La contaminación de los océanos, asignatura pendiente contra el cambio climático en la celebración de la COP27

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La contaminación de los océanos, asignatura pendiente contra el cambio climático en la celebración de la COP27

Con la celebración de la COP27 a menos de un mes, desde Gravity Wave inciden en cómo los mares y océanos pueden influir en el cambio climático

Gravity Wave trabaja por aportar soluciones reales y por implicar a las empresas en la limpieza de los mares y océanos

La celebración de la COP27 de la ONU, prevista para el próximo mes de noviembre, está a la vuelta de la esquina. Sin embargo, como ya ocurrió durante la COP26 y como puede volver a suceder, es previsible que no se tenga en cuenta la vinculación entre el cambio climático y los océanos.

Desde Gravity Wave, startup social dedicada a la limpieza de plásticos de mares y océanos, inciden en que “todas las acciones que se plantean para reducir las emisiones de CO2 son necesarias y urgentes, pero si no se tiene en cuenta a los océanos, las medidas para hacer frente el cambio climático no servirán de nada. Y es que la labor de los mares y océanos es más importante de lo que puede parecer. Tanto, que los océanos son responsables de la producción de más del 80% del oxígeno, absorben el 90% del exceso del calor producido y capturan más del 30% de C02, convirtiéndose en el mayor sumidero de carbono del planeta”, afirma Amaia Rodriguez, Cofundadora de Gravity Wave.

Sin embargo, en los últimos 200 años, casi la mitad del CO2 generado por las actividades humanas se ha incorporado a los océanos, calentando y acidificando las aguas. Un ejemplo de ello es el dato que arroja un estudio publicado recientemente por la ONG Ocean Cleanup: entre el 75 y 86 % del plástico y basura del Gran Pacífico procede de la actividad pesquera de las principales naciones industrializadas, como Estados Unidos, China, Japón o Corea.

Las consecuencias son evidentes: el nivel del mar está subiendo y los ecosistemas marinos están sufriendo. En este desolador contexto es imprescindible que países, empresas, organizaciones internacionales, etc. tomen conciencia. Es aquí donde entra la labor de Gravity Wave.

Soluciones reales a un problema aún más real

El compromiso de las empresas que se asocian con Gravity Wave es el mayor ejemplo de que no hay que esperar más para cambiar las cosas. Apostar por la economía circular y por un futuro más sostenible puede ser incluso una forma de generar riqueza para las empresas.

Por un lado, desde Gravity Wave recuperan de las profundidades del mar redes de pesca fantasma para fabricar piezas únicas de valor diferencial: mobiliario y productos de valor para la sociedad. Ejemplo de ello son las letras decorativas #Calpe ubicadas en la playa de este municipio, gracias al acuerdo con el ayuntamiento de Calpe. Con este proyecto han creado unas letras decorativas hechas con redes de pesca 100% reciclado que más allá de limpiar el mar, dan solución a los residuos retirados de mares y puertos.

Sin embargo, no solo a través del reciclado de plásticos del mar es posible poner solución a la contaminación de mares y océanos y, por ende, al cambio climático. Las empresas pueden – y deben – llevar a cabo diferentes proyectos sostenibles que, además, puedan suponerles un beneficio.

Desde Gravity Wave han cerrado numerosos acuerdos con diferentes compañías que quieren apostar por la sostenibilidad y el cuidado de los mares y océanos. Con la compañía automovilística MINI cerraron recientemente un acuerdo por el que esta empresa se compromete a limpiar 10 toneladas de plástico de mares y océanos. Pero, además, también están llevando a cabo diferentes acciones de concienciación como la realizada este pasado verano con un coche MINI 100% eléctrico vinilado. Con él, recorrieron las costas mediterráneas para hacer visible en un objeto tangible su compromiso con el cuidado del planeta y los océanos, buscando también concienciar a la sociedad.

Con Garden Gourmet y su alternativa vegetal al atún, VUNA han firmado un acuerdo para eliminar 14.5 toneladas de redes fantasma de los mares durante este año. Por otro lado, Viña Esmeralda se ha comprometido a limpiar 27 toneladas de plástico de las costas y puertos del Mediterráneo durante el 2022. Por cada botella de vino vendida, retiran el equivalente a 10 botellas de plástico del mar Mediterráneo.

En definitiva, estos son solo algunos ejemplos de cómo cuidar la salud de mares y océanos supone un granito más en la lucha contra el cambio climático, cumpliendo así con el ODS 14 (conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos), y de cómo apostar por la sostenibilidad puede aportar rentabilidad a las empresas.

Sin embargo, es necesario recalcar que todas estas acciones ayudan pero siguen siendo insuficientes. Si no se cierra el grifo de entrada de residuos de plásticos al mar y sin un sistema de gestión eficiente por parte de Gobiernos e instituciones y si encima no se aprovecha la celebración de eventos como la COP27 para comprometer firmemente a países de todo el mundo, toda acción queda empequeñecida. “Un claro ejemplo es que hasta hace poco en España no se gestionaban adecuadamente los residuos. Gravity Wave, a través de su proyecto, está impulsando poco a poco esta iniciativa que debería implementarse en aquellas zonas y países donde aun carecen de planes de gestión de residuos. Además, es imprescindible que se legisle y se le ponga límites a las empresas productoras de residudos que no cumplan con una gestión de residuos sostenible”, concluye Amaia Rodríguez. 

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