Sostenibles y empoderadores, los proyectos del arquitecto, educador y activista burkinés en zonas de extrema escasez cobran más valor que nunca en esta época de crisis, cambios de valores y generaciones
La presente edición del Premio Pritzker acaba de reconocer, a través de la figura del galardonado, Francis Kéré, muchos de los valores que en esta época de crisis y transformación socio-económica se vuelven imprescindibles: sostenibilidad, comunidad, felicidad y alegría, compromiso con zonas del mundo afectadas por una extrema escasez y, por supuesto, calidad. Todo ello está en los proyectos del arquitecto, educador y activista burkinés, primer Premio Pritzker africano, que ha sido reconocido por ser “una piedra angular de la práctica arquitectónica”, según el jurado.
Kéré, en palabras del presidente de la Fundación Hyatt, Tom Pritzker, “es a la vez arquitecto y servidor, mejora las vidas y experiencias de incontables ciudadanos en regiones del mundo a veces olvidadas”. Ello le ha hecho merecedor de este premio considerado el Nobel de la Arquitectura y que en las últimas ediciones ha puesto el foco en logros sociales más que en edificios deslumbrantes. Y en esa línea va el galardón de este 2022, que reconoce unos diseños que “muestran belleza, modestia, audacia e invención”. “La arquitectura y el trabajo de Kéré son íntegros. Sabe, desde dentro, que la arquitectura no es sobre el objetivo, ni el producto, sino sobre el proceso”, añadió Alejandro Aravena, Pritzker 2016 y presidente del jurado de esta edición.
Nacido en Gando en 1965, Francis Kéré, que tiene doble nacionalidad burkinesa y alemana, logra con su trabajo empoderar y transformar las comunidades a través de la arquitectura, en la que emplea materiales locales para conectar sus obras con la naturaleza. La madera y el ladrillo son los protagonistas de sus edificios, que están principalmente en África -en su Burkina Faso natal, en Benin, Kenia, Mali, Togo, Sudán o Mozambique-, aunque también hay obras suyas en Alemania, Estados Unidos, Italia, Suiza y Dinamarca. Kéré aspira a “cambiar el paradigma, impulsar a la gente a soñar y asumir riesgos”, asegura, añadiendo: “No porque seas rico debes desperdiciar material. No porque seas pobre no debes intentar crear calidad”. En su opinión, “todo el mundo merece calidad, todos merecen lujo y todos merecen comodidad. Estamos interrelacionados y a todos nos preocupa el clima, la democracia y la escasez”.
Una defensa de sostenibilidad, eficiencia y eficacia en la gestión de recursos que va en la línea de la filosofía de trabajo que está revolucionando la arquitectura y el resto de disciplinas que se conectan con ella: BIM o Building Information Modeling. Una metodología colaborativa que, como menciona la consultora especializada Espacio BIM, “ha sido concebida para gestionar proyectos de edificación y obra civil, centralizando toda la información de un proyecto (geométrica o 3D, tiempos o 4D, costes o 5D, ambiental o 6D, y mantenimiento o 7D) en un único modelo digital desarrollado por todos sus agentes”. Una opción que garantiza óptimos resultados de calidad y en la que cada vez más profesionales del sector AECO eligen especializarse a través de programas de formación como el Máster BIM Manager Internacional (+VR) de Espacio BIM, una vía de acceso online al dominio de esta innovadora metodología que destaca de entre la actual y nutrida oferta de máster BIM.