El aceite de oliva virgen extra (AOVE) y el aceite de oliva virgen son unos de los ingredientes predominantes de la cocina mediterránea.
Estos aceites enriquecen cada plato con sus sabores únicos, al mismo tiempo que aportan distintos beneficios para la salud humana. Sin embargo, aunque estén presentes de forma habitual en la dieta de muchas personas, no todas conocen sus diferencias.
Olipaterna es una cooperativa dedicada a la producción y comercialización de aceites provenientes de la oliva. La compañía considera importante que los consumidores conozcan los componentes, espesuras, sabores y colores que diferencian el AOVE del aceite de oliva virgen. Teniendo esta información, se puede hacer un mejor uso de estos ingredientes a la hora de incorporarlos en distintas recetas.
Un ingrediente ideal para potenciar sabores
Olipaterna se ha distinguido en el mercado por su fabricación de aceites de oliva virgen extra. Sus clientes pueden disfrutar de sabores y texturas que solo se consiguen gracias a los olivares tradicionales de la campiña de Paterna del Campo. En este sentido, el AOVE se distingue por ser más adecuado para la cocina, puesto que su composición lo hace parecerse a las grasas de la leche humana y a la trioleína de los tejidos humanos.
El AOVE debe extraerse a bajas temperaturas, que no superen los 27 °C. Asimismo, su nivel de acidez es reducido, no más de 0,8 g de ácido oleico por cada 100 g de aceite. Desprende aromas a aceituna verde y frutos secos, y tiene un sabor único, muy afrutado pero con una pizca de amargor. Por su espesura, color verdoso y sabor protagonista, el aceite de oliva virgen extra se ha convertido en uno de los mejores compañeros de los cocineros mediterráneos. Es ideal tanto para la repostería como para freír alimentos o potenciar otros ingredientes.
Un aspecto que marca la diferencia es la acidez
Por su parte, el aceite de oliva virgen se diferencia por unos defectos en sus propiedades organolépticas. Este aceite se extrae de las aceitunas a través de procedimientos mecánicos, por lo cual no pueden modificarse sus composiciones bioquímicas ni sus propiedades nutricionales desde la materia prima. Su acidez es algo más elevada, situándose en menos de 2 g de ácido oleico por cada 100 g de aceite.
A pesar de que este aceite destaca dentro del mercado, Olipaterna opta por la fabricación de productos de AOVE, no solo por su accesibilidad y rentabilidad, sino por sus múltiples usos, beneficios para el cuerpo humano y sabores. Este ha sido el motivo fundamental por el que siguen presentes en las mesas de muchos restaurantes y hogares.