La empresa familiar forma parte del entramado productivo de cualquier economía. Sin embargo, los expertos de AMG Interim Managers aseguran que muchas de ellas enfrentan retos que se relacionan con sus propias prácticas administrativas. En varios casos, los errores cometidos a ese nivel sentencian la supervivencia del emprendimiento.
Una encuesta presentada por el Grupo BBVA en 2020 reveló que el 44 % de las empresas familiares estaban en riesgo de no subsistir. El estudio encontró que las malas prácticas estaban amenazando la dinámica familiar y podrían provocar la desintegración de los negocios, si no se corregían.
¿Cuál es la figura del Interim Manager?
Un elemento que ha revelado el estudio del BBVA y otras investigaciones es que las malas prácticas no se cometen de manera deliberada. Se presentan como resultado de la falta de pericia, experiencia o entrenamiento de los emprendedores para enfrentar los desafíos del mercado. Esta tendencia se aprecia con mayor notoriedad en los modelos de empresa familiar.
Según los datos de AMG Interim Managers, la empresa familiar en España tiene una media de vida de 25 a 30 años. Eso representa casi la mitad de los 40 a 50 que exhiben las compañías no familiares. Según la firma, el 65 % de los negocios familiares está en el inicio o en etapa de crecimiento en manos de la generación fundadora.
Es en esta etapa cuando más se requiere de la asistencia profesional del Interim Manager para enfrentar los retos que depara el crecimiento. Francisco Bautista, socio de AMG Interim Managers, explica que esta figura actúa como un facilitador de gestión que garantiza la continuidad del proyecto. Provee herramientas administrativas y capacidades de gestión para actualizar el modelo gerencial de la empresa familiar.
¿En qué consiste el trabajo del Interim Manager?
AMG Interim Managers es una compañía que ofrece servicios de alta dirección para empresas de cualquier tamaño y características que desean ejecutar proyectos específicos. Los servicios se prestan de manera temporal y sirven para adecuar las estructuras ejecutivas de la compañía a las exigencias de su realidad de mercado.
En ese orden de ideas, el Interim Manager lidera dentro de la empresa familiar un proceso de transformación para generar una gestión orientada a resultados. Sustituye la intuición por la planificación, el control o la concentración de funciones por la delegación de las mismas y la aplicación por la inversión. Asimismo cambia elementos como la obligación por la cultura, la cantidad de trabajadores por talento y los deseos o aspiraciones por objetivos concretos.
Bautista afirma que el trabajo del Interim Manager se enmarca siempre dentro de los valores familiares que fundaron la empresa. No obstante, esos valores se adaptan a procesos productivos más objetivos y cuantificables para garantizar que la compañía prospere. En otras palabras, se encargan de hacer compatibles el trabajo, la responsabilidad y la familia para que el emprendimiento se mantenga en el tiempo.