Tiene una capacidad de filtración frente a aerosoles superior a un 97%
El cuerpo de la mascarilla es biobasado y se descompone totalmente durante procesos de biocompostaje industrial
La mascarilla BIO FFP1 ofrece la protección más confortable frente a higiénicas y quirúrgicas
Proveil, empresa valenciana especializada en el desarrollo y fabricación de filtros de nanofibras, ha obtenido la certificación FFP1 para su mascarilla Proveil ® BIO, que cuenta con un cuerpo totalmente biobasado, que no provienen de fuentes fósiles, y se biodegrada en 22 días en condiciones de compostaje industrial.
Proveil ® BIO ha sido desarrollada junto a un equipo de investigadores del CSIC liderado por José Mª Lagarón, especialista en materiales de filtración y mascarillas, y ha obtenido la certificación FFP1 por parte del organismo notificado EUROFINS Textile Testing Spain.
Tiene una capacidad de filtración frente a aerosoles superior al 97%, y su biocompostabilidad hace que sea la opción más segura y respetuosa para el medioambiente. Más segura que las mascarillas quirúrgicas e higiénicas, puede ser la solución perfecta para este verano, gracias a su alta respirabilidad y capacidad de filtración.
Los residuos que las mascarillas producen serán, a la larga, un problema para el planeta. Es por ello que buscar alternativas eco-friendly es algo cada vez más común entre los consumidores que ya han asumido que la mascarilla ha llegado para quedarse.
Pero esta mascarilla no es solo respetuosa con el medioambiente. También se ha sometido a numerosas pruebas realizadas por el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) para comprobar que disipa mejor el calor, la humedad y el CO2 que las confeccionadas con filtros tradicionales hechos de polipropileno, altamente contaminante para el medioambiente.
“A la hora de elegir una mascarilla debemos fijarnos en el grado de protección que nos ofrece, pero también en que sea ligera, nos permita respirar bien y nos resulte cómoda”, explica José Mª Lagarón. “Así evitamos tocarla constantemente, bajarla para dejar la nariz fuera o, directamente, no usarla”. “Además, continua Lagarón, “para evitar la contaminación plástica de los artículos de un solo uso como las mascarillas, que son también nuevas fuentes de microplásticos cuando se fraccionan, la capacidad de reciclaje orgánico de la mascarilla BIO que hemos desarrollado permite retornar el carbono al suelo para regenerar biomasa, y evita así que éste contamine flotando en el océano o en nuestros espacios naturales, o en la atmosfera provocando efecto invernadero”.
Esta mascarilla que protege durante horas y dura días como residuo se debe depositar en los contenedores de restos orgánicos (marrón).
Con respecto a la nueva BIO de Proveil, los ensayos realizados por PIMA (Grupo de Polímeros y Materiales Avanzados perteneciente a la Universidad Jaume I) han resuelto que el cuerpo de la mascarilla, una vez se retiran los arneses y el clip, se descompone totalmente en 22 días.
“Nuestra mascarilla BIO FFP1 de alta capacidad de filtración, es una muy buena elección si nos encontramos al aire libre o en espacios interiores ventilados ya que protegen más que las mascarillas quirúrgicas o higiénicas que son las que encontramos en supermercados y canales no especializados. Con ellas, reducimos la emisión de aerosoles hacia el exterior y también la penetración de aerosoles hacia el interior de la mascarilla, es decir, nos protegemos frente a los aerosoles y gotas con carga vírica a la vez que cuidamos de los que nos rodean”, concluye José Mª Lagarón.