A medida que evolucionan las tecnologías, los comercios y consumidores demandan formas más rápidas de realizar transacciones, tanto para el pago de productos y servicios, como para los envíos de dinero.

En la actualidad, es evidente que el crecimiento y la expansión de la tecnología es infinita. Hace unos años no concebíamos la posibilidad de pagar a través de un reloj, ni con otras formas de pago alternativas al dinero en efectivo o la tarjeta física. No obstante, a medida que se producen avances tecnológicos, los comercios y consumidores se vuelven más exigentes, demandando soluciones más seguras, rápidas y cómodas.

Somos conscientes de que la principal ventaja del dinero en efectivo es la instantaneidad con la que los comercios reciben el dinero de las compras realizadas por sus consumidores. Sin embargo, la incapacidad de uso de este método en los nuevos canales digitales de compra ha propiciado que sea necesaria la aparición de nuevas formas de pago que se adapten a las innovaciones tecnológicas que nos rodean, así como a la comodidad en el proceso de pago que requieren los usuarios.

Para satisfacer la experiencia deseada por los consumidores, especialmente en el canal online, los nuevos métodos de pagos instantáneos se han convertido en un aliado fundamental, ya que constituyen una opción de envío y recepción de dinero en tiempo real, adaptada al canal de compra que mayor crecimiento ha experimentado en los últimos años. Pero ¿cuál es el método de pago que cumple con todos estos requisitos? 

La iniciación de pagos hace posible la instantaneidad de las transacciones. Esta forma de pago permite abonar compras a los consumidores tan solo disponiendo de su servicio habitual de banca online, sin necesidad de tener que realizar procedimientos tediosos que puedan ocasionar el abandono de compras.

El principal elemento diferencial que tienen frente a otro tipo de pagos es que la transacción se realiza de cuenta a cuenta, lo que supone una ventaja tanto para comercios como para consumidores. Para los comercios, porque se aseguran de que los ingresos quedan registrados en su cuenta, y para los usuarios, porque no necesitan disponer de elementos adicionales como tarjetas o dispositivos para realizar el pago.

Tras la entrada en vigor de la normativa europea de pagos PSD2, la aparición de compañías que realizan la iniciación de pagos no deja de crecer y es que, según un estudio de Juniper Research, se espera que el volumen de pagos instantáneos aumente un 470% para el año 2028. Por ello, desde Sipay queremos hablarte de cuáles son las características y las ventajas de los pagos instantáneos, o las transferencias de cuenta a cuenta:

Simplicidad y eliminación de fricciones de compra, pues no necesitan que el usuario se registre en ningún sitio ni se descargue ninguna APP, como sí sucede con otras modalidades de pago.

Imposibilidad de cancelación del pago por parte del usuario. De esta forma, el comercio se cerciora de que no va a haber chargebacks o cancelaciones de las operaciones.

Confirmación instantánea que permite a los comercios tener la certeza de que se va a recibir el dinero de la transacción.

Inmediatez, ya que elimina los tiempos de espera para recibir el dinero que generalmente poseen otros métodos de pago.

Mejora la experiencia de usuario en el proceso de pago al ofrecer una forma adicional para abonar la compra.

En Sipay, compañía con más de 25 años en el sector de los medios de pago, somos conscientes de que los comercios deben adaptarse a las últimas novedades del mercado con el fin de ofrecer las mejores soluciones a sus clientes, que ya no solo demandan buenos productos y servicios, sino una buena experiencia durante todo el proceso de compra. Con la incorporación del servicio de iniciación de pagos Sipay mejora su posicionamiento en el sector y amplía su oferta de métodos de pago alternativos a las tarjetas, lo que demuestra la apuesta de la compañía por ayudar a los comercios a vender más y mejorar la experiencia de los usuarios finales.