Lavarse bien el pelo, y utilizar productos específicos para cada tipo de cabello es fundamental para que éste luzca sano, pero no es lo único que se puede hacer, además, es recomendable cortarlo varias veces al año, desenredarlo frecuentemente y usar acondicionador o aceites especiales para tenerlo brillante y fuerte, pero según datos que maneja Nutritienda , sólo un 20 % de los españoles usa mascarilla una o dos veces a la semana, a pesar de que un 75 % de ellos reconoce que se preocupa por el cuidado del cabello. Pero muchas veces se confunde cuidar el cabello, con utilizar productos para el cabello.

Actualmente, un 60% de las personas reconocen que utilizan a diario las planchas y secadores, una cifra que ha aumentado con respecto a los peores meses de la pandemia debido a que ha vuelto el trabajo presencial y el ocio y la mayoría de la gente se arregla más, pero este tipo de productos hacen que el pelo se deshidrate y parezca apagado y sin vida y un uso frecuente de mascarillas se convierte en esencial para poder lucir un cabello más hidratado y brillante.

Pero, ¿qué es una mascarilla? Pue se trata de tratamientos capilares ricos en ingredientes hidratantes, como aceites o mantecas, que se utilizan después del lavado y que proporcionan diferentes resultados según su formulación: fortalecen las raíces del pelo, le dan brillo, a la vez que lo hidratan. Los expertos de Nutritienda nos muestran cuáles son los beneficios más importantes para, nuestro cabello, del uso de mascarillas, que no todo el mundo sabe, y cómo hay que aplicarlas para que realicen correctamente su función:

1. Aportan más brillo y luminosidad.

2. Se consigue una nutrición e hidratación más profunda.

3. Lo protegen de los daños ocasionados al teñirlo y de los provocados por la exposición solar.

4. Permiten una mayor facilidad de peinado.

5. Mantienen su color.

6. Regulan el sebo.

7. Estimulan su reparación y evitan las puntas abierta.

9. Controlan el encrespamiento.

10. Previenen su caída y fomentan su crecimiento reforzando el riego capilar.

Su aplicación es bastante sencilla, lo primero que hay que tener en cuenta es que, previamente, deberemos haber lavado nuestro cabello con champú y retirar con una toalla el exceso de agua, no hace falta secarlo por completo, lo ideal es que se mantenga húmedo, así absorberá mejor los ingredientes, Es muy importante desenredarlo y peinarlo antes de utilizar el producto.

Para que la mascarilla llegue a todas las partes de nuestro cabello, lo mejor es, separarlo por partes, poniéndonos una pinza en cada una para que no se mezcle el pelo tratado con el que todavía no lo está.

Una vez hecho esto, iremos aplicando el producto, no desde las raíces, si no desde la parte media hacia las puntas, dedicándole un mayor tiempo de masajeo a estas últimas para que los nutrientes penetren bien.

Una vez aplicada es necesario dejar que actúe, lo normal es entre 5 y 15 minutos, y para que su efecto sea mayor, deberemos envolver nuestro cabello en una toalla tibia. Para finalizar la retiraremos con abundante agua templada y finalizaremos durante un minuto con agua fría, así la cutícula se cerrará y se favorecerá la circulación sanguínea.

Hay muchos tipos de mascarillas que se pueden comprar y que son perfectas para distintos tipos de cabello, pero éstas también se pueden hacer en casa con ingredientes naturales. Desde Nutritienda nos muestran las cinco mejores mascarillas que se puede hacer uno mismo según el tipo de cabello que tengamos:

1. Cabello débil: mascarilla de aloe vera y aceite de romero

Una buena mascarilla para el cabello débil es mezclar jugo de aloe vera con tres gotas de aceite de romero y una yema de huevo batido, se extiende y se deja actuar una media hora, después se retira con abundante agua. El cabello lo agradecerá ya que, el aloe vera, tiene un elevado contenido en vitaminas, minerales y aminoácidos que lo convierten en un sérum anticaída perfecto, su aplicación favorece el fortalecimiento de la fibra capilar e hidrata sin engrasar. Hay que tener en cuenta que si queremos extraer el jugo directamente de la planta hay que quitar la aloína ya que puede irritar el cuero cabelludo. Para quitarlo hay que dejar en remojo las hojas cortadas sin pelar unas 24 horas cambiando el agua unas tres veces para que suelte la alonía en ella. Si no, se puede comprar directamente el jugo directamente sin ella. El aceite de romero previene la caída del cabello de forma natural gracias a que estimula el metabolismo celular y aporta nutrición extra. La biotina del huevo se encuentra en la yema y estimula el crecimiento del cabello.

2. Cabello seco: mascarilla de aguacate y agua de coco

Esta mascarilla es ideal para el cabello seco, se mezcla un aguacate, dos cucharadas de aceite de coco y dos cucharadas de aceite de oliva, se puede calentar ligeramente antes de aplicar. Se deja la mezcla durante media hora y luego se retira. El aguacate, gracias a su contenido en ácidos grasos insaturados, protege al cabello y lo hidrata en profundidad y controla el encrespamiento. El aceite de coco y el aceite de oliva, hidratan y también ayudan a reparar el cabello dañado y las puntas abiertas.

3. Cabello graso: mascarilla de limón y huevo

Esta mascarilla es recomendada para cabello graso ya que el limón es un potente regulador de grasa. Se mezcla un chorrito de zumo de limón con otro de agua, y una pizca de sal, y dos huevos, se bate bien y se aplica la mezcla resultante, hay que dejar que actue media hora y retira. El limón gracias a su naturaleza ácida y sus sustancias astringentes hace que sea fundamental para regular el sebo, proporciona brillo y permite que el cabello esté limpio más tiempo. El huevo es importante también para la regulación de sebo, combate las bacterias y ayuda a hidratar el cabello sin engrasar.

4. Cabello sin volumen: mascarilla de plátano y aceite de menta piperita

Esta mascarilla es ideal para el cabello fino y sin volumen. Uno de los minerales esenciales para el crecimiento y para dar volumen al pelo es el zinc, y el plátano tiene un gran contenido de él, además aporta brillo y da un aspecto de cabello sano gracias a todas las vitaminas que posee como la vitamina E, A o C. El aceite de menta piperita también da volumen al cabello gracias a la estimulación del cuero cabelludo y a sus propiedades calmantes y antiinflamatorias. Además de dar volumen es un gran aliado para la caída del cabello. Para hacer la mascarilla hay que mezclar un plátano maduro con unas diez gotas de aceite de menta piperita, se puede batir en la batidora. Si queda muy espeso también se puede echar aceite de coco, leche o incluso agua. Se deja actuar veinte minutos y luego se retira, como siempre, con agua templada.

5. Todo tipo de cabellos: mascarilla de levadura de cerveza y aceite de almendras

Esta mascarilla se puede aplicar en todo tipo de cabellos, ya que el aceite de almendras dulces nutre en profundidad. Se pueden mezclar 5 cucharadas de copos de levadura de cerveza con un poco de agua y dos cucharadas de aceite de almendras. Se aplica en el cabello, se deja actuar una hora y después se enjuaga. La levadura de cerveza fortalece el cabello y el aceite de almendras es rico en ácidos grasos Omega 9 y en vitamina E que proporciona brillo y suavidad al cabello.