Durante cuatro días, el sector ecológico ha mostrado su fuerza, su vigor y su dinamismo en el Palau Sant Jordi de la mano de BioCultura BCN 2022. Pasillos rebosantes de público, salas llenas, gente comprando a tutiplén, expositores satisfechos, degustaciones por doquier.
Una vez más, tanto en Catalunya como en el resto del estado, el sector ecológico ha demostrado que es el presente y que es también el futuro y que, mientras a otros sectores les afecta más la crisis, la nueva edición de BioCultura BCN ha corroborado que el sector orgánico es más resistente y perdurable que los sectores petroadictos y extractivos, cada vez más al vaivén de los acontecimientos de la economía global.
ALIMENTACIÓN ECOLÓGICA, LOCAL, ARTESANA
Para Ángeles Parra, directora de la feria y presidenta de la entidad organizadora, Vida Sana, "teníamos muchas ganas de volver a una feria alegre tras la pandemia. Ha sido un placer que expositores, profesionales y consumidores se hayan vuelto a dar la mano y conocerse de tú a tú, de forma presencial, in situ". Parra señala que "tenemos que volver a insistir en que no podemos dejar el sector ecológico en manos de la gran distribución. Nosotros apostamos por una alimentación ecológica, local, lo más artesana posible, más vegetal que animal, etc. Es la mejor alimentación para nuestros organismos y para el planeta. Pero también es la mejor para nuestra economía".
ACTIVIDADES PARALELAS
La mayoría de las salas de BioCultura BCN 2022, con sus actividades paralelas. han sido un hervidero de personas ávidas de disfrutar aprendiendo a conocer nuevas propuestas ecogastronómicas, a tratarse la piel de una forma inocua. El showcooking ha mostrado llenos rotundos, igual que el showroom de ecoestética. La novedad del ano era El Manicomio, una sala coordinada por el equipo de The Ecologist, que ha concentrado las propuestas culturales de la feria: debates de altos vuelos, presentaciones de libros, conciertos de primera categoría, sesiones de relajación a la hora de la siesta y hasta pases de películas de ecología profunda e inmersiva.
EL FUTURO
Para Ángeles Parra "esta edición ha certificado que el sector ecológico es el futuro, pero que es también el rabioso presente. Nuestro sector tiene un público fiel y asiduo y resistimos mejor las crisis que otros sectores que cuentan con el apoyo institucional. Algunos de los debates de El Manicomio han mostrado que tenemos la tecnología y las soluciones para una transición alimentaria, energética y social hacia un mundo más justo y más sostenible. Ahora, sólo falta que políticos, instituciones y empresas se acaben de dar cuenta y que no sigan apoyando a un modelo ya obsoleto que está poniendo al `planeta al borde de un gran colapso. Este modelo muestra una senectud totalmente aberrante y ya es hora de despertar y de apoyar de todas las maneras posibles a los que no contaminan y a los que están tirando la sostenibilidad verdadera hacia adelante. Podemos y debemos hacerlo. Es urgente. No tenemos tiempo. Es hora de actuar. El sector ecológico, en su conjunto (alimentación, renovables, etc.) merece apoyo fiscal, desmantelamiento de trabas burocráticas y grandes campanas de información en los medios públicos que sean campanas realizadas desde estos sectores". Y añade: "la producción ecológica es la única certificación que responde a un Reglamento oficial, la única que, por tanto, puede ostentar en su etiquetado el sello de ecológico. Hay que huir de muchos términos como sostenible, natural, etc. que es simplemente un reclamo publicitario".