La COVID-19 ha mejorado la concienciación sobre la vacunación en los adultos; sin embargo, según los expertos, debemos asumir un papel responsable en el autocuidado de nuestra salud, incorporando las vacunas a un modo de vida saludable
El coste anual de las infecciones prevenibles por vacunación en adultos mayores de 45 años asciende a 134,1 millones de euros, siendo el 44% debido a la enfermedad neumocócica
En el área de vacunas, Pfizer se centra en desarrollo de vacunas para patógenos con gran carga de enfermedad e impacto económico, al tiempo que invierte en nuevas plataformas tecnológicas vacunales (por ejemplo, vacunas de ARN mensajero) o epidemiológicas (big data, IA)
Pfizer aspira a convertirse en el líder mundial en investigación de vacunas para adultos, inmunización maternal para la protección de neonatos, así como el desarrollo de vacunas combinadas que simplifiquen calendarios y aumenten la cobertura
La vacunación es una estrategia eficaz de salud pública para prevenir enfermedades infecciosas. Su uso ha reducido significativamente la carga de enfermedades prevenibles por vacunación en los últimos 40 años y evita entre 4 y 5 millones de muertes cada año en el mundo,. A pesar de los indudables beneficios que proporcionan las vacunas y de que durante la pandemia España ha liderado las coberturas vacunales mundiales frente a COVID-19, los expertos advierten de la necesidad de una concienciación mayor en lo relativo a la vacunación de los profesionales que atienden a pacientes adultos y la necesidad también de aumentar las tasas de vacunación en este colectivo.
Así se ha puesto de manifiesto durante el V Seminario para periodistas organizado por Pfizer en colaboración con la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) en la antesala de la Semana Mundial de la Inmunización, una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que este año se conmemora del 24 al 30 de abril con el lema "Vacunas, en pos de una larga vida bien vivida". El foro celebrado hoy ha contado con la presencia del Dr. Federico Martinón, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela; Ángel Gil, profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y el Dr. Luis Jodar, vicepresidente senior y director médico mundial de vacunas de Pfizer.
Durante su intervención, el Dr. Federico Martinón ha apuntado que el COVID-19 ha ratificado que las vacunas no son sólo cosa de niños. "Esta es una lección importante que debemos llevar a la práctica, poniendo el mismo esfuerzo en completar y cumplir el calendario vacunal del adulto, el adolescente o la embarazada que el de los niños".
Asimismo, el experto en Pediatría señala que las menores coberturas vacunales en el adulto "son un fracaso de todos, también de los profesionales sanitarios que atienden a esta población. Por eso es necesaria una concienciación mayor en lo relativo a la vacunación de los profesionales que atienden a pacientes adultos", según ha manifestado.
Y es que, tal y como ha reconocido el Dr. Federico Martinón, a pesar de que la COVID-19 ha mejorado la concienciación sobre la vacunación del adulto, el especialista afirma que continúan vigentes la mayoría de los retos en la vacunación del adulto. "Como adultos debemos de asumir un papel activo y responsable en el autocuidado de nuestra salud, y como parte de ello, incorporar las vacunas a nuestro modo de vida saludable, del mismo modo que el ejercicio físico o la alimentación sana", ha finalizado Martinón.
En la misma línea que su colega, el prof. Ángel Gil ha comentado que, aunque la inmunización infantil está bien establecida en todo el mundo, la vacunación de los mayores sigue siendo un desafío para la salud pública. "La susceptibilidad a las enfermedades infecciosas aumenta con la edad por los cambios que se producen en el sistema inmunitario a causa del envejecimiento (inmunosenescencia). Esto lleva a las personas de más edad a tener un mayor riesgo y gravedad ante las enfermedades infecciosas. Por ejemplo, patologías como la gripe y la neumonía a menudo se asocian con complicaciones graves y se clasifican como la sexta causa principal de muerte entre los adultos mayores de 65 años en los países desarrollados,", ha indicado.
El experto en Salud Pública ha explicado que la gripe y la neumonía tienen también un impacto en el sistema de salud en términos de uso de recursos y costes derivados. "El coste anual de las infecciones prevenibles por vacunación en adultos mayores de 45 años se estima en 134,1 millones de euros debido a costes directos e indirectos, siendo el 44% debido a la enfermedad neumocócica, el 39,5% a la gripe, el 16% al herpes zoster y el 0,1% a la tosferina", ha detallado Gil, que añadió que los gastos derivados de la hospitalización representan más de la mitad (58,1%), con 77,9 millones de euros, mientras que los gastos de Atención Primaria ascienden a 35,1 millones de euros y las visitas al especialista suponen 21,1 millones de euros al sistema de salud.
"La carga económica directa de patologías como la enfermedad neumocócica, la gripe, el herpes zoster o la tosferina en adultos de 45 años o más es alta en España por lo que el aumento de las tasas de vacunación en los adultos podría reducir el coste económico de estas enfermedades", ha admitido el profesor Ángel Gil, que ha añadido que el coste previsto de la vacunación a lo largo de toda la vida se estimó en 726,06 euros por cada mujer sana y 625,89 euros por cada hombre sano durante el 2019 y que en personas con las condiciones de riesgo que requieren mayor número de vacunas osciló entre 982,99 y 1.815 euros por persona, según los datos que arroja un reciente estudio.
"Teniendo en cuenta el relativo bajo coste de la vacunación a lo largo de toda la vida y los importantes beneficios para la salud que conlleva la vacunación, podemos afirmar que esta medida es útil y rentable, por lo que se debe reforzar la evaluación de los programas de vacunación para asegurar la vacunación adecuada en todos los momentos de la vida", comenta Gil.
Vacunas en Pfizer: horizonte nuevo para investigar y un compromiso que se mantiene
El V Seminario para periodistas Pfizer-ANIS ha contado también con la participación del Dr. Luis Jodar, vicepresidente senior y director médico mundial de vacunas de Pfizer, quien, en su turno de palabra, ha mostrado la extensa herencia de Pfizer que se remonta a más de un siglo en lo que a investigación y desarrollo de vacunas se refiere.
"Desde que en 1882 comercializáramos una vacuna frente a la viruela, en Pfizer no hemos parado de innovar. Durante el siglo XX hemos puesto a disposición de los pacientes vacunas para combatir enfermedades como la difteria, el tétanos y la tosferina, una vacuna oral frente a la polio, vacunas frente a la enfermedad neumocócica y la primera vacuna conjugada frente al meningococo C aprobada. Y a partir del año 2000, hemos seguido contribuyendo a ampliar nuestra cartera con las vacunas antineumocócicas conjugadas 7-valente y 13-valente, vacunas frente a los meningococos ACWY o la vacuna antimeningocócica bivalente fHBP frente al meningococo B y, más recientemente, con la comercialización de la primera vacuna de mRNA frente al SARS-CoV-2", explica.
El Dr. Jodar también ha comentado cuáles son las estrategias globales de Pfizer en el área de vacunas, que se centran en 3 ejes: 1) Importancia en Salud Pública: desarrollo de nuevas vacunas dirigidas hacia aquellos patógenos que causen una mayor carga de enfermedad e impacto económico para los sistemas nacionales de salud, 2) Innovación tecnológica: mantener el liderazgo de plataformas tecnológicas establecidas (vacunas conjugadas) e invertir en nuevas plataformas vacunales (ARNm, nuevos adyuvantes) o epidemiológicas (big data, AI) y 3) Tendencias futuras en el desarrollo de vacunas: apreciación creciente de la necesidad de vacunar a los adultos (acelerada por el COVID19), inmunización maternal para garantizar la protección en los neonatos y vacunas combinadas que simplifiquen los calendarios vacunales.
Así, el compromiso de Pfizer con la investigación no cesa, sino que se mantiene. Muestra de ello es que la compañía cuenta con un pipeline de vacunas en Europa que cubre todas las etapas de la vida, con vacunas pediátricas y para adolescentes y también para adultos y población materno-infantil en diferentes fases de investigación.
"Aparte de los sueros que ya tenemos a disposición de la población, nuestra vacuna antineumocócica conjugada 20-valente (VNC20) en adultos ha sido recientemente aprobada por la EMA y FDA. Además, en Fase 3 se están evaluando la vacuna antineumocócica conjugada 20-valente pediátrica, la vacuna antimeningocócica pentavalente para los serogrupos ABCWY, dirigida a adolescentes y adultos jóvenes y una vacuna para el virus respiratorio sincitial para adultos y para inmunización maternal para proteger de esta enfermedad a los neonatos. Finalmente, contra el COVID-19 seguimos evaluando la vacuna BNT162b2 en poblaciones pediátricas y estamos probando la seguridad e inmunogenicidad de un nuevo candidato contra la variante ómicron del COVID-19 para ser administrado individualmente o de forma bivalente con la original BNT162b2", detalla Jodar.
En fases más tempranas de investigación, Pfizer cuenta con otros preparados. Así, en Fase 2 la compañía investiga en una vacuna para la enfermedad de Lyme para población pediátrica, adolescentes y adultos y también en una vacuna para el Streptococcus del grupo B en adultos y población materno-infantil. Por último, Pfizer está investigando en una vacuna para la gripe basada en la tecnología de ARNm que se encuentra en Fase 1 de desarrollo y en Fase preclínica se encuentra analizando posibles candidatos para otros virus y bacterias.
Pfizer, innovaciones que cambian la vida de los pacientes®
Pfizer, como compañía biomédica que trabaja para mejorar la salud de las personas, se dedica al desarrollo de terapias y vacunas innovadoras para curar y prevenir enfermedades o aliviar sus síntomas. Con una trayectoria de más de 170 años, Pfizer mantiene su compromiso con la sociedad y apuesta por la I+D para dar respuesta a las necesidades médicas de hoy y del mañana. El avance de la ciencia y la tecnología, así como su aplicación médica, exige colaborar con todos los implicados para maximizar la cartera de medicamentos y que la innovación farmacéutica llegue a todas las personas que la necesitan de manera rápida, asequible, fiable y con transparencia, de acuerdo a los más altos estándares de calidad y seguridad.