A veces, la zona de confort no lo es tanto

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A veces, la zona de confort no lo es tanto

Seguro que mucha gente ha oído hablar de la zona de confort, pues es un término que se utiliza mucho en los últimos tiempos y tiene connotaciones aparentemente positivas que invitan a quedarse en este lugar.

En realidad, como en todo de lo que se habla, no hay nada totalmente bueno o totalmente malo, no solo hay blancos o negros. Y este es un claro ejemplo de que, aunque suene a confort, muchas veces no lo es tanto. Así lo asegura el coach personal y ejecutivo, Pedro Serrano Coach.

De hecho, este estado, lugar o pensamiento podría definirse mejor como zona “conocida” y hasta un punto puede hacer sentir bien, pero si unx se estanca en este estado puede ser un impedimento para el crecimiento personal y para sentirse realizados personal y profesionalmente.

En esta zona, aparentemente, se está cómodo, se controla el entorno y se está seguro. Aunque este bienestar que se siente, en realidad no es por la satisfacción de sentirse realizados, de conseguir retos o de alcanzar objetivos, sino por el hecho de que en este estado se evita pasar por situaciones o emociones que generan ansiedad, inseguridades y miedos. No pasa nada realmente potente que haga sentir mal, aunque tampoco nada que haga sentirse especialmente realizado.

El tema está en que cuando este estado mental y emocional se mantiene de manera prolongada y constante genera consecuencias negativas, empezando por la pérdida de motivación, la apatía, el desencanto, y la pérdida de motivación.

Otras señales de que una zona de confort ya no lo es tanto: la procrastinación es la que lleva las riendas de la vida. Se aplazan tareas y proyectos constantemente y sin motivos. Por otro lado, las inseguridades y los miedos impiden tomar acción, hay bloqueos mentales y emocionales, solo se ven los riesgos y no las oportunidades. La persona no se plantea tener vivencias y experiencias nuevas, siempre tiene las mismas rutinas. Existe la sensación de que no hay mejora posible a lo que se está haciendo o viviendo. 

Es un estado de apatía que impide crecer intelectualmente y también emocionalmente. Hay una pérdida de confianza, se empieza a dudar de las actitudes y competencias en el trabajo.

Salir de la zona de confort

Dar el paso y salir de esta zona de confort y entrar en otras zonas tiene un camino y etapas:

Primero es la zona de aprendizaje, esta etapa es muy motivadora y abre nuevas perspectivas de descubrimiento, expansión y crecimiento en todos los sentidos.

Es probable que también se pase por la zona del pánico, donde los saboteadores internos meterán miedo e intentarán convencer y desanimar para que se abandonen los nuevos proyectos personales o profesionales.

Si se sigue avanzando se llegará a la zona mágica, donde gracias a la motivación, pasión, creatividad y confianza en unx mismx se superarán los miedos e incertidumbres.

Las ventajas de salir de la zona de confort son: la mejora en el rendimiento intelectual y emocional. La preparación para las dificultades, permite desarrollar nuevas capacidades para adaptarse a cualquier contexto y situación. Y permite autoconocerse más y mejor, pues solo a través de la experimentación personal se puede comprobar el gran poder que, sin duda, reforzará y subirá la autoestima.

Justamente querer salir de la zona de confort es un tema que Pedro Serrano Coach trabaja mucho con sus clientes en las sesiones como coach personal.

Saliendo de la zona de confort: recomendaciones

Desafiarse a unx mismx, comprobar hasta dónde se puede llegar.

Esta es la base del crecimiento personal, apostar por unx mismx, y emplear más energía y recursos para salir de esa rutina, tener presente que llegará el estrés y la ansiedad, aprovecharlos, pues, en pequeñas dosis, ayudarán a ponerse las pilas.

Activar la curiosidad. La curiosidad es una gran impulsora para los cambios, profundizar en lo que gusta, en eso que siempre llamó la atención, pero que no se dio el paso para conocerlo o experimentarlo, nadie mejor que unx mismx sabe sus sueños y anhelos.

Entrenarse en lo que más cuesta. Buscar situaciones en las que se sepa que hay ciertos bloqueos mentales y emocionales. Por ejemplo, si cuesta hablar con gente nueva, se puede dar el paso y empezar a hablar, actuar con naturalidad y con mucha curiosidad por lo que cuente la otra persona.

Cambios en el entorno. Moverse por otros entornos y lugares permitirá a la mente activarse y vivir situaciones novedosas. Cambiar la decoración de casa, por ejemplo, o dar un paso más grande e irse a vivir en otro lugar.

Anticiparse a las propias excusas. Cuando hay miedos e inseguridades, se tiende a poner excusas, así que sabiendo esto, no se puede caer otra vez en la trampa, se puede escribir una lista con estas excusas, tenerlas presentes y no permitirse caer en ellas.

Está claro que esto no será fácil ni rápido, pero poco a poco se irán viendo los resultados.

Recordar que solo desde la experiencia se aprende, seguramente haya tropiezos y las cosas no salgan como unx quiere, no pasa nada, eso también forma parte del aprendizaje.

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