Los coches, las motos, los patinetes y hasta los camiones de gran tonelaje… el sector de la movilidad terrestre está dando pasos de gigante para circular de manera más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Un reto al que también se ha unido el sector de la navegación.
De hecho, hay muchas empresas que están apostando por el lanzamiento de embarcaciones eléctricas, que dejan atrás los combustibles fósiles, debido a sus múltiples ventajas. Una larga lista de atributos de las que no solo se beneficia el planeta, sino también el bolsillo de los navegantes, y que convertirán estos barcos en los elegidos por los amantes de la navegación.
¿Quieres saber cómo funciona un barco eléctrico y cuáles son sus ventajas? SamBoat, la plataforma de alquiler de barcos de profesionales con o sin patrón, te lo cuenta todo.
¿Cómo funciona un barco eléctrico?
En lugar de un motor de combustión, los barcos eléctricos se mueven con baterías que se pueden recargar mediante un cargador que se conecta en el puerto (similar al de los coches eléctricos) cuando el motor está en marcha, que permite que la energía generada cargue la batería o también con paneles solares, que suman un extra al recargar de forma limpia esas baterías.
Actualmente puedes disfrutar de distintos tipos de barcos eléctricos. Desde una lancha, un bote, un barco de vela hasta un catamarán. Según el tipo de embarcación, lo habitual es que este tipo de baterías posibiliten una navegación autónoma de entre 5 y 10 horas.
Mil ventajas
Son muchas las que ofrecen este tipo de embarcaciones de recreo. Ventajas que cambiarán la forma de disfrutar de un paseo por el mar.
Son sostenibles: la energía que usan es ecológica, limpia y ecofriendly con el medio ambiente.
Son silenciosos: al no tener un motor de combustión, no emiten ruido ni humos. Además, el barco no emite vibraciones ni olores.¿Hay alguna otra forma de disfrutar del sonido de las olas?
Más limpios: no dejan residuos en el mar ni emiten gases nocivos.
Más sencillos de usar: los motores eléctricos son más pequeños y dan a los barcos una mayor y mejor maniobrabilidad, ya que no tienen ni caja de cambios ni embrague. Son más ligeros y facilitan los giros del barco.
Necesitan menos mantenimiento: cuentan con un mecanismo simple y fiable que hace que, en la vida media de un barco, es posible que no necesite mantenimiento. Una diferencia de peso las revisiones continuas que requiere un motor convencional.