El 15 de noviembre es el día del Kamaboko, alimento originario de Japón y que es típico en sus elaboraciones culinarias. El Kamaboko es un pastel de pescado cocido al vapor que se hace con surimi, se trata de un producto que puede comerse solo, acompañado de distintas salsas o integrado en sopas y otros platos típicos de la cocina japonesa.

El Kamaboko es solo una de las muchas elaboraciones que pueden hacerse a base de surimi. Otra de esas preparaciones son las barritas Krissia®. El surimi que utilizan en Krissia® se obtiene a partir de las partes más nobles de los lomos del abadejo de Alaska, un pescado blanco de la familia del bacalao, con los que se consigue surimi de la más alta calidad. Por eso, sus barritas son una forma perfecta de completar las raciones de proteína de pescado semanales recomendadas por expertos. Además, son versátiles y nutritivas, ya que contienen un gran aporte natural de proteína de pescado de calidad, vitamina B12 y Omega 3.

Para reivindicar el origen japonés del surimi, ingrediente principal de las barritas Krissia®, y poner en valor su calidad y versatilidad, la marca ha colaborado con el chef 3 estrellas Michelin Ricardo Sanz. Ricardo es un prescriptor de la conexión entre la culturajaponesay la mediterránea. Su gastronomía se caracteriza por la calidad de la materia prima y por la sencillez y elegancia de sus elaboraciones. "Viajé hace muchos años a Japón y ahí descubrí el surimi. Desde entonces, lo he introducido en muchas de mis elaboraciones porque es un ingrediente que me encanta".

Aprovechando el día del Kamaboko, la marca se ha aliado con el chef para crear un menú compuesto de elaboraciones exclusivas, como: futomaki de espinaca y Krissia®, ensalada de alga wakame y Krissia®, Nigiri de Krissia® a la bilbaína, etc. Esta no es la primera vez que Krissia® trabaja junto a Sanz: su colaboración comenzó en junio con un showcooking de Ricardo durante un evento en el que la marca dio a conocer la historia del surimi en Japón a través de talleres, charlas y actividades.