El Observatorio del medicamento pone énfasis en esta edición que a efectos del control del gasto sanitario hay que tener en cuenta que las ventas de la industria a los hospitales han crecido de forma acumulada, desde el año 2017 en un 42,9%, mientras que las recetas para la dispensación de medicamentos en farmacias han llegado a tan solo un 17,36%.
Dice su editor Enrique Granda que "en el año 2019 alertamos sobre la posibilidad de que las ventas de la industria a los hospitales superasen las de los medicamentos dispensados con receta en las farmacias. En este observatorio proporcionamos datos que confirman ampliamente aquella hipótesis, ya que la venta a hospitales ha crecido a un ritmo muy superior al de los medicamentos dispensados al Sistema Nacional de Salud en las farmacias, como se ha indicado anteriormente.
El mercado de recetas con el coste real para el Sistema Nacional de Salud se encuentra en torno a los 11.900 millones de euros, que es una cantidad mayor que el coste real del consumo hospitalario, 8.600 millones, sin embargo, a precio de venta del laboratorio (PVL) es inferior. Es decir las ventas a hospitales de la industria son superiores en cantidad a los de los medicamentos prescritos en las farmacias.
Según estos cálculos, en los cuatro últimos años la cantidad vendida a los hospitales por la Industria, supera a la cantidad facturada a los almacenes de distribución y farmacias por las recetas. El crecimiento del gasto en hospitales y a través de recetas es muy significativa del crecimiento que están experimentado las compras hospitalarias desde el año 2017 que es el primer año en que el Ministerio proporciona datos.
Con estos datos queremos poner de manifiesto que las farmacias, cuyas dispensaciones se realizan a los más de 47 millones de habitantes, son inferiores ya al consumo de medicamentos en hospitales que normalmente atienden unos 4-5 millones de pacientes al año.
Finalmente se recalca que, "aun contando con la existencia de una medicación hospitalaria de precios muy elevados, hay que destacar que el problema del control del gasto no se encuentra en la atención primaria, si se compara con la hospitalaria.