Además de otorgar un certificado de dominio del idioma, aprobar un examen de inglés oficial también supone una serie de beneficios académicos y profesionales que abren muchas puertas en el campo académico y laboral.
Estos exámenes suelen tener un nivel de complejidad alto, por lo cual es necesario preparar su presentación previamente para garantizar un buen resultado final.
Beneficios de estudiar para el examen
Preparar un examen de inglés depende de las características propias del estudiante y sus aptitudes en el manejo del idioma. El examen debe abordarse en virtud del nivel que se desea adquirir, por lo que su preparación va a estar articulada a conocimientos y experiencia previos.
Es por esto que una de las principales ventajas de preparar un examen de inglés es que necesariamente el nivel de manejo del lenguaje va a subir en mayor o menor medida. Esto supone un esfuerzo mucho más alto, ya que la mejoría debe evidenciarse en un período de tiempo corto, lo que obliga al aspirante a estudiar de una manera más consciente y con una meta clara.
Los exámenes, por lo general, están hechos para certificar el buen manejo del inglés formal, ya sea para el ámbito laboral o el ámbito académico. En consecuencia, la preparación debe estar también encausada a mejorar las competencias para este tipo de escenarios, lo que permite que el aspirante adquiera un nivel del idioma más sofisticado, mejorando su comunicación desde una perspectiva menos coloquial.
Aun así, preparar el examen también ayuda a mejorar todas las habilidades lingüísticas del aspirante, por lo que no solamente su comunicación se va a tornar más sofisticada, sino que también logrará fluidez y seguridad en todos los escenarios en los que se desenvuelva. En términos de crecimiento personal, aprobar el examen de inglés supone un reto.
La preparación permite reconocer los pasos a seguir para lograr un propósito complejo y mejorar las formas de gestionar y planificar una situación difícil. Esto también ayuda a ganar confianza y seguridad frente al uso del idioma, a reconocer el nivel en el que se encuentra el aspirante, a acceder a material de estudio actualizado y diseñado para aprobar un examen reconocido mundialmente, etc.
Preparación guiada
Su preparación no solamente permite obtener buenos resultados en una prueba clasificatoria, sino que también genera incentivos que estimulan la seguridad y el buen uso del idioma en escenarios formales e informales. Por estas razones, desde academias como Aula Inglés Academy recomiendan preparar el examen de inglés con el acompañamiento de docentes expertos en la materia, por lo que ofrece a sus estudiantes un completo curso de formación para diferentes pruebas. Consideran que una adecuada preparación para exámenes como Aptis ESOL, Cambridge, TOEIC o LanguageCert debe ser específica para el examen. Todos sus programas formativos trabajan de lo específico a lo general, es decir, a través de los fallos en los ejercicios de examen, se trabaja el inglés general, es decir, la gramática y el vocabulario que el alumno necesita y por las que no se están obteniendo las puntuaciones deseadas, siendo la base del resto de componentes de un examen oficial (Listening, Reading, Speaking y Writing). Este enfoque, sumado a trabajar las técnicas de cada ejercicio y los trucos para resolverlos de manera más eficiente, hacen que la preparación para un examen oficial sea mucho más rápida, y, por tanto, más económica, además de liberar de estrés al estudiante, ya que no tiene que dominar todos los resquicios de la lengua inglesa, sino centrarse en los temas y los requerimientos del examen. Con ello y el esfuerzo del alumno, el título oficial de inglés está garantizado.