Estudiar con una beca de fútbol en USA, ¿cómo funciona?

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Estudiar con una beca de fútbol en USA, ¿cómo funciona?

Estados Unidos es cada vez un país más diverso, más multicultural. Y, en la diversidad, entra el fútbol. El soccer es cada vez más popular en el país y las universidades americanas se han hecho eco de ello. Actualmente, más de 1.700 universidades ofrecen equipos de fútbol masculino y/o femenino, lo que resulta muy atractivo para cientos de futbolistas alrededor del mundo que buscan disfrutar de su deporte favorito sin renunciar a los estudios y, quién sabe, poder labrarse un futuro como profesional en el país.

Las nuevas generaciones norteamericanas han acogido el soccer como el segundo deporte más seguido y se acerca cada vez más al big three (baloncesto, béisbol y fútbol americano).

Cada vez más estudiantes universitarios optan por el fútbol como su deporte de entrada a la consecución de una beca deportiva que le permita financiar sus estudios en el país. Gracias a ello, el nivel es más competitivo y cuentan con equipamiento, preparación e instalaciones que no tiene nada que envidiar a las infraestructuras que posee un equipo profesional de cualquier parte del mundo. 

Sin embargo, la dinámica de un jugador universitario es algo distinta: las temporadas de college soccer son considerablemente cortas y, debido a ello, las ligas semiprofesionales de verano son una alternativa muy interesante para mantener la forma, mejorar las condiciones del futbolista e incluso trabajar en su reputación como jugador de cara al futuro.

Cómo funciona una temporada de soccer universitaria

El soccer es el segundo deporte más demandado por las universidades americanas con casi 85.000 estudiantes matriculados por todo el país, solo por detrás del fútbol americano. Las universidades, cada vez más, buscan futbolistas jóvenes fuera de los Estados Unidos. Aportan dinamismo y multiculturalidad a los alumnos, una cualidad que está muy reconocida cuando estos saltan al mercado laboral.

Sin embargo, la habilidad del futbolista en el campo no es el factor más importante a la hora de conseguir una beca. Tanto sus calificaciones en los años anteriores al acceso a la universidad como sus pruebas de inglés, serán igual o más importantes para que una universidad tome la decisión de concederle una beca a un deportista. Cuanto mayor sea la capacidad del becado en esos tres ámbitos, mayores posibilidades y mayor inversión ofrecerá dicha universidad.

La media de las becas, teniendo en cuenta todas las universidades del país, está en los USD 18,000 dólares anuales para los jugadores de soccer, cantidad que cubre los gastos de alojamiento, matrícula, alimentación… 

La competición universitaria de soccer tiene lugar durante la temporada de otoño o fall season, entre los meses de agosto y diciembre, siempre y cuando un equipo se gane un puesto entre los mejores del país. Normalmente, los equipos comienzan con su pretemporada durante la primera semana de agosto, puede que incluso en fechas anteriores. Es aquí donde abundan las pruebas de aptitud, las dobles sesiones y el momento de demostrar que un jugador merece un puesto importante dentro de la plantilla.

Poco después, tras algunos partidos amistosos, comenzará la competición, que alternará partidos que tengan relevancia para el récord del equipo de cara a su conferencia y otros compromisos que servirán para ponerlo a prueba a otros niveles. Tal vez, jugar contra equipos de otras organizaciones, conferencias o incluso de divisiones superiores. Serán una buena piedra de toque para conocer hasta dónde puede llegar un equipo.

Durante estos meses, se pueden llegar a jugar hasta 3 partidos por semana, por lo que compaginar el calendario deportivo con el académico puede convertirse en un problema. Los departamentos académicos y deportivos están en continuo contacto para seguir y evaluar el rendimiento de los jugadores dentro de las aulas y poner al alcance del jugador todas las facilidades para poder cumplir con sus obligaciones académicas, incluso durante los viajes para jugar fuera de casa.

Sin embargo, volviendo a lo puramente deportivo, dónde realmente se juegan la temporada los equipos es en el torneo final de conferencia, que se juega a finales de octubre, principios de noviembre. El equipo que salga victorioso de estas eliminatorias tendrá el privilegio de representar a su universidad y su conferencia en los torneos nacionales de la NCAA o NAIA. Para algunas universidades, resulta un premio más que suficiente llegar al bracket nacional. Para otras, llegar a las rondas finales e incluso disputar el título será su objetivo.

Estados Unidos: reino del fútbol femenino

Desde hace ya muchos años, Estados Unidos ha sido la meca del fútbol femenino. La selección nacional estadounidense ha contado con el mayor talento y recursos a su disposición gracias a la base creada a partir del fútbol estudiantil y universitario, que ha servido de ejemplo y referencia para jugadoras, cuerpos técnicos y federaciones de todo el mundo. Gracias a ello, han descubierto que el fútbol femenino tiene un gran lugar que ocupar.

Pero, si hay algún acontecimiento directamente relacionado con este hecho, ese fue la aprobación del Title IX, una ley federal, aprobada en 1972, que instaba a las universidades a dotar de instalaciones, presupuestos, número de becas de igual manera tanto a las secciones masculinas como femeninas de cada deporte. Esto permitió que, desde entonces, existiera una infraestructura competitiva sin igual para el fútbol femenino, repleta de equipos y oportunidades para jóvenes jugadoras con la que no contaba ningún otro país en el mundo.

De hecho, según un estudio realizado por la NCAA (una de los principales organismos deportivos universitarios) y la NFHS (principal organismo deportivo de educación secundaria), desde la firma y aprobación del Title IX la participación femenina en actividades deportivas creció en un 456 % y en un 901 % respectivamente para cada organismo, desde 1972 a 2005, lo cual marcó un antes y un después en la cultura deportiva estadounidense.

La consagración del soccer en las universidades americanas como una opción muy valorada y respetada para la sección femenina ha sido determinante para que cada vez más hombres consideren también Estados Unidos como una alternativa perfecta para seguir jugando al fútbol sin dejar de lado sus estudios.

Actualmente, casi 42.000 mujeres de todo el mundo están matriculadas en una universidad americana gracias a la práctica del fútbol, contando con la ventaja de que, gracias al Title IX, cuentan con un mayor número de becas disponibles y, por tanto, de inversión dedicada al soccer femenino.

La ruta al sueño de ser profesional

En los Estados Unidos, existen diversas rutas que pueden llevar a un jugador universitario a la posibilidad de optar a un contrato profesional. Por supuesto, esto guarda gran dificultad y sacrificio de cara a alcanzar el máximo de tus capacidades y poder conseguir una oportunidad. Pero si hay algún lugar ideal para poder intentarlo, ese es Estados Unidos.

Más allá de la temporada universitaria, existen torneos semiprofesionales durante los meses de verano, que dan la oportunidad a jugadores del college soccer de demostrar su valía y que cuentan con seguimiento por parte de ojeadores pertenecientes a clubes profesionales de Estados Unidos. Estas competiciones son: USL League 2 y National Premier Soccer League (NPSL).

La USL League 2 cuenta con numerosos filiales de equipos profesionales (sub-23) y pertenece al organismo United Soccer Leagues. Está compuesta por 74 equipos comprendidos por todo el país que disputan, entre los meses de mayo y agosto, una primera fase (dividida por zonas geográficas) en la que se juegan 14 partidos que dan acceso a las primeras rondas de playoff nacional.

Por su parte, la NPSL cuenta con una dinámica muy similar y es la opción más demandada por los deportistas universitarios que no cuentan con ningún tipo de contacto con los clubes profesionales y precisan de una plataforma en la que demostrar su clase. A ella pertenecen 92 equipos distribuidos por todo el país y el abanico de oportunidades resulta mucho más amplio para todos aquellos futbolistas que quieren forjar una buena reputación.

Este es el caso de uno de los deportistas que consiguió una beca de fútbol de la mano de All American Education: Daniel Ruiz. Tras su paso por la División de Honor juvenil española, Daniel firmó su beca en 2020 con Gannon University, una de las 10 mejores universidades de la División 2 de la NCAA. El pasado mes de abril se transfirió a Wayland Baptist University, en el estado de Texas. Gracias a su desempeño, consiguió la oportunidad de formar parte de la plantilla del club Lubbock Matadors de la NPSL. Coincidiendo con otros tantos jugadores de distintas universidades, el club ha finalizado la temporada de verano en la sexta posición de la Conferencia Lone Star de la Región Sur. 

Experiencias que enriquecen aún más el paso de un atleta universitario por los Estados Unidos. Para aquellos interesados en labrar su futuro académico disfrutando del deporte rey, All American Education ofrece la posibilidad, de forma gratuita, de evaluar sus opciones de conseguir una beca deportiva universitaria.

En la sección de fútbol de la página web de la agencia All American Education, se expone toda la información acerca de las distintas divisiones universitarias y requisitos necesarios para formar parte de cada una de ellas. 

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