La Asociación Nacional de Operadores Locales de Telecomunicaciones (Aotec) urge al Gobierno central a que aplique un 5G ‘a la alemana’ para las pequeñas y medianas poblaciones de España, de forma que se cedan frecuencias en las bandas medias a operadores alternativos que las desarrollen “sin depender del interés de las grandes compañías ni sus fusiones”.
En Alemania y también en otros países europeos como Países Bajos, Holanda o Gran Bretaña se han reservado frecuencias para desarrollos locales, explica la entidad en un comunicado. A su juicio, de esta forma se agilizaría la llegada del 5G a las zonas menos pobladas del país, que tienen menos interés comercial para las grandes operadoras, y se lograría reducir la brecha digital que se producirá con la nueva tecnología móvil “si no se le pone remedio”.
Defienden que se reserven 100 Mhz en la banda de banda entre 3,8 y 4,2 GHz se podrían desarrollar tanto redes privadas para la industria como redes públicas que llegaran a la ciudadanía en las pequeñas poblaciones. “En España existe espectro radioeléctrico suficiente para poder ponerlo en práctica”, asegura el presidente de Aotec, Antonio García Vidal.
Además, la propuesta está línea con las recomendaciones del Radio Spectrum Policy Group europeo de destinar espectro para usos locales. “Queremos que España siga la tendencia marcada por otros países europeos para armonizar la llegada de la nueva tecnología a todo el territorio del país”. Medidas que también se están planteando en otras partes del mundo como Estados Unidos o Japón.
De no permitirse a operadores alternativos tener acceso a espectro en los municipios menos poblados, advierte “el 5G va a tardar más en llegar a muchas zonas rurales, penalizando a sus empresas y lastrando su competitividad”.
Desde Aotec se defiende que la cesión del espectro se haga mediante concurso y con ámbito municipal. Los operadores adjudicatarios tendrían que comprometerse a facilitar 5G al menos al 90% de la población, y podría prestar servicios mayorista a terceros operadores y al cliente final. De esta forma se garantizará la competencia, una mayor vertebración territorial y se favorecerá el empleo tecnológico.
De esta forma se seguiría la senda de las redes de fibra, donde España “es un ejemplo porque permitió que todos los actores del sector participaran en su desarrollo. Los operadores locales han jugado un papel clave porque fueron pioneros en el despliegue de fibra óptica (comenzaron en 2009) llevándola a muchas poblaciones antes de que existiera en grandes urbes. Se trata de aplicarlo a las pequeñas y medianas poblaciones”. Recuerdan que el Gobierno tan sólo ha impuesto la obligación de llegar a las poblaciones de más de 20.000 habitantes (con la subasta de 700 Mhz).
Además, las poblaciones de menos de 20.000 habitantes son áreas con un menor interés para las grandes empresas de telecomunicaciones, en especial en los momentos iniciales del 5G, cuya llegada real implicará ingentes inversiones en infraestructuras. Sin embargo, en estas áreas existen operadores locales muy afianzados que ya prestan servicio cuádruple play.
La implantación de la industria 4.0 se podría agilizar también: la cercanía de las telecos locales a las pymes en zonas rurales los convierten en el canal adecuado para facilitarles servicios a la medida de sus necesidades e incluso crearles redes privadas.
El 5G permitirá la conexión entre máquinas a gran escala, abriendo la puerta a nuevos servicios que aún están desarrollándose. En verticales como la e-salud, movilidad con el coche conectado, agricultura, etc. Gracias a sus capacidades, su latencia y su omnipresencia. “Entramos en la era de los dispositivos conectados y la realidad aumentada en tiempo real. Un nueva revolución tecnológica que ha de llegar a las zonas rurales al mismo tiempo que a las grandes urbes”, concluye.