El sector de las aeronaves no tripuladas está en pleno crecimiento. Cada vez, se está más acostumbrados a escuchar noticias sobre la multitud de usos que se están implementando con este tipo de aeronaves
El sector de las aeronaves no tripuladas está en pleno crecimiento. Cada vez, se está más acostumbrados a escuchar noticias sobre la multitud de usos que se están implementando con este tipo de aeronaves
Están surgiendo una gran cantidad de empresas nuevas y la posibilidad real de encontrar empleo que se están generando día tras día, gracias al desarrollo y la profesionalización de las personas dedicadas a este campo.
Según PLANORÁMICA, especialistas en cursos de pilotos de drones en Madrid, La formación del piloto, tiene un papel muy importante, es un elemento imprescindible para que el sector termine de despegar y para que esta profesionalización vaya cogiendo forma, de manera que todas las personas dedicadas a esta profesión de presente y futuro, centren sus fuerzas en un mismo objetivo, hacer crecer el sector de una manera constante y profesional.
El uso comercial de drones es una actividad que abarca un gran número de actividades profesionales y sectores industriales diferentes tales como:
Empresas audiovisuales: para la grabación de eventos publicitarios, deportivos y particulares (como las grabaciones de bodas a vista de dron)
En agricultura: permite el seguimiento de los cultivos
Para la planificación del uso del suelo: realiza catastros, georreferenciaciones, trazados 3D, ortofotografías
En logística: con la entrega de paquetes
En seguridad: ayudan a los bomberos, ya que permiten transcribir imágenes en vivo del fuego y su origen, en particular mediante termografía, así como el posible flashback.
La utilización de drones en la construcción
Salvando vidas: ayudando a los equipos de emergencia a tomar decisiones más rápidas. Localizan personas en alta mar o desaparecidas en tierra
Actualmente, este sector se encuentra regulado bajo una legislación europea (2019/947), la cual afecta a todos los países miembros por igual, aunque bien es cierto, que además de esta legislación, cada país, cuenta con sus propias limitaciones operacionales en función de la zona donde se vaya a desarrollar una operación de vuelo con este tipo de aeronaves.
Como se ha comentado anteriormente, para entender todo este tipo de requisitos y limitaciones impuestos por organismos como AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea) y EASA (Agencia Europea de Seguridad Aérea) es fundamental, que las personas interesadas en estudiar con profundidad y saber más sobre este campo y el mundo que rodea a las aeronaves no tripuladas, obtengan todos los conocimientos teóricos y prácticos requeridos por las organizaciones reguladoras, con el fin, de que una vez terminada la formación, las operaciones que se lleven a cabo, sean completamente seguras y basados en los conocimientos dispuestos en los manuales de formación dispuestos en el temario de piloto profesional de UAS.
El curso de piloto de drones STS, se divide en una parte teórica básica, (donde se estudian conceptos esenciales para entender por dónde va encaminado el sector de los drones, empezando por conceptos básicos sobre qué son los drones y cómo funcionan y enfocándose en operaciones de bajo riesgo), una parte teórica avanzada, donde se hace especial hincapié en la legislación actual y otros módulos basados en conocimientos generales sobre este tipo de aeronaves ligeras estudiando la viabilidad operacional de vuelos más complejos, dando un empaque más profesional basado en los escenarios operacionales europeos STS-01 y STS-02.
Además de esto, también se estudian las limitaciones y las características de las aeronaves y las posibles medidas de mitigación que el piloto debe conocer e incorporar a sus actividades a la hora de operar en escenarios que requieran una mayor complejidad operacional, así como, en escenarios urbanos, con personas ajenas a la operación o en las inmediaciones de helipuertos, aeródromos o aeropuertos.
Por otro lado, el curso lo conforma una parte práctica donde el piloto muestra sus habilidades de manejo con el UAS, a través de vuelos reales en un escenario seguro y acorde al desarrollo de estos vuelos prácticos tal y como indica la Agencia Estatal de Seguridad Aérea en su apartado formativo. Una vez que se han realizado las dos partes que conforman el curso, el piloto obtendrá el certificado oficial de piloto de drones el cual le permitirá desarrollar operaciones profesionales en cualquier país miembro y cumpliendo con las limitaciones establecidas en base a la regulación actual.
Las entidades capaces de facilitar toda esta formación, son entidades reconocidas por AESA las cuales, ejercen como escuelas formativas para la preparación de los exámenes oficiales de preparación en las que los pilotos podrán formarse como profesionales a través de los conocimientos teóricos y prácticos que enseñan, con el fin de mejorar el sector y que los alumnos salgan con un gran nivel de preparación y dispuestos a buscar un futuro en este mercado laboral.
Pero esta formación no solo está dirigida a futuros profesionales o personas que estén decididas a emprender en este sector, ya que la formación práctica y teórica es necesaria para cualquier persona que quiera volar un dron.
Conocer los espacios aéreos, los riesgos en tierra y en aire, las necesidades de permisos y coordinaciones previas, organizar los planes de vuelo y llevar el mantenimiento necesario, son herramientas imprescindibles para evitar cualquier accidente o negligencia y volar con seguridad.
Sin la necesidad de volar profesionalmente, respetar todos los elementos de un vuelo seguro siempre será importante para no tener ningún problema legal.
"En definitiva, los drones, han venido para quedarse, y la formación teórica y práctica juega un papel fundamental para dirigir y enfocar las bases en una profesión en pleno crecimiento y que promete ser aún más esperanzadora en el futuro".