El 80% de todos los incendios suceden en el ámbito doméstico
Conocer los protocolos de actuación y contar con kits de protección como detectores de humo o extintores, son medidas que pueden salvar vidas
En España se incendian 16 hogares cada hora. Según los últimos datos proporcionados por la iniciativa Estamos Seguros, en 2020 se produjeron un total de 166.092 incendios en nuestro país, el 80% de ellos en el ámbito doméstico.
En concreto y, según el último estudio de Víctimas de Incendios en España en 2020, elaborado por la Fundación MAPFRE y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB), arroja que el salón es el lugar más peligroso de la casa, pues allí es donde se inician más de la mitad de los incendios con víctimas mortales sobre el total de los casos conocidos. En concreto, en esta estancia se produjeron el 52,3% de los fallecidos; el 23,3% en el dormitorio y el 19,8% en la cocina. Entre las causas principales encontramos el mal uso de los aparatos eléctricos, seguido de la utilización de estufas, chimeneas y braseros.
En esta tesitura, y ante la falta de conocimientos generales entre los ciudadanos sobre cómo afrontar una situación de riesgo de este tipo, Iberext, compañía global especializada en la protección contra incendios, quiere darte las principales pautas de actuación en caso de que se dé un conato de fuego en tu casa. Estos consejos pueden ayudarte a proteger tu vida y la de tu familia, y a evitar que se produzca un siniestro.
Conoce las salidas de emergencia de tu vivienda o bloque: Es responsabilidad tuya saber dónde se encuentran las salidas, dónde está el extintor en cada planta y cuál es el recorrido de evacuación de tu edificio. Además, muchos cuentan con puertas cortafuegos que evitan que el incendio se propague y que deben mantenerse cerradas.
Extingue la llama si dispones de los medios adecuados y el foco está localizado: Si dispones de un extintor o de una manta ignífuga y te has percatado de una explosión o chispazo, tienes un margen de dos o tres minutos para extinguirla. Una vez pasado ese tiempo, ya es tarde y deberás abandonar la vivienda. Es importante recordar no echar agua directamente en la llama o intentar extinguirla con aire, pues en la mayoría de los casos es contraproducente.
El enemigo no es el fuego, es el humo: Lo más peligroso para el ser humano es el humo. 5 inhalaciones pueden ser fulminantes. Por ello, hay que mantenerse lo más alejado posible del humo, evitar las zonas donde este se propaga y siempre protegiendo rostro y cuerpo con toallas mojadas.
Sal del domicilio con las llaves, cierra todas las puertas y no uses el ascensor: Es algo que no se sabe, pero cerrar la puerta de la habitación donde se inició el incidente es de gran ayuda para confinar el fuego. Las puertas de madera que suele haber en todos los hogares son capaces de contener el fuego por un periodo de entre 20 y 25 minutos. Por ello, al salir, será oportuno que cierres todas las puertas a tu paso para que no se hagan corrientes de aire y el incendio crezca menos rápido. No pierdas tiempo en coger ninguna pertenencia y no utilices el ascensor, ya que el edificio puede quedarse sin luz, dejándote atrapado dentro.
Si los accesos a la salida de tu casa están con fuego o humo, debes confinarte: Hay veces que el fuego ya se ha expandido por las habitaciones o bloquea la salida del domicilio. Cuando esto ocurre, debes confinarte en la habitación más alejada del foco del incidente, cerrando la puerta y tapando las rendijas con toallas para evitar que entre humo. Una vez que te hayas puesto a salvo, debes dar el aviso a los servicios de emergencias.
Con sencillos kits de protección se podrían salvar vidas y minimizar los daños materiales
Aunque el riesgo cero no existe, la prevención es muy importante para evitar accidentes mediante la difusión de buenos hábitos, usos y comportamientos en el hogar. También es recomendable contar con sistemas de protección básicos como:
1. Detectores de humos en las estancias en las que se pasa más tiempo: 2 de cada 3 muertes podrían haberse evitado si se hubiera contado con un detector de humo instalado.
2. Mantas ignífugas para la cocina: Conocidas como mantas apagafuegos, sirven para sofocar fuegos pequeños y apagar en el momento las llamas. Por ejemplo, si se prendiera algún producto en la cocina o en el salón, cubrir el foco con una de estas mantas serviría para sofocarlo. Además, también son idóneas para evitar posibles quemaduras en el caso de que la ropa de una persona estuviera en llamas, o durante el proceso de evacuación del edificio.
3. Un extintor de 2 litros de espuma clase F en la vivienda: Aunque la normativa no obliga a las personas a contar con un extintor en casa, es recomendable tenerlo porque puede marcar la diferencia a la hora de apagar un fuego.
Pedro Moreno Borreguero, CEO de Iberext, afirma que: "Los incendios son un fracaso para la sociedad en su conjunto, desde los cuerpos de seguridad hasta la Administración, pasando por las empresas, los propietarios de los edificios e incluso los propios ciudadanos. Por eso, la educación en protocolos de actuación y los sistemas de prevención son tan importantes".