Los expertos alertan de los cambios que está provocando el cambio climático en el comportamiento de insectos y animales
Con la llegada del calor, el verano es la temporada del año donde las plagas pueden provocar graves daños en comercios o viviendas.
Rentokil Initial cuenta con técnicos especializados en el control y erradicación de todo tipo de plagas como ratas, cucarachas, todo tipo de mosquitos, procesionaria, chinches, termitas o pulgas, entre otras.
El día 6 de junio se celebra de forma internacional el Día Mundial del Control de Plagas, una jornada que tiene el propósito de promover la concienciación sobre el importante papel que cumple la organización de la gestión de plagas para la protección de la salud pública.
Ya en el año 2017 la Organización Mundial de la Saludo aprobó el plan “Respuesta mundial para el control de vectores 2017-2030” bajo el objetivo de ofrecer a los distintos países una serie de orientaciones con las que fortalecer el control de vectores, los seres vivos que pueden transmitir o propagar una enfermedad, y poder de esta manera provenir enfermedades o responder a los brotes.
Para ello, desde la OMS se insta a caminar hacia políticas de readaptación de los programas de control, aumento de capacidad técnica, mejora de infraestructuras, refuerzo de sistemas de seguimiento y vigilancia, así como una mayor movilización comunitaria.
El calor o la humedad, claves para la aparición de plagas
Los expertos ya alertan de los cambios en las poblaciones de insectos o animales como consecuencia del cambio climático. Y es que, debido a factores como la variación de las temperaturas, algunas especies se siguen incrementándose más allá de la temporada propia que caracteriza su ciclo vital, tales como la primavera o el verano.
Según el VI Observatorio Nacional de Plagas, elaborado por Rentokil gracias a las más de 34,000 consultas recogidas en 2017, las cucarachas es una de las plagas que más problemas generan en España con un 32%, seguidas de los xilófagos (termitas y carcomas) con un 16% y, en tercer lugar, las ratas y ratones, con un 12%.
Aunque las cucarachas sean posiblemente el enemigo público número uno de los negocios y hogares españoles, no hay que olvidar que todo tipo de insectos o animales de estas características puede ser extremadamente peligrosos debido a su poder de transmisión de enfermedades. Según Jacinto Díez, director de comunicación de Rentokil: “los roedores son una de las plagas que más problemas de transmisión de enfermedades causa en el mundo. Se ha llegado a contar hasta una docena de ellas incluyendo la salmonelosis, la enfermedad de Weil, y la tuberculosis”.
De hecho, la presencia de roedores ha subido entre un 20% u un 25%, según la Asociación Catalana de Empresas de Salud Ambiental de Catalunya (adepap). Durante los últimos tiempos no solo se han incrementado las restricciones de uso de algunos productos biocidas, sino que estos roedores han modificado sus hábitos, adquiriendo mayor poder de resistencia y adaptación.
Plagas y vacaciones de verano: un combo perfecto
Con la reactivación de la actividad turística habría que tener también especial atención con otros insectos que pueden encontrarse en los alojamientos donde nos hospedemos. Cucarachas, garrapatas, pulgas, mosquitos o chinches son solo algunos de los más comunes en albergues y hoteles.
A la posibilidad de que el turista se encuentre con alguna de estas especies, se suma también el riesgo a que éste se lleve consigo y expanda la plaga más allá. Cabe recordar que insectos como las chinhes pueden viajar de un lugar a otro alojadas en la ropa, mochilas o maletas. Como explican los expertos, este tipo de plagas no transmiten enfermedades, pero las picaduras que generan pueden provocar molestias y derivar en reacciones alérgicas.
La velocidad con la que se han expandido virus como el SARS o el Covid-19 es semejante a la velocidad con la que las plagas se pueden propagar de un lugar a otro a través de camiones, barcos o aviones. A su vez, factores como las actuales condiciones de vida, el crecimiento poblacional o el cambio climático hacen que la propagación de las plagas y enfermedades portadas por las mismas sea cada vez más probable, por lo que contar con un fuerte sistema de prevención y control es clave para garantizar la salud pública.