Cleverea aporta una serie de útiles consejos para que los viajes largos en el coche sean seguros y agradables
Se acerca el puente de diciembre y las Navidades, dos momentos en los que miles de españoles planifican las segundas mayores vacaciones del año o al menos una buena escapada y en esta ocasión, tal y como están las cosas, muchos optarán por viajar en coche. Y es que, según los datos que maneja Cleverea , la empresa líder en seguros online para automóviles y motos, se esperan alrededor de 9 millones de desplazamientos en el puente de diciembre y más de 20 millones en las fiestas de Navidad.
Un viaje largo en coche con nuestra familia, amistades o pareja puede ser una experiencia maravillosa o todo lo contrario. La diferencia de resultado depende de nosotros más de lo que parece, ya que no planificar debidamente el trayecto puede hacer que nos veamos envueltos en más de un problema que podríamos haber evitado con facilidad. Por ello, los expertos de Cleverea nos muestran algunos consejos para que planifiquemos bien el viaje y todo salga tal y como deseamos:
1. Poner a punto el coche
Lo más importante a la hora de planificar un viaje es asegurarnos de que el coche está en óptimas condiciones. Según los datos recogidos por Cleverea, 3 de cada 10 conductores no revisan adecuadamente sus vehículos antes de viajar y, aunque no lo creamos (o no queramos creerlo), las averías ocurren. De hecho, el no hacer la revisión antes de un viaje aumenta las probabilidades de sufrir una avería en un 50 %, por lo que queda claro que no merece la pena jugársela.
Es cierto que el aumento de los precios del carburante ha encarecido los desplazamientos en vehículos particulares, pero pagar la reparación de un coche que nos deja tirados en la carretera, con el consiguiente perjuicio a nuestras vacaciones, sí que dispara cualquier presupuesto que nos podamos haber hecho para el viaje. Podemos hacerlo nosotros si tenemos el conocimiento apropiado o consultar en un taller (que es siempre lo más recomendable y seguro), pero sea como fuere, estas son las cosas que debemos revisar siempre en nuestro vehículo cuando vamos a hacer un desplazamiento largo por carretera:
- Neumáticos: verificando que la presión de las ruedas se encuentra en los valores indicados por el fabricante en función de cómo vaya de cargado el coche.
- Aceite: sacando la varilla con el motor frío, limpiando primero la varilla con un trapo, introduciéndola de nuevo y al sacarla comprobar que el nivel se encuentra entre las dos muescas de niveles mínimo y máximo.
- Líquido refrigerante: el depósito debería ser semitransparente y el nivel debería de encontrarse entre las marcas de mínimo y máximo.
- Líquido de frenos: hay que vigilar que no falte en el depósito con tapón negro.
- Líquido de la dirección: se revisa igual que el aceite, pero con el motor en caliente, el depósito tiene un dibujo de un volante en un tapón.
- Limpiaparabrisas: revisar que el limpiaparabrisas funciona correctamente y que no falta líquido en el depósito. También es conveniente cambiar las varillas del limpiaparabrisas si tienen mucho uso.
- Gasolina: asegurarnos de que tenemos suficiente para llegar al donde vayamos a repostar o a nuestro destino.
- Aire acondicionado y calefacción: comprobar que funcionan correctamente.
Además, hay que arrancar el coche y ver que la batería funciona correctamente, que no hay luces fundidas y que tenemos los sistemas de señalización y seguridad. Si está todo en orden, podemos partir sin miedo a pasar la cena de nochebuena con el señor de la grúa.
2. Comenzar descansados
Es fundamental no trasnochar la noche anterior, por ello es mejor tener el equipaje preparado y todo lo que nos vayamos a llevar con un día de antelación, una buena lista nunca falla, así podremos irnos a la cama pronto y estar descansados para el gran viaje. Y no solo el conductor, sino que también los acompañantes, si todos estamos descansados, se reducirá el nivel de estrés en el vehículo ante las horas que nos esperan por delante.
3. Algo más que poner el destino en el navegador
Los navegadores son unos inventos maravillosos que nos han facilitado inmensamente la vida, pero eso no significa que dejemos que la tecnología decida por nosotros. Cuando vamos a emprender un viaje largo no debemos, simplemente, subirnos al coche, encender el navegador y seguir sus instrucciones para llegar por el camino más largo. En los viajes largos haremos unas paradas obligatorias para descansar, repostar o tomar algo y quizá otras por placer. Podemos planificar el viaje buscando desviarnos de la «ruta más rápida» para ir bordeando un bosque de pinos centenarios o tomar la carretera de la costa para que el mar nos acompañe un trecho del camino. Por lo tanto, planificar la ruta de antemano, ver qué dice el navegador e introducir nuestras preferencias y las paradas que vamos a hacer también hará de nuestro viaje un trayecto más seguro y ameno.
4. Hacer paradas
Es recomendable hacer una parada de 20 minutos cada dos horas de viaje o cuando hayamos recorrido entre 150 y 200 km. La fatiga al volante es una de las causas más comunes de accidente. En concreto, se estima que es la responsable directa del 30 % de ellos, así que no es para tomárselo a la ligera.
Por eso, los expertos de Cleverea insisten en que incluyamos estas paradas en la planificación del viaje y recomiendan que busquemos lugares para hacerlas en los que nos apetezca parar o en los que encontremos algún aliciente. Esto tiene una explicación muy simple: cuando empezamos un viaje al volante, y más si es largo, nos preparamos para pasar muchos kilómetros en la carretera y, a menudo, queremos ahorrar tiempo. Por eso, tendemos a estirar el rato de conducción entre paradas lo máximo posible, llegando a veces a parar solo si nos vence la fatiga.
La recomendación de buscar paradas con ciertos estímulos hará que descansar nos resulte más divertido y que no pensemos en el trayecto como un medio para llegar sino como parte del viaje. Hay personas que piensan que para descansar de la conducción, a veces viene bien echar una pequeña siesta, pero es mucho mejor hacer estiramientos y algo de ejercicio que nos active la circulación. Parece mentira, pero tras una carrera corta y unos cuantos saltos, es más fácil que nos sintamos descansados para conducir de nuevo que tras un sueño ligero. Y si en el coche hay otro conductor, cambiar en las paradas.
5. Zonas de repostaje
Ya que el carburante ha subido tanto, planificar el viaje nos permite buscar con antelación las gasolineras más económicas de nuestra ruta o en cuáles tenemos más ventajas si tenemos alguna tarjeta de fidelización.
Además, para ahorrar gasolina ya sabemos que hay que, en la medida de lo posible, evitar los atascos y el tráfico denso que nos hagan estar frenando y acelerando, por lo que si podemos salir un día antes o después mejor, mantener una velocidad uniforme, no cargar demasiado el coche, llevar los neumáticos con la presión adecuada y las ventanillas subidas.
6. Ocio al volante para toda la familia
Cada viaje tiene su BSO y esa es otra cosa que es bueno planificar. Si vamos a ser muchos en el coche, puede que cada uno quiera tener su momento estelar o puede que elija la persona que vaya al volante en ese momento, pero, sea como sea, lo que no podemos permitirnos es mirar el teléfono o el reproductor buscando «aquella canción que sonaba tan bien» mientras conducimos. Crear varias listas de reproducción nos va a ayudar a mantenernos despejados (cantar mientras se conduce es mejor que el café para no adormecerse) y podremos contentar a todos los pasajeros.
La ventaja de crear varias listas es que tendremos opciones para elegir según el humor en el que nos encontremos sin tener que distraernos en la carretera y, además, los rituales de preparar un viaje siempre son emocionantes. Mucho más si es la música que nos va a acompañar.
Buscar juegos que nos mantengan entretenidos también es una buena idea. Sobre todo si vamos con niños a los que, debido a su distinta percepción del tiempo, pasar media hora en un coche ya les parece un trayecto interminable. Los juegos nos mantendrán entretenidos y el tiempo entre paradas volará. Podemos recurrir a los clásicos como el veo-veo, adivinar un personaje con preguntas, encadenar palabras o podemos inventar nuestro propio juego. El truco está en llevar todo pensado de antemano para que no nos veamos con la necesidad de entretener niños que se estén hartando y no se nos ocurra nada.
7. ¿Alguien se marea?
Hay pocas cosas más molestas en un viaje largo que pasarse varias horas mareado y con nauseas. En el cuerpo tenemos distintos receptores que informan al cerebro de nuestra posición en el espacio. Estos receptores están en los ojos, la piel, en los músculos, en las articulaciones y, en especial, en el oído medio, donde tenemos el líquido endolinfático, responsable del equilibrio. Los mareos ocurren por la discrepancia entre el hecho de que estemos en movimiento mientras nuestro cuerpo está parado, lo que hace que el cerebro reciba señales confusas y reaccione mandándonos síntomas de lo más desagradables que incluyen vértigos, malestar digestivo, cefaléas, pérdida de equilibrio, sudores fríos o vómitos, entre otros.
Y marearse es de lo más habitual, se calcula que un 40 % de la población lo hace en un coche, por ello, hay que tomar todas las medidas preventivas posibles para controlar la situación. Los expertos de Cleverea recomiendan lo siguiente:
- Medicación contra el mareo. Las pastillas contra el mareo están bien, pero es mejor consultar antes con el médico. Sobre todo en el caso de niños, que son los que tienen más propensión a sufrirlos. Hay remedios naturales que también son eficaces, como el jengibre o la manzana.
- Comer ligero. Antes de emprender el viaje o durante las paradas que hagamos, es bueno comer ligero y evitar los alimentos grasos o con carbohidratos. Mejor picar pequeñas cosas durante el trayecto que parar y comer copiosamente, esto también beneficiará a los conductores porque no sufrirán somnolencia asociada a la digestión. Mejor dejar el darse un buen homenaje para cuando hayamos llegado.
- Asiento delantero. Debe reservarse, si es posible, a las personas propensas al mareo. Mirar al horizonte, en vez de a un respaldo ayuda mucho a que esos mensajes que recibe el cerebro no sean tan incongruentes.
- Buscar distracciones. Esto también es muy importante. Cantar, jugar a algún juego, hablar de algo interesante..., cuanto menos nos concentremos en la posibilidad de marearse, mucho mejor. Dormir también ayuda. Y mejor no leer o mirar el móvil.
- Hidratación. Hay que hidratarse frecuentemente aunque el estómago revuelto nos quite las ganas de beber, pero siempre con pequeños sorbitos cada poco tiempo y nunca llenándose el estómago de agua.
- Conducción. Disminuir la velocidad y tratar de llevar una conducción suave y fluida, también ayudará mucho a las personas que sufren mareos.