A lo largo de nuestra vida, lidiamos con algún aspecto de nuestra estabilidad financiera, ya sea la apertura de una cuenta de ahorro, la gestión de los pagos de facturas o el control de los hábitos de gasto.
La media de ahorro en España es de un 6,1%, según datos del INE, lo que implica que de cada 1.000 euros que alguien cobra solo es capaz de ahorrar 61 euros. Para muchas personas, eso significa que las reparaciones imprevistas del coche, las facturas médicas inesperadas o las reparaciones importantes de la vivienda podrían ser suficientes para ponerlos al límite financieramente.
El estrés constante de una situación financiera insegura puede afectar a otras áreas de nuestra vida. Por ello, OVB España, compañía especializada en planificación financiera, nos propone una serie de pasos que nos ayudarán a conseguir el propósito de mejorar nuestra salud financiera y vivir más tranquilos:
Ten claro un presupuesto
Contar con un presupuesto es una de las cosas más importantes que debemos tener en cuenta para mejorar nuestra salud financiera. Al determinar nuestros ingresos y gastos, nos hacemos una idea clara de adónde va nuestro dinero e identificamos las áreas en las que podemos recortar. El seguimiento de nuestros gastos nos ayudará a ceñirnos a un presupuesto y asegurarnos de que estamos progresando hacia los objetivos financieros que nos marquemos.
Crea un plan financiero
Un plan financiero nos ayuda a establecer objetivos y a seguir su progreso. También puede ayudarnos a tomar decisiones sobre nuestro dinero para alcanzar los objetivos financieros deseados.
Evalúa y ajusta periódicamente tu plan
Puedes mejorar tu gestión del dinero evaluando periódicamente lo que haces con él y haciendo los cambios que tengan sentido para ti. Una vez que tengamos una idea de nuestros ingresos y gastos, podremos optar por aumentar nuestros ahorros, pagar deudas o empezar a invertir en función de cómo vayamos cumpliendo nuestro plan financiero.
Liquida tus deudas
Dar prioridad a pagar nuestras deudas pendientes nos ayudará a minimizar los intereses que pagamos por ellas. Estos intereses pueden acumularse rápidamente, lo que puede llegar a lastrarnos en nuestro objetivo de disfrutar de una situación de salud financiera. Además, el estrés de las deudas puede afectar a su salud mental y emocional. Si te cuesta hacer los pagos, considera consolidar tu deuda o hablar con un consultor financiero para desarrollar un plan para reducirla progresivamente.
Sé disciplinado con tus gastos
Cuando se trata de mejorar nuestra salud financiera, la disciplina es la clave. Debemos ceñirnos a su presupuesto y avanzar hacia los objetivos que nos hayamos marcado. A veces es difícil decirnos a nosotros mismos que no cuando queremos comprar algo, pero si no está en nuestro presupuesto debemos resistirnos a la tentación. Si consigues controlar tus gastos, estarás en el camino del éxito financiero.
Planifica tu ahorro
Es importante tener dinero reservado para gastos imprevistos y para objetivos a largo plazo, como la jubilación. Nunca es tarde para empezar, puedes plantearte reservar una pequeña cantidad cada mes, y una vez que hayas acumulado un colchón, puedes empezar a invertir tus ahorros para sacarles mayor rentabilidad.
Invierte en ti mismo
Invertir en tu propia educación y desarrollo personal es una de las mejores cosas podemos hacer. Cuando mejoramos nuestras habilidades y conocimientos, tenemos más probabilidades de conseguir un trabajo mejor pagado y ganar más dinero. Además, invertir en nosotros mismos puede ayudarnos a alcanzar objetivos personales y profesionales, lo que nos llevará a una vida más plena.
Piensa en el futuro
Cuando invertimos colocamos nuestro dinero en algo que tiene el potencial de crecer con el tiempo, lo que nos ayudará a alcanzar nuestros objetivos financieros y a disfrutar de una jubilación cómoda. Además, invertir nos proporciona la tranquilidad y la seguridad de saber que contamos con ahorros a los que recurrir si ocurre algo inesperado.
Vive por debajo de tus posibilidades
Esto significa gastar menos dinero del que ganamos y ahorrar el resto. Cuando uno vive por debajo de sus posibilidades, es menos probable que acumule deudas y tendrá más dinero disponible para ahorrar e invertir.
Ten paciencia
Mejorar la salud financiera lleva tiempo y es importante tener paciencia. Es posible que no veamos resultados de la noche a la mañana, pero si somos constantes, acabaremos viendo los progresos. Hay que tener en cuenta que habrá contratiempos en el camino, pero lo importante es no rendirse.
En conclusión, seguir estos consejos nos ayudará a mejorar nuestra salud financiera, pero no olvidemos que las finanzas personales son un viaje y que no existe una solución única para todos. Lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra. Lo más importante es encontrar nuestra fórmula y mantenerla.
El éxito financiero lleva tiempo, pero se puede conseguir si se está dispuesto a trabajar.