajo más de 1.350. Pero su trabajo no queda ahí. "La situación ha mejorado -comenta Nuria El Khadir, Directora de CBD-Hábitat- pero ahora es el momento de seguir trabajando para que la especie siga desarrollándose y creciendo en número de ejemplares y en condiciones de habitabilidad en distintas zonas de España. Tenemos que recordar -continúa- que el lince ibérico sólo habita en la península ibérica y que es una de nuestras enormes riquezas en especies animales".

El trabajo de la Fundación

EL LINCE IBÉRICO

CBD-Hábitat está compuesta por biólogos, ingenieros de montes, técnicos de campo y veterinarios que trabajan sobre el terreno en fincas donde tienen acuerdos para abordar las amenazas que ponen en riesgo las especies en peligro. Monitorizan con cámaras de fototrampeo y collares de radioseguimiento a casi 550 linces entre Jaén, Extremadura, Toledo y Ciudad Real, y su trabajo ha contribuido en la multiplicación por diez de los ejemplares de lince hasta llegar a la cantidad de 1.365 ejemplares.

ÁGUILAS IMPERIALES Y BUITRES NEGROS

Actuaciones como radiomarcajes en más de 88 rapaces, o el rescate y la recuperación de algunos ejemplares, así como llevar un registro de puntos negros que suponen una amenaza de muerte, son acciones que ya han logrado incrementos significativos de sus poblaciones. El número de parejas de águilas imperiales ha crecido de 130 a 647, y se ha aumentado un 30% la presencia de buitres negros en las fincas con las que la Fundación tiene acuerdos de custodia.

FOCA MONJE

Veinte años lleva también esta Fundación trabajando con la foca monje del Mediterráneo. Hasta el año 2001 la última gran colonia de foca monje no contaba con ningún tipo de protección. Ese mismo año con la colaboración de pescadores artesanales y autoridades CBD-Hábitat crea un refugio donde se protegen las cuevas de cría y su entorno, tanto por tierra como por mar, evitando así la colocación de redes de pesca y las molestias a los animales en sus lugares de descanso y reproducción. Nace así la ´Reserva Costa de las Focas`.

En Mauritania, CBD trabaja con los pescadores, las autoridades y las escuelas de la cercana ciudad de Nouadhibou, para juntos sumar fuerzas en la conservación de la foca monje y su hábitat. Desarrollan un programa de mejora de las condiciones de vida y trabajo de los pescadores, proporcionándoles instalaciones, materiales y formación para mejorar su seguridad en el mar, su asistencia sanitaria y la venta de sus productos pesqueros.

Después de dos décadas la colonia no sólo ha sobrevivido, sino que casi ha cuadruplicado su tamaño con más de 350 ejemplares. El número de nacimientos anuales ha aumentado en más de un 200%: de 25 hasta casi 80. Además, en Mauritania han desarrollado metodologías y tecnologías específicas para monitorizar a la colonia, como las pulseras GPS y las cámaras de fototrampeo en el interior de las cuevas. Estos elementos permiten seguir la vida de la colonia en directo y conocer a todos y cada uno de sus integrantes y sus movimientos.