Los negocios tradicionales pasan a ser franquicias en el momento en que su crecimiento así lo determina. Un paso lógico y complejo, que debe estructurarse de manera organizada para poder lograr llegar a la franquicia con éxito. Los negocios tradicionales, mayoritariamente familiares, buscan hoy en día la manera de permanecer vigentes y actualizados en un mundo cambiante y con nuevas pautas de conducta de los consumidores. Los asesores en franquicias Barbadillo y Asociados llevan adelante un plan minucioso y preciso, optimizando los recursos para conseguir un éxito asegurado.
Del proyecto a la franquicia
Para iniciar el proceso de franquiciarse, lo primero que hay que validar es el modelo de negocio, cuyas características deben permitirle ser duplicado sin excesivas complejidades. Según Barbadillo y Asociados, tras esta primera valoración, debe realizarse un análisis para considerar las posibilidades de la franquicia, determinando si el proyecto es viable para llevarlo a cabo. Este punto es el más importante, ya que permitirá sentar la base sobre la que tendrá éxito o no la franquicia. Para evitar errores, hay que sincerarse sobre la realidad de la empresa, admitiendo tanto las fortalezas como posibles debilidades, así como la forma de reforzar los puntos que pueden fallar. Para poder franquiciar un negocio, este debe demostrar su capacidad de duplicarse, demostrando que funciona y que puede mantenerse en el tiempo. En este punto, se parte de un plan de viabilidad y el desarrollo documental necesario.
El éxito más allá del negocio tradicional
Una vez que el negocio ha sido valorado y las condiciones del proyecto determinadas en detalle, los consultores de Barbadillo y Asociados desarrollan la base documental del mismo, donde se encuentran los elementos que conformarán la estructura de la franquicia. El dossier comercial, un contrato y precontrato de franquicia y los manuales operativos de la misma son requisitos indispensables, además del manual de identidad visual e imagen corporativa del negocio. Poder llevar un negocio organizado facilitará la tarea de franquiciarse, ya que no todos los negocios tradicionales cuentan con estos documentos.
Los asesores, además, determinarán las condiciones económicas, jurídicas, relacionales y estructurales, cumpliendo con el diseño general.
Otro de los puntos importantes es el proceso de captación de emprendedores. Esta parte es fundamental para garantizar el éxito de la franquicia, ya que una elección apresurada de socios, que no tengan la solvencia adecuada puede poner en peligro no solo la red franquiciada, sino también la marca de la empresa.
La seriedad con la que se lleva a cabo el proceso de franquicias garantiza tanto el capital involucrado por parte de los socios como el posicionamiento del negocio de manera sólida, buscando mejorar la cuota de mercado, con alta rentabilidad.
Poder contar con el asesoramiento de una consultora con más de 34 años de experiencia, líder en el mercado español de franquicias, es fundamental a la hora de tomar la decisión de transformar un negocio tradicional en una marca a franquiciar.