Recientes estudios demuestran el impacto de la pandemia del COVID-19 en el aprendizaje y el desarrollo de los niños pequeños durante los últimos dos años
Partiendo de los aprendizajes del Laboratorio de Juego, Fisher-Price atiende las inquietudes de las familias que se han visto afectadas por la pandemia a través de María Fernández-Rubíes y Álvaro Bilbao
Fisher-Price® sabe que los primeros años de vida desempeñan un papel crucial y, en su compromiso por acompañar a los pequeños y sus familias en cada etapa de su desarrollo, desde hace 60 años cuenta con el Laboratorio de juego, el centro de investigación, diseño y prueba de juguetes más moderno, en el que los expertos y los niños ayudan a crear los mejores juguetes que les apoyen en su desarrollo.
Un artículo publicado por UNICEF en el que se recogen las reflexiones de la doctora Nancy Close, PhD, Assistant Professor en The Child Study Center en Yale School of Medicine y Associate Director de Yale Program in Early Childhood Education, ha puesto de manifiesto que, desde el comienzo de la pandemia mundial de COVID-19, hace dos años, es indudable que los efectos adversos han repercutido en el desarrollo de los niños pequeños, al haber sufrido alteraciones en su entorno de aprendizaje, juego y cuidado infantil.
Una nueva investigación encargada por Fisher-Price, ha demostrado que, dos años después, los cuidadores siguen muy preocupados por el impacto que el brote puede tener en el logro de hitos importantes por parte de sus pequeños, y muchos dicen que todavía tienen que “ponerse al día”.
Es por ello que, Fisher-Price ha decidido enseñarle al público su Laboratorio de Juego y cómo se desarrollan los mejores juguetes que abarquen todas las necesidades de los pequeños de entre 0 y 5 años, con el fin de aliviar el impacto negativo en su aprendizaje y desarrollo tras los efectos adversos de la pandemia COVID-19.
Álvaro Bilbao, neuropsicólogo en España ha comentado: “Es cierto que los más pequeños han experimentado muchas carencias durante los dos últimos años, aunque como adultos no siempre podemos adivinar cuáles son esas carencias y necesidades. En realidad no tenemos por qué adivinarlo ya que la mejor forma de recuperar el tiempo es simplemente dejarnos guiar por su propia intuición. Siempre recomiendo a los padres que dejen a sus hijos elegir sus juguetes y creo que la mejor metodología es dejar que sean ellos mismos los que experimenten como ocurre en el Laboratorio de Juego”
En la búsqueda de soluciones centradas en la educación y el apoyo al desarrollo de la infancia, Fisher-Price se ha aliado con embajadores locales para ofrecer una visión local y conseguir una mejor comprensión sobre cómo esta situación afecta a los padres y niños españoles. Todo esto, prestando especial atención a la forma en que los cuidadores pueden incorporar técnicas y prácticas sencillas en el entorno doméstico para ayudar a los niños a alcanzar los hitos clave que se han visto afectados durante la pandemia.
La influencer María Fernández-Rubíes narra, desde su experiencia personal, cómo ha sido ser madre durante la pandemia y cómo esta ha afectado en el desarrollo de su hijo en sus primeros años de vida. Además, para contar con una visión profesional, se ha contado con el apoyo de Álvaro Bilbao para que a través de sus conocimientos en neuropsicología especializada en el desarrollo infantil explique la realidad científica de este problema que tanto está afectando a los pequeños. Por otro lado, sumado a su conocimiento puede también transmitir cómo lo afronta de primera mano con sus hijos.
María Fernández-Rubíes, Influencer y madre en pandemia ha recalcado: “Para mi es un orgullo poder formar parte de este proyecto tan importante y esencial para el desarrollo de nuestros pequeños. Es cierto que la pandemia nos ha obligado a adaptarnos a cambios en nuestra rutinas y aunque nos ha dado más tiempo e intimidad también hemos tenido que afrontar nuevos retos y experimentar nuevas formas de interactuar con el mundo tanto nosotros como los más pequeños.
Cada año, el Laboratorio de Juego cuenta con una acogida de unos 2.500 niños y 1.850 padres para que participen en los diversos métodos de investigación. Cada año se prueban unas 450 "ideas de juguetes". Se trata de prototipos que se siguen repitiendo sobre la base de los comentarios de los niños a través de la observación del juego y la investigación. Sólo la mitad de estas "ideas de juguetes" llegan a la estantería, porque si los niños dicen que no les gusta un juguete, son escuchados.
Céline Ricaud, Head of Marketing para España y Portugal dice: “Como elemento básico dentro de Fisher-Price durante 60 años, el Laboratorio de Juego tiene la experiencia única en desarrollo de la primera infancia para apoyar a las familias y a los niños pequeños durante la pandemia. Fisher-Price busca ayudar a los padres y a las familias a prosperar y a tener el mejor comienzo en la vida, y esto es especialmente importante para nosotros, sabiendo el importante papel que desempeña el juego en sus primeros años de vida.”