El proceso de destete de tu bebé es un viaje muy emocionante y, a veces, difícil. Es importante que los primeros alimentos de tu bebé sean apetecibles para sus pequeñas papilas gustativas, pero también deben ser ricos en nutrientes para favorecer su crecimiento y desarrollo. Ahí es donde entran los aguacates. Esta fruta verde repleta de nutrientes es el primer alimento definitivo para tu bebé, tanto si optas por la alimentación con cuchara como por el destete dirigido, o una mezcla de ambos.
La Organización Mundial del Aguacate (WAO) ha contado con la opinión de la pediatra especialista en digestivo del Hospital Infanta Leonor, Leticia González, para descubrir los beneficios que la "fruta de la vida" puede aportar a tu bebé, junto con algunas sabrosas recetas que puedes probar.
Cómo introducir a tu bebé en los aguacates
Según Leticia, “el aguacate tiene un aporte de grasa en forma de lípidos superior a otro tipo de frutas, lo que le confiere un importante valor nutricional sobre todo en épocas de crecimiento y desarrollo como es la infancia”. Puedes empezar con recetas súper sencillas de aguacate en puré para dárselo con cuchara. Una vez que el bebé haya desarrollado un poco más su capacidad de agarre, puedes incorporar el aguacate a todo tipo de recetas interesantes con diferentes condimentos y sabores, como el guacamole con verduras cocidas o el pan blando para mojar. "Se trata de un alimento nutricionalmente muy adecuado en la dieta de los niños, siendo fácil su introducción desde los 6 meses. A partir de esta edad podemos ofrecerlo tanto en trozos ya que su fácil masticación le permite ser uno de los alimentos recomendados en el baby led weaning, como en forma de purés aportando una agradable textura".
Los aguacates tienen la singularidad de contener una gran cantidad de ácidos grasos monoinsaturados saludables. "El aporte de grasa que ofrece es a base de grasas monoinsaturadas como el ácido oleico y grasas poliinsaturadas como el omega 3 y omega 6 ó ácido linoleico considerados como ácidos grasos esenciales ya que el cuerpo los precisa pero no es capaz de sintetizarlo. Estas grasas ayudan a mantener unos niveles de glucosa y colesterol adecuados en sangre, además de ayudar a la mineralización de los huesos y modular el sistema inmune", dice Leticia. "El aguacate aporta también altas cantidades de fibra con capacidad saciante y que ayudan a la motilidad intestinal de los niños".
"Además, tiene la mayor parte de las vitaminas ofreciendo la posibilidad de comerse en crudo y evitar la desnaturalización de las mismas", desde el folato para un desarrollo celular sano, hasta la vitamina E para favorecer el sistema inmunitario, el corazón, los glóbulos rojos, la piel y el cabello. Los aguacates tienen un alto contenido en vitamina K, esencial para la coagulación de la sangre. Además, esta maravillosa fruta verde es una gran fuente de vitamina C, B6, B1, B5, B2 y B3.
Los aguacates también contienen magnesio, necesario para la salud del sistema nervioso, la función muscular, el sistema inmunitario y la salud del corazón.
Cómo comprobar si un aguacate está listo para que lo coma tu bebé
Según la Organización Mundial del Aguacate, si el aguacate cede al apretarlo suavemente, debería estar listo para comer. Los aguacates que están maduros y listos pueden tener un color más oscuro, pero esto puede variar, así que es mejor guiarse por cómo se sienten además de por su color.
Recetas
Rodajas de aguacate recubiertas de avena (6 meses+)
Photo - Shutterstock
Ingredientes:
1/ 2 aguacate
Avena molida
Procedimiento:
Cortar el aguacate en tiras gruesas, recubrir cada rebanada rodando en la avena molida y servir.
Pasta cremosa de almendras y aguacate (9 meses+)
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Ingredientes:
250 g de pasta de su elección, por ejemplo, penne
1 aguacate
1 chorro de zumo de limón
1 diente de ajo
15g de almendras molidas
1-2 cucharaditas de aceite de oliva
30g de queso parmesano
Unas cuantas hojas de albahaca fresca
Tomates picados
Procedimiento:
En un procesador de alimentos, combinar el aguacate, el ajo, las almendras, el aceite, la albahaca y el parmesano. Añadir un poco más de aceite de oliva o agua para obtener una salsa más fina. Cocer la pasta hasta que esté blanda y combinarla con la salsa de aguacate. Servir con unos cuantos tomates picados por encima.