La Semana Santa está ya a la vuelta de la esquina. Olor a incienso, procesiones, saetas, sonidos de tambores y cornetas forman parte de la estampa tradicional de la Semana Santa en España.

Además de estas costumbres, que atraen tanto a devotos como a turistas y curiosos, la Semana Santa tiene una gastronomía propia. En este sentido, esta celebración religiosa es rica en especialidades, tanto saladas como dulces. Una de ellas son las torrijas, postre de origen popular realizado a base de pan frito, que por la sencillez de sus ingredientes se convirtió en el alimento perfecto para comer durante los días de Cuaresma. Un postre que en cierta forma por su consistencia y forma recuerda a la carne, alimento que la Iglesia Católica no permite consumir a sus fieles los viernes de esos cuarenta días de Cuaresma.

Desde las más tradicionales, como son las torrijas con leche, miel o vino, hasta las más gourmet, rellenas de crema, chocolate o incluso de hojaldre, las torrijas son un dulce que se disfruta en toda España y que cada año sorprende con alguna nueva variedad.

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Dulce Ángel (Granada)

Además de bares para tapear, la capital granadina está llena de cafeterías y pastelerías donde disfrutar de un delicioso dulce. Además de grandes clásicos como El Sol o López-Mezquita, la ciudad cuenta con muchos otros obradores, que aunque no son todavía centenarios, han dado grandes pasos para alcanzar esa veteranía. Uno de ellos es Dulce Ángel, una pastelería en pleno centro de Granada y que llama la atención por su escaparate, ante el que es imposible no detenerse. En estas fechas, Dulce Ángel prepara, por ejemplo, torrijas al vino de Málaga con pionono, torrijas de pionono y canela y torrija brioche con azúcar y canela. Y es que quienes han tenido el privilegio de degustar las torrijas de Dulce Ángel dicen que son gloria bendita.

El Riojano (Madrid)

Considerada por muchos como la pastelería en la que se preparan las mejores torrijas de todo Madrid, El Riojano es un lugar de parada obligada. Situada en plena calle Mayor, año tras año preparan las torrijas con la misma receta tradicional. Fundada en 1855 por el pastelero personal de la reina María Cristina de Borbón, Dámaso Maza, que era de La Rioja (de ahí su nombre); El Riojano es un lugar en el que el tiempo parece haberse detenido, ya que su elegante decoración interior apenas se ha visto alterada en este siglo y medio de vida. Además, cuenta con un salón de té casi escondido, que hace de El Riojano el lugar perfecto para disfrutar de esta dulce tentación.

Pastelería La Cubana (Badajoz)

Fundada en 1890, La Cubana es todo un símbolo en Badajoz. Sus bollitos de leche o la tarta de yema son algunos de los dulces más apreciados por los pacenses. Sin embargo, cuando llega la Semana Santa, para la pastelería La Cubana las torrijas se convierten en las grandes protagonistas. Elaboradas año tras año, siguiendo la receta más tradicional y pintándola con miel, degustar una torrija de La Cubana es un plan imprescindible si se visita Badajoz.

Pastelería Nava (Zaragoza)

La "Bella ciudad del Ebro" cuenta con el privilegio de tener una de las pastelerías más premiadas por sus torrijas. Elaboradas con bollo y no con pan, en este obrador de Zaragoza las preparan y fríen a diario durante toda la Semana Santa.

Además de elaborar torrijas de bollo en Semana Santa y Pascua, en la Pastelería Nava elaboran otros dulces típicos como, por ejemplo, monas de pascua, huevos de chocolate y culecas de 1, 2 o 3 huevos cocidos. Sin duda, un lugar perfecto para los y las amantes de los dulces tradicionales.

Confitería Blanco (Torrelavega-Cantabria)

Fundada en 1898, la Confitería Blanco ha hecho del hojaldre su seña de identidad. Sus tartas, polkas, almendrados, así como empanadas, están elaboradas con un hojaldre que sólo pueden preparar aquellos que llevan más de cien años dedicándose a ello. Como no podía ser de otra manera, en Semana Santa elaboran unas torrijas muy especiales, finos pasteles de hojaldre que bañan en almíbar y que preparan siguiendo una receta original del fundador de este obrador, Ángel Blanco.