«Todas las personas tenemos la capacidad de conectarnos con el más allá»
¿Cuántos años de tu vida encarna este diario?
En teoría año y medio. Una parte de la estancia de dos años y medio que hice en Montreal (Canadá), para formarme como médium, aunque también incluyo en el último capítulo cosas de mi vida de ahora. Podría decirse que encarna toda mi vida, pues mi estancia en Canadá y lo que he escrito en este diario, conforman la base de quién soy yo hoy.
¿Cuándo te diste cuenta de tus capacidades espirituales?
Desde siempre lo supe. Desde niño he podido ver espíritus, predecir acontecimientos futuros y he tenido una sensibilidad muy a flor de piel para muchas cosas. No recuerdo una fecha concreta en la que descubriese este don, pero sí que, al hacerme mayor, fui dándome cuenta de que aquello no era general a todas las personas, como yo pensaba.
«Desde niño he podido ver espíritus, predecir acontecimientos futuros y he tenido una sensibilidad muy a flor de piel para muchas cosas»
En tu diario hablas de tu periodo de formación con Marilyn Rossner, una etapa que despertó grandes aprendizajes en tu vida.
Aquella estancia ha moldeado mis dones y mi percepción como médium. Ha establecido las bases de quién soy ahora como sensitivo, pero en gran manera también como persona.
La certeza de que no morimos; que no hay que temer a los espíritus, pues sólo quieren ayudar; que somos responsables de nuestros actos aquí y en el cielo; que recogemos lo que sembramos y, sobre todo, que todas las personas tenemos la capacidad de conectarnos con el más allá.
¿Hay alguna experiencia o momento clave que haya cambiado la percepción de tu vida y de tu trabajo?
Muchos, muchísimos. No tiene precio cuando ves a alguien que está sufriendo por la pérdida de un ser querido y observas como, gracias a tu trabajo, su corazón se apacigua y su vida mejora en todos los ámbitos.
Después están las experiencias personales vividas en primera persona, algunas como, por ejemplo, fallecimientos. El universo hace que experimentes en ti mismo y en tu entorno cercano, aquello que predicas. Es una buena escuela, la mejor, pero es duro aunque te haga crecer.
«No tiene precio cuando ves a alguien que está sufriendo por la pérdida de un ser querido y observas como, gracias a tu trabajo, su corazón se apacigua y su vida mejora en todos los ámbitos»
¿Cuáles son las claves para ser un buen médium?
Un buen médium debe ser capaz, sin estarle preguntando al consultante, de dar evidencias verificables, de ofrecer información demostrable y de transmitir el mensaje de los espíritus sin interferir. No es lo mismo preguntar “¿tienes una hija?” que decir “veo a tu hija que te acompaña desde el cielo”.
En mi opinión existen varias claves: primero, dar la evidencia de la manera en que te le llegue, no a través de preguntas. Cuanto menos preguntes al consultante y menos sepas de él, mejor. Lo segundo sería trabajar mucho en ti mismo y en tus carencias afectivas para no proyectarlas sobre los demás y conectarte con el amor que los espíritus traen para sus seres queridos.