¿Alguien alguna vez se ha preguntado "a qué suena el ADN"? ¿O si existe algo en común entre las poblaciones más remotas del planeta? La mayor parte de las tribus nativas del nuevo mundo comparten un ancestro común: el pueblo de los Chukchi. Su historia genética es el lazo que une el mundo. Un cruce entre la ciencia y el storytelling de las civilizaciones que el artista español Álvaro Laiz recoge en su exposición THE EDGE, abierta al público en Freijo Gallery hasta el 30 de diciembre
El artista multidisciplinar Álvaro Laiz, Fellow de National Geographic y ganador del premio Sony Photography Awards dos años consecutivos (2019, 2020), se ha sumergido durante más de seis años en una investigación científica, antropológica y artística para seguir las huellas de los cazadores que cruzaron el Estrecho de Bering hace más de 20.000 años y que dejaron una huella invisible que une a una parte de la humanidad: el ADN del remoto pueblo Chukchi.
El resultado de este viaje es la exposición THE EDGE, una muestra que está compuesta por 8 series diferentes e interconectadas que permiten hacer un recorrido a través del tiempo y la genética. Cada serie utiliza técnicas diversas como la fotografía de larga exposición, procedimientos analógicos como el colodión húmedo o una reinterpretación del carbón transportado y se materializa en soportes como el retrato, piezas audiovisuales y sonoras o el grabado.
THE EDGE comienza con la serie "Información Relativa", que parte de la premisa de que todo el mundo comparte un legado que conecta pasado y presente: el ADN. Esa multitud de "yoes" interiores se ha materializado de forma visual en 28 retratos de miembros relevantes de las comunidades chukchi, quechua, aymara y navajo. A través de la técnica de la fotografía de larga exposición, que comprende un lapso de tiempo más largo del habitual, se traslada esa conexión con el pasado que cada persona lleva dentro por naturaleza.
Del pasado implícito en el presente se llega a la serie "La Caverna", una pieza audiovisual que habla de la memoria colectiva. Parte de los datos de ADN de estas poblaciones y transforma sus cadenas de aminoácidos en frecuencias sonoras. Una serie de impulsos sonoros localizados en las frecuencias más graves, que hacen vibrar sutilmente el suelo transmitiendo una sensación de cercanía a los impulsos primarios por parte del público asistente y que están vinculados a la música de las danzas chamánicas, la forma primitiva de memoria cuando no existía todavía el lenguaje oral ni escrito.
"Mapas de lo Invisible" invita a considerar la relación con el entorno más inmediato y el pasado más remoto a través de una serie de recorridos a pie, desde el Estrecho de Bering hasta Tierra de Fuego. A través de esta pieza audiovisual se trasladan las sensaciones que vivieron los primeros humanos al recorrer los páramos helados de la tundra ártica o al adentrarse en las impenetrables selvas de Centroamérica.
Postales para mañana, Paradoja del Horizonte, Flujos de tiempo profundo y Strange Tools son el resto de series que componen esta exposición, que está abierta a todos los públicos en la Galería Freijo hasta el 30 de diciembre (Calle de Zurbano 46, Madrid).