El restaurante, gestionado por el grupo Quibuch desde 2012, está ubicado en una antigua caballeriza del S.XVII, en el corazón del Born 

La cocina a la brasa, basada en productos de proximidad y de alta calidad, es su plato fuerte, junto con una carta de vinos con referencias de pequeñas bodegas 

Disfrutar de la mejor cocina a la brasa, de platos elaborados con productos de calidad y de proximidad (vegetales del Parc Agrari del Baix Llobregat), y hacerlo bajo el cobijo de unas gruesas paredes de piedra y unas arcadas medievales del S.VII se puede hacer en muy pocos sitios. Es lo que ofrece el emblemático restaurante Arcano (Mercaders, 10). Este establecimiento, ubicado en el corazón del barrio barcelonés del Born es, sin duda, uno de los restaurantes con más encanto de Barcelona, gracias, en parte, a que ocupa unas antiguas caballerizas del XVII exquisitamente restauradas, lo que le otorga un ambiente mágico y lleno de historia. 

Este otoño de 2022, el restaurante Arcano celebra una década bajo la batuta del grupo Quibuch (fundado por Gabriel Buchaillot, Claudia Quintero y Germán Buchaillot), con Gianluca Bove como director y el chef Nicolás Limarino al frente de los fogones. Y lo hace ofreciendo una cocina de mercado basada en la brasa y maridada con una cuarentena de referencias de vinos de pequeñas bodegas y de bodegueros con una historia detrás, con las que quiere reconquistar el corazón y el paladar de los barceloneses.

Y es que, tal como Gabriel Buchaillot explica, “estamos ocupando uno de los locales con más historia de la ciudad, por eso nos vemos casi obligados -y con mucho gusto- a contar historias con nuestra cocina y con nuestros vinos”.

Porque, efectivamente Arcano tiene más de una historia que contar. El local funciona como “casa de comidas” desde el año 1988. Durante 12 años, y hasta el 2002, en él se servían tapas y “cosas de picar” con vinos y vermuts. Posteriormente, Arcano se convirtió en un restaurante ecléctico y cosmopolita, pero que ocultaba la belleza de sus paredes y techos. No fue hasta la llegada del grupo Quibuch, cuando el restaurante Arcano recuperó su belleza innata, la de unas piedras llenas de historia. En estos 10 años de andadura, el restaurante ha sabido ganarse una buena fama, especialmente entre un cliente foráneo que sabía encontrar las mejores joyas de la ciudad. 

En una ubicación única

Y es que, el restaurante Arcano se ha erigido como uno de los restaurantes más singulares de Barcelona. Un local con encanto para los que buscan una cena romántica. Su céntrica ubicación también lo convierte en imprescindible: ubicado a dos pasos de la Catedral de Barcelona, próximo a la vía Laietana y a pocos metros del mercado central de Santa Caterina, del Museo Picasso y del Moco Museum.

Hoy, esta antigua caballeriza del siglo XVII luce como el primer día su hermosa impronta románica, sus formas arqueadas y paredes de piedra. Un lugar de lo más especial que no deja indiferente a sus comensales por sus características arquitectónicas, por sus piezas pictóricas que periódicamente van rotando en sus paredes (suelen exponer cuadros de artistas emergentes), y ahora, también, por sus exclusivos muebles de la firma argentina Drift, que se irán exponiendo en algunos rincones del local (también estarán a la venta).

Al reencuentro del comensal local

Coincidiendo con este décimo aniversario, los impulsores del local quieren “que los vecinos vuelvan a reencontrarse con Arcano, con nuestra cocina y con este maravilloso local y su historia”, subraya Gabriel Buchaillot. En definitiva, quieren enamorar de nuevo a sus clientes tanto por la vista como por el paladar.

Para ello, seguirán fieles a su filosofía: cocina basada en la cocción al horno, y la búsqueda del mejor producto. De hecho, son grandes expertos en carnes premium a la brasa. Así, son famosos su entrecot de novillo real argentino y su solomillo angus argentino, que el comensal puede combinar con diversos acompañamientos al gusto. Pero también son muy apreciados su Steak Tartar de solomillo angus, su Pluma ibérica con crema de cacahuetes y boniato ahumado, o su French rack de cordero a la brasa con verduritas dulces. 

Otros platos muy recomendables son las Patatas baby braseadas con “nuestra” salsa brava ahumada; el Huevo campero a baja temperatura con setas braseadas, cremoso de patatas y trufa negra; el Lomo de atún a la brasa rebozado en sésamo, vinagreta japonesa, salteado de tirabeques y pak choi; la Variedad de Tomates Km0, olivas de kalamata, chalotas encurtidas y perlas de vermut; la Selección de verduras de temporada en diferentes cocciones con salsa romesco; o los Brotes tiernos con pato confitado y vinagreta de tres mostazas aromatizada con miel de flores (siempre con verduras del Parc Agrari del Baix Llobregat).

En la bodega, Gianluca Bove selecciona aquellos vinos “poco conocidos y de bodegas pequeñas, que demuestran muy bien el terroir de la uva”. Una selección de 41 referencias con claro predominio de vinos de proximidad, “vinos que tienen sinergias con nuestra carta; a poder ser, de baja producción, de buenas añadas y que se encuentran en su mejor momento”, explica el director del restaurante.